En Nicaragua, las primeras leyes ambientales entraron en vigencia a partir de 1996 hasta que en 2006 se reformó a la actual Ley Ambiental 217, considerada la más completa y competente ante el cambio climático en toda la región.
Sin embargo, a 20 años de vigencia de la ley, se han secado más ríos, se han dañado mas cuencas, se ha acelerado la desertificación de los suelos, ha continuado la contaminación en las fuentes de agua, las temperaturas van aumentando y el llamado Corredor Seco se va expandiendo. Es así como el país se une a los más vulnerables en cambio climático a nivel global.
“Recuerdo cuando mis abuelos me contaban cómo desde el área de León hasta Chinandega se comenzaron a destruir montañas bellísimas y se comenzó a trabajar en el monocultivo de algodón y ahora los resultados son ríos contaminados de por vida y deforestación masiva”, expresa Humberto Solórzano Baltodano, miembro del Movimiento Agroecológico y Orgánico de Nicaragua (Maonic), quién detalla que el uso de los agroquímicos ha sido una de las causas de la sequía en el Corredor Seco.
Cabe destacar que el Corredor Seco de Nicaragua está ubicado en la franja de Pacifico y Norte conformado por los departamentos de Chinandega, León, Estelí, Madriz, Nueva Segovia y Matagalpa, abarcando un promedio de 33 de los 153 municipios del país. No obstante, «éste ha perdido un 75% de su producción de granos básicos a causa de la sequia», asegura Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).
Según el listado de la organización ambientalista Germanwatch en su décima edición, Nicaragua es el 4to país vulnerable ante el cambio climático a nivel global, seguido de Haití, Myanmar y Honduras.
“Nos estamos quedando secos e insostenibles”, sostiene Adolfo Hurtado, consultor experto y asesor de la Alianza por el Derecho a la Alimentación en Centroamérica (ADHAC), “así que necesitamos cambiar los modelos de producción y crear un nuevo desarrollo rural más incluyente, integral y sostenible”. Por otra parte, Hurtado expresa que “se necesitan de las universidades para pensar de forma integral y multidimensional”, ante la crisis climáticas que viven los nicaragüenses.
Dentro de este marco, el Ingeniero Byron Walsh, asesor técnico del sistema nacional de aéreas protegidas, atribuye la actual situación climática en el país a la falta de conciencia y educación ambiental que posee la población en general, donde prevalece la visión cortoplacista ante las consecuencias de las inadecuadas prácticas con el ambiente.
Asistencia en Corredor Seco
Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que en Nicaragua la mitad del área total sembrada ha sufrido daños en las zonas del Corredor Seco. La representante de FAO en Nicaragua, Verónica Guerrero, asegura que desde la FAO ha habido acompañamiento a pequeños productores de las zonas afectadas ante el fenómeno de El Niño.
De igual forma, Laurent Sillano, Jefe de Cooperación de la Unión Europea, expresa que hay 2.3 millones de personas en Centroamérica que están en una situación de inseguridad alimentaria, y estas personas son más que todo pequeños productores de agricultura familiar quienes están sometidos a riesgos de variaciones climáticas y económicas.
«Están destinados 204 millones de euros para el periodo 2014 -2020 en Nicaragua los cuales se van a enfocar en tres temas: sector productivo rural, educación para el empleo y el cambio climático que sumamente relevantes para la seguridad alimentaria», asegura Sillano.
Cambio Climático Global
- “Por ‘cambio climático’ se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), art. 1.
- La tierra sufre niveles de calor sin precedentes debido al calentamiento global y al fenómeno de El Niño. Además, entre los años 2011 a 2015 ha sido el quinquenio más cálido del que se tienen datos, con numerosos episodios meteorológicos extremos, por la influencia del cambio climático, asegura la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Escrito por Ximena Castilblanco