Si bien la influencia de los medios de comunicación y de las culturas de otros países industrializados ha influido en un cambio de mentalidad, aún es necesario acabar con ciertos prejuicios que existen en torno al tatuaje y aprender a valorar el arte en todas sus formas y expresiones.
El tatuaje es un arte corporal que tiene su origen en culturas ancestrales, y que ha llegado a popularizarse hasta nuestros tiempos como una forma de expresión e identidad. Sin embargo, en muchos países, el tatuaje sigue siendo mal visto y quienes lo llevan son comúnmente estigmatizados. Tal es el caso de Nicaragua, en donde el tatuaje es aún rechazado por una gran parte de la población.
Para el antropólogo Javier Rodríguez, este estigma se debe a todos los mitos y estereotipos sustentados en la moral y la religión. “Se asocia al tatuaje con las pandillas, con la vagancia y con la delincuencia, lo que da paso a que no sea un fenómeno aceptado cultural y socialmente”, señala Rodríguez. Pero esta situación no es propia de países centroamericanos, sino que se da también en naciones industrializadas como Japón, por la misma asociación entre los tatuajes y la mafia (Yakuza).
Óscar Noguera, tatuador en Dixie Tatto Art and Studio, considera que actualmente no existe un estigma hacia los tatuajes, y que incluso se ha empezado a reconocer como un arte, por lo que muchas empresas han dejado de discriminar a las personas por estar tatuadas, al menos en comparación a años anteriores, pero que la gente sigue teniendo temor a ser discriminadas al momento de realizarse un tatuaje. No obstante, tal como explica el reclutador de personal, Javier Castro, el campo laboral es un área donde sigue habiendo cierto prejuicio, pues en muchos trabajos, en algún momento del proceso de selección, le preguntan al postulante si tiene tatuajes y en qué áreas del cuerpo las tiene, debido a que la política empresarial concibe la imagen personal de un empleado como alguien que viste bien y no tiene tatuajes en lugares visibles de su cuerpo.
Según el sociólogo, Juan Sosa, el tatuaje en áreas visibles del cuerpo es percibido por la sociedad como una marca de criminalidad, a causa de los antecedentes referentes a las maras y pandillas centroamericanas, porque sus integrantes son un lienzo vivo donde se representa la muerte y la violencia. Sin embargo, deberíamos entender que el tatuaje por sí mismo es la representación de una identidad y lo que representan depende del contexto y situación del portador.
Por tanto, es fácil distinguir entre las líneas de las imágenes de un tatuaje el tabú que aún persiste y la discriminación que sufren quienes deciden tatuarse sin ser precisamente parte de esas agrupaciones de comportamiento delictivo. Incluso no existe distinción entre si las imágenes están o no dentro de la categoría de “bonitas”, o si fueron hechas de manera profesional, la persona que porta tatuajes siempre será prejuzgada por su apariencia. Todo ello indica que la sociedad desconoce la historia del tatuaje en la cultura de la humanidad, así como los diferentes significados y funciones que ha tenido dentro de la identidad cultural de los pueblos y en la identidad de los individuos.
Escrito por Daisy Largaespada y Diana Espino
¡Super buen tema! Me hubiera gustado que profundizarán más en las entrevistas o por lo menos en la de Oscar porque es interesante que él comenté que ya no hay tanta discriminación. Y también anécdotas de las personas porque empresas nicas hacen que las personas se desnuden o enseñen el tatuaje cuando es to es prohibido por el Código Laboral.