Recuerdo de niño a mi mamá decir que la música de antes era mejor que la de ahora. Es así, como siguiendo esa “verdad absoluta”, empecé a escuchar desde muy pequeño las radios de “clásicos”, y con ello a digerir y sumar a mi playlist personal a The Beatles, Bee Gees, José José, Bob Dylan y Queen.
Por mucho tiempo pensé que tenía razón, que los músicos de antes se concentraban en hacer música de calidad en comparación a los contemporáneos, que reciclaban formas y melodías una y otra vez; al menos en opinión de mi madre.
A los 17 años que me mudé a vivir solo con el propósito de estudiar música, me empecé a dar cuenta que esa idea no era necesariamente cierta. En parte entiendo ese argumento, dado a que los medios mainstream en los setentas y ochentas tenían más contenido de bandas y músicos que se esforzaban en crear una propuesta y discurso propio, y bajo el contexto de la época las cosas se hacían diferente que en la actualidad. Ya en los noventas las propuestas se fueron reciclando cada vez más, y aquellas interesantes u originales fueron relegadas a un segundo plano en los medios como MTV, Ritmoson o Telehit y ya no se diga la radio.
Pero esto no quiere decir que los músicos contemporáneos son menos creativos que los de épocas anteriores, recordemos que la música como expresión artística va ligada a los propios contextos históricos, y ahora simplemente al proliferar el internet de forma masiva, el discurso musical no está concentrado en los medios tradicionales, sino que se ha diversificado de una manera extrema. En otras palabras, ahora ningún medio nos pueden obligar a escuchar algo que no queramos, nosotros decidimos que escuchar en cualquier momento y a la hora que nos ronque el sonoro. El detalle está en que como público nos acostumbramos durante varias décadas a escuchar propuestas nuevas en la radio y luego en la televisión; entonces las personas que escuchan estos medios ven que no hay nada nuevo saliendo a flote.
La música nueva e interesante se tiene que buscar, casi nunca va a caer como maná del cielo, sino que es necesario un pequeño esfuerzo para encontrarla, sobre todo en esta época donde hay demasiada música al alcance de cualquier persona con un Smartphone. Ahora con el internet todo ha cambiado, es mucho más provechoso surfear por Youtube o Spotify en búsqueda de nuevas bandas que escuchar, que darte una vuelta por la radio o la televisión. Los adolescentes de hoy nacieron con el internet y es así como han consumido música desde que fueron unos niños. Esto no significa que no sea posible encontrar propuestas interesantes por estos medios, o que hayan perdido su influencia sobre lo que la gente escucha, ahí tenemos como ejemplo los conciertos de Chayanne que se ponen hasta la pata, pero en mi experiencia siempre que busco algo nuevo, recurro directamente al internet.
Para que las productoras de eventos y empresarios vean como negocio traer otros artistas diferentes a lo que se escucha desde los 80, tenemos que ser un público diverso. Me molesta que digan que en Managua solamente se escucha a Arjona o Franco De Vita, cuando estoy convencido que no es así; ciertamente son un público más masivo, y una apuesta segura para mucha gente que pasa los treinta, pero en todo el mundo se hacen conciertos más pequeños que son redituables, y no necesariamente en estadios, sino en foros más modestos. En lo personal, son los que más disfruto.
Acá un playlist de los nuevos discos que a mi juicio han aportado a una escena musical diversa y en constante movimiento. No dejen de escuchar música nueva, te aporta mucho más que seguir escuchando Tiempo de Vals 123 123…