Terminas de dar una presentación a tus colegas.
Pusiste un día entero de esfuerzo, recopilando datos, fotografías, gráficos, y practicando frente a un espejo como impartir efectivamente tu mensaje.
Al terminar un colega te dice en privado «te mirabas nervioso».
Tu mente comienza a jugarte una serie de escenarios ficticios y te imaginas que ese colega está envidioso, te va empezar a denigrar con los demás, tu autoestima se ve lastimada, te achumicas, te sentís como basura y al mismo tiempo enojado, hasta pensas en meter una denuncia a recursos humanos porque ese colega atropelló tu dignidad.
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Este escenario es la antítesis – es decir todo lo contrario – de alguien que tiene mindfulness – o atención plena.
La teoría del mindfulness dicta que nuestra mente siempre está creando contextos psicológicos ficticios de nuestro presente, y por consiguiente, siempre estamos pensando más de la cuenta y preocupándonos por asuntos irreales.
En síntesis: vos y yo siempre estamos asumiendo cosas que no son.
La práctica del mindfulness es dirigir toda esta mecánica de pensamiento en lo que en realidad está pasando y poner un alto a ese casette que quiere continuar tocando en tu cabeza. Dominar esto trae grandes beneficios.
El mindfulness es percibir cada momento tal como es, en su estado crudo, natural, es como tener un lienzo y pintura óleo y estar consciente que no existe aún ninguna obra de arte, porque no has tomado acción, porque justo en ese momento, sólo tenes los insumos.
Esta atención plena de las cosas es una aceptación ecuánime y sin diluir de tu realidad.
Y hoy te voy a compartir 10 ejercicios esenciales de mindfulness para hacer en la oficina. ¿Por qué en la oficina? Por qué es el lugar donde pasamos 80% de nuestro tiempo y el lugar donde somos probados en todos los aspectos de nuestro carácter.
Es donde generalmente vos y yo absorbemos más estrés y es elemental saber dominar este espacio ya que es la fuente de ingresos para darle una buena calidad de vida a tu familia.
No seas un pulpo multi-tareas
El adagio «el que mucho abarca, poco aprieta» nos deja un gran aprendizaje y es una invitación para hacer UNA COSA A LA VEZ.
No te afanes en hacer varias cosas al mismo tiempo.
Una manera de trabajar con atención plena es enfocarse en una cosa a la vez y hacerlo con una calidad admirable.
Tomate el tiempo de indagar un poco con tus compañeros, sé inclusivo, manufactura cada tarea con un proceso detallado, abonalo con otras ideas no solamente con las tuyas, y luego movete a la siguiente tarea.
Al suave…una cosa a la vez.
Tomate recesos con atención plena
Tomate pequeños descansos de 5 minutos cada una o dos horas.
La ciencia ha comprobado que tomar descansos en el trabajo incrementa tu productividad y te hace aún más creativo.
En Japón ya hay empresas que han construido salas con camillas para que los empleados puedan tomar una siesta o descansos entre horas para que puedan rendir más en su desempeño.
Aquí las famosas cápsulas o Napping pods que usan en Japón:
El consultor Nao Tomono, quien tiene amplia experiencia en el estudio de patrones de sueño, asevera que por el uso de dispositivos móviles los profesionales descansan poco, y por tanto, su desempeño en el trabajo no es el mejor. De ahí nace la importancia de animar a tomar siestas cortas entre horas de trabajo.
Escucha atentamente en las reuniones
En tu próxima reunión de trabajo, olvidate de las identidades y el rol de tus colegas, y simplemente escucha todo lo que digan, aprende, absorbe, toma notas.
Muchas veces vos y yo estamos bloqueados por el rol de las personas o por quienes son y decidimos cerrar nuestros oídos – y luego de eso comienza la corriente de pensamientos a invadirnos.
Escuchar atentamente en las reuniones te va ayudar a complementar con tus propias ideas, te enseñara a desarrollar pensamiento crítico, entender las problemáticas de tu empresa, desafíos, construcción de relaciones, y ciertamente, mejorar tu productividad.
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Disfruta cada bocado de tu almuerzo
Durante tu hora de almuerzo, come con calma, no te apresures, no pensés en los pendientes de la tarde. Disfruta cada bocado con atención plena.
Los franceses, gente con fineza y paladar sofisticado, sugieren que uno no debe de comer sino «degustar» de cada bocado que entra en tu boca.
Para esto sugieren que cada bocado de comida lo presiones con tu lengua hacia arriba contra el cielo de tu boca, y vas a crear una experiencia más agradable al comer.
Caminar por las instalaciones de tu empresa
También es sano levantarte un rato, estirar, y caminar por las instalaciones de tu empresa. Explora áreas nuevas, conoce tu alrededor, mira las paredes, ¿de qué color son? y las cortinas, ¿son blackout? ¿bordadas? ¿Cuántas lámparas hay en la recepción? Todos estos detalles no son en vano. Conocer tu ambiente de trabajo con precisión es como el despertar de Neo en la Matrix – ves una realidad palpable.
Cumple con los plazos
Siempre que alguien te pida algo, sea apoyo o un producto para tu jefe, cumple el plazo preciso. No hagas cálculos de tiempo al vacío o irreales.
Si te piden un producto de unas 20 páginas, y sabes que te va tomar en promedio dos días, no pongas como plazo que lo entregaras «por la tarde».
Cuando vos y yo no tenemos atención del tiempo, pasamos creando falsas expectativas en el trabajo, y cuando vemos es que cogemos el color de incumplidor de plazos. Esto es perjudicial no sólo para tu reputación pero también para tu carrera profesional dentro de la empresa.
Cubre tus ojos del mal
Este ejercicio no sólo es parte de una rutina de ejercicios del médico oftalmólogo Wililliam Bates para mejorar tu vista, pero también te ayuda a liberar el estrés y ponerte en sintonía con tu cuerpo.
Entra al baño o un lugar privado fuera de tu oficina, incluso puede ser en tu carro, frota tus palmas y luego cubrí tus ojos por unos 5 minutos. Durante este tiempo, respira profundo y escucha tu respiración.
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Además de relajar los músculos oculares y mejorar tu vista, este ejercicio te conecta con vos mismo, te hace enfocarte en ese intrigante proceso de cubrir tus ojos con tus palmas, te inunda la profunda oscuridad, el silencio del mundo, y te relaja solamente escuchar el sonido de tu respiración.
Pretende que es tu primer día
Llega a tu trabajo con esa timidez y humildad que generalmente invade a los nuevos en el primer día de la oficina, al mismo tiempo que con ese GRAN ENTUSIASMO.
Te vas a dar cuenta lo refrescante que es reconectarte con ese ánimo de principiante, esa mente fértil que quiere aprender, que quiere ganar experiencia, que quiere construir relaciones, que quiere sobresalir y sentirse útil.
Esto es como cuando te sugieren que a tu esposa la veas con los mismos ojos que la viste cuando eran novios, para encender de nuevo la llama del amor.
Aprende a lidiar con interrupciones
Algo que me impresionó mucho de un jefe que tuve, es que el tipo a simple vista parecía alguien inaccesible, pero cuando llegabas a su oficina o te lo encontrabas por el pasillo caminando con urgencia hacia algún lado y con un papel doblado en su mano, él daba el 100% de su atención, te miraba directamente a los ojos, se desligaba de todo lo que estuviera haciendo, y te brindaba una respuesta satisfactoria y atinada a lo que le expusieras.
Decidí llevar esto a la práctica cuando me volví Coach Ejecutivo y vi los frutos de aprender a lidiar con las interrupciones. En la oficina es usual que lleguen a recurrir a vos para algo, a veces por asuntos importantes y otras veces por trivialidades.
La clave aquí es no categorizar y simplemente cuando alguien te llegue a buscar, deja de ver la pantalla de tu compu, soltá tu celular, o pone el informe que tengas en tu mano, desligate de cualquier cosa que estés haciendo y ponele plena atención a la persona.
Es emocionante – vas a sentir como una pequeña aventura haciéndolo al inicio. ¡Probalo hoy!
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Un día sin entretenimiento
Así como usar la música, películas, o los celulares, para escapar un poco de la agobiante realidad, también es liberador y purificador abstenerse de éstos. Hacer una especie de ayuno del entretenimiento con el que somos bombardeados todos los días: memes, audios, chats, celulares, noticias, chistes, videos, etc.
Decidite hoy que vayas al trabajo, ni siquiera poner música en el carro, no veas la pantalla de tu celular nunca durante todo el día. No hombre, no es exageración, es en serio, nada va pasar, vas a ver. Tu mente ahorita seguro pensó «ala pero y si hay una emergencia?» – acordate que el mindfulness tiene que ver con abrazar el momento presente, sin estar pensando en escenarios ficticios.
Ese simple ayuno digital te llevará a estar más conectado con tu trabajo, ser más productivo, atender a solicitudes varias con efectividad, y generar ideas de mayor impacto.
Conclusiones
Mindfulness es dejar al momento presente ser tal como es, y no darle nuestro matiz ni retazo de lo que pensamos que es. Si decís buenos a tu vecino y este no te responde, simplemente no te respondió y listo – así que no trates de ponerle salsa ni drama a la cosa especulando si lo hizo a propósito, o si es sordo, o si está enojado, etc.
El mindfulness NO ES una religión o una corriente filosófica es simplemente un momento real, intocable, sin matices del pensamiento humano, y es aprender a procesarlo tal como es.
En una era tan ruidosa y llena de distracciones, ciertamente hemos perdido el arte de la atención plena, y es urgente retomarlo para ser más productivo y efectivo en nuestras actividades diarias.
Uno de los mejores lugares para poner en práctica el arte del mindfulness es en el trabajo, por la importancia que este simboliza en nuestra vida profesional.
Aprender a vivir tu realidad pura, tal como es, sin asunciones de ningún tipo, te ayudará a tomar decisiones más eficientes en tu vida laboral.
Colaboración de Beto Liòndeux de Betolocuencia