Vipassana es una de las técnicas más antiguas de meditación de la India, redescubierta y enseñada por Gotama el Buddha hace más de 2.500 años. En Nicaragua la técnica se enseña gratuitamente mediante un curso de 10 días en silencio a partir del año 2005, donde cada mes de septiembre en las faldas del volcán momotombo, mas nicaragüenses experimentan la práctica del dhamma y la meditación.
La meditación Vipassana tiene el propósito de ver «las cosas como son» a través de la ecuanimidad, la auto-observación y la profunda concentración en la respiración. Este viaje de auto-exploración permite experimentar sensaciones para el reconocimiento de las raíces del sufrimiento con la intención de mantener una mente equilibrada, llena de amor y compasión.
12 años de Vipassana en Nicaragua
Los cursos de 10 días de meditación Vipassana se desarrollan en casi todos los países de latinoamericanos incluyendo Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
El primer curso de 10 días en Nicaragua se realizó en el año 2005 en el departamento de Boaco. En el 2006 el grupo de participantes aumento y se realizó en el Crucero donde se cuenta con capacidad de 40 personas. Ya en el año 2012 el curso se traslado a las instalaciones de la Casa de Retiro de las Monjas Tepeyac en Granada donde se cuenta con capacidad para 70 personas.
El curso de 10 días de meditación Vipassana se realiza en Nicaragua todos los meses de septiembre en la casa de retiro de las monjas Tepeyac ubicada en las faldas del volcán Mombacho, organizado por el equipo de Vipassana Nicaragua conformado por participantes que han culminado el curso y colaboran voluntariamente con la logística para los próximos cursos.
La meditación es guiada por los audios pre grabados del Sri Satya Narayan Goenka quién fue uno de los principales maestros de la meditación Vipassana, quien falleció en el año 2013. Los audio estan disponibles en curso de Nicaragua en Inglés y Español.
Mi experiencia durante los 10 días fue maravilloso en el sentido que me permitió un espacio para estar absolutamente y enteramente conmigo mismo, sin pensar en preocupaciones, y a medida que esos días pasaban en el curso iba teniendo mas consciencia y control sobre mi vida». – Christopher Hasbani, curso Vipassana 2013.
Asimismo, el curso no requiere de ninguna inversión económica ya que todos los gastos son sufragados por donaciones de personas que al completar un curso desean dar a otros la oportunidad de beneficiarse del curso los siguientes años. Además, ninguna persona involucrada en la enseñanza recibe remuneración material alguna. Los gastos cubren hospedaje, artículos de higiene y servicios básicos (luz, agua, alimentación).
Hoy en día siento menos apego a mis emociones y estoy en paz conmigo y con los demás. Cuando estoy al borde de la felicidad, tristeza o enojo, ante cualquier sensación desbordante soy consciente, y la consciencia me permite aceptar esos sentimientos no como un todo, sino en partes variables y distintas». – Sheyla Martinica, curso Vipassana 2016.
Durante el curso los participantes deben de cumplir el Código de Disciplina prescrito: abstenerse a matar, robar, tener actividad sexual, mentir y usar intoxicantes. Este código de conducta sirve para calmar la mente, que de otro modo estaría demasiado agitada para realizar la tarea de auto-observación.
Mi experiencia durante el curso fue un encuentro íntimo conmigo mismo. Los primeros días son algo pesados: es un ejercicio fuerte de paciencia y voluntad. Pero los siguientes días fueron muy especiales. Encontré alegría en lo más sencillo. Al final estaba claro de que tenía una herramienta para vivir una vida plena y feliz. Ponerlo en práctica en la vida diaria ya es un poco más complicado, pero sigo convencido de que voy por un buen camino y que puedo llegar lejos». – Eric Ramírez, curso Vipassana 2016.
Durante los 10 días los estudiantes desarrollarán algún dominio sobre la mente, aprendiendo a mantener la atención enfocada en la realidad natural del flujo de la respiración. Asimismo, observarán las sensaciones en todo el cuerpo, comprendiendo su naturaleza y desarrollando la ecuanimidad, al aprender a no reaccionar ante ellas.
Vipassana me ha ayudado a reducir niveles de ansiedad y depresión. Para mi los problemas dejaron de tener connotaciones negativas, y se convirtieron en situaciones neutras que se pueden cambiar o se dejan ser». – Silvio Balladares, curso Vipassana 2012 .