FuckUp Nights es un movimiento cultural que consiste en una serie de encuentros bimensuales entre jóvenes emprendedores, quienes comparten sus historias de fracasos de negocios, proyectos e iniciativas antes de haber logrado su éxito profesional.
¿Quién diría que una cervecería artesanal podría resultar de un divorcio? Es el caso de la Compañía Cervecera del Moropotente, fundada por José Marcel Sánchez, de Carazo. Su historia inauguró la octava edición de FuckUp Nights Nicaragua: formar una familia era una de sus aspiraciones; sin embargo, luego de contraer matrimonio todo comenzó a desmoronarse. Tras un intento de salvar su matrimonio José Marcel comprendió que no había que forzar las cosas: «la belleza del fracaso es tener la oportunidad de volver a comenzar». Así fue que surgió su empresa.
La idea surgió hace tres años cuando me encontraba en Seattle estudiando y conocí a un amigo peruano que le encantaba la cerveza artesanal, entonces me metí en ese mundo y siendo microbiólogo me pareció una buena idea vender cerveza artesanal en mi país pero a la vez pensé que no sería una buena idea competir contra la industria cervecera de Nicaragua», explica José Marcel.
Y se fundó la Compañía Cervecera del Moropotente, S.A. Con equipos traídos de fuera colocaron una pequeña fábrica en Dolores, Carazo, y desarrollaron su propio sistema de germinación y control de temperatura y levadura. «Todos nuestros tanques de fermentación, sistema de servicios, sifones, etc. es ingenio, incentiva y diseño de jóvenes del Instituto Politécnico de Jinotepe y de la Universidad Nacional de Ingeniería que aportan en la ingeniería nicaragüense», agregó el emprendedor.
«Moropotente llegó para quedarse y todo lo que viene es una experiencia completa. Vamos a transmitirles la nueva manera de beber cerveza», concluyó José Marcel.
Actualemente la Cerveza Moropotente se encuentra en 53 puntos de venta en Nicaragua y sigue creciendo como la espuma de la cerveza.
La segunda ponente de la noche fue la estadounidense Dyani Makhous, fundadora y directora ejecutiva de la Fundación Proyecto Barrio La Planta (BPP), en San Juan del Sur. En el 2008 Dyani viajó a San Juan del Sur con el fin de divertirse sin saber que ahí sucedería su gran fuckup que la llevó al éxito.
Todo empezó durante una conversación con la familia que le rentaba un cuarto. Éstos le comentaron que tenían problemas económicos. Fue así que esa familia motivó a Dyani a dar clases de inglés para enseñarles a sus niños y a otras personas; sin embargo, ella no se sentía lista, no tenía dinero, experiencia o certificación para enseñar otro idioma.
Inicié éste proyecto cuando tenía 24 años de edad, entonces todo el mundo pensaba que era muy joven y que iba a cometer errores, y así fue; pero los obstáculos no son reales, solo los ponemos nosotros. Además los jóvenes tenemos más energías, más moderación, más ganas de hacer algo, de hacer la diferencia», expresó Dyani.
Las clases comenzaron con un pequeño grupo de niñxs hasta ascender a 60, 100 y 200 niños/as. Después creó la Fundación Proyecto Barrio La Planta y así logro conseguir donaciones desde el exterior, pero el dinero no fue suficiente. Una tía prometió enviarle 5 mil dólares mensuales para su proyecto y confiada en la promesa decidió contratar profesores de Estados Unidos para dar las clases. Finalmente ese dinero jamás llegó: les cortaron las electricidad en el local y no pudo pagarles a los profesores.
Dyani se recuperó poco a poco. Negoció la deuda con la empresa distribuidora de energía eléctrica, después informó a los profesores lo qué había sucedido y viajó para recoger dinero para mantener en pie al proyecto.
«Las organizaciones sin fines de lucro deben manejarse como si fueran una empresa», agrega Dyani. Ocho años después, Barrio Planta Project trabaja con 130 niños en sus diferentes programas.
Max Lacayo, Gerente Comercial de su empresa familiar ECAMI, SOLARCORP y el tercer expositor de la octava edición de Fuckup Nights Nicaragua.
Mi proyecto se enfocaba en la expansión de empresas familiares de Nicaragua hacia Honduras, en un momento en el que Honduras se encontraba en una transición de cambio de gobierno por el golpe de estado de Manuel Zelaya y prácticamente me asocié con personas de Honduras buscando oportunidades», comenta Max.
Niklas Zennstron, creador de Skype, le regaló a Max 50 mil dólares para apoyarlo con una idea de negocio, así que el joven conoció a empresarios y crearon una empresa que pretendía replicar su éxito en Nicaragua y a la vez ganaron una licitación de 300 mil dólares con la Agencia de Cooperación Internacional Alemana (GIZ) para trabajar con una asociación de cafetaleros.
Y así Max se quedó con el 34 de las acciones y ya constituida la empresa recibieron un desembolso de 50% para ejecutar el proyecto. Llegando en la cúspide del éxito el gran fuckup de Max fue que cuando la empresa tuvo un bajón, sus socios retiraron su dinero y dejaron de garantía solo la cantidad de Max. Para terminar el proyecto tuvo que sacar de sus propios ahorros y pagar las deudas.
Mi mensaje para todos los jóvenes emprendedores o las personas que quieren buscar socios para crecer: número uno es pensar primero si realmente necesitan socios y si es así pensar si estas personas en las que estoy pensando puedan aportar; y número dos, lo más importante es que el equipo comparta los mismos valores y la misma visión a corto, mediano y largo plazo sobre un proyecto en conjunto», concluyó Max.
Curiosidades
- En el 2002 Dyani Makhous ganó el premio Joven Activista del Año en Estados Unidos.
- En el 2010 Max Lacayo fue nombrado Joven Empresario del año por el Consejo Supremo de la Empresa Privada de Nicaragua (COSEP)
- En el 2013 José Marcel Sánchez ganó el Premio Nacional de Innovación otorgado por el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología (CONICYT).
La octava edición de Fuckup Nicaragua se realizó el jueves 19 de mayo en el restaurante El Garabato a partir de las 8 PM.
Escrito por Ximena Castilblanco