Esta es la historia detrás de una rola de CulturaFolk escrita por un personaje muy importante para la banda. Ernesto Siu nos cuenta cómo escribió una rola de amor para su hija…
Desde que recuerdo me ha conmovido poder expresar lo que sentís a través de las letras. Descubrí que hacía un trabajo decente hasta en la universidad cuando pude compartir con mis compañeros de clases y algunos me dijeron que escribía bonito. Después, me animé a escribir poemas que se volvieron canciones de Culturafolk y, a pesar de ello, todavía me da miedo la opinión de cualquier persona.
Soy de los que le afecta la crítica enormemente debido a muchas flaquezas, unas se han desnutrido y otras se han alimentado y vuelto fuerte. Esta crítica, a veces directa, a veces inventada por un complot en mi cabeza, me ha atado las manos para poder volar en el papel. Aprovechando el lanzamiento de la nueva canción de la banda, hoy decidí dejar que se nutra uno de mis mayores temores, compartir experiencias personales a través de mis letras.
Leo a Joselo de Café Tacvba desde hace casi un año, en unas notas que el titula “Crocknicas Marcianas”. Me identifico mucho por como escribe, tan hermosamente esporádico. Y ha sido una de mis motivaciones para poder lanzarme a hacer esto o “tal vez es que la luna allá afuera se mostraba más grande que nunca en nuestras vidas”. Lo que fuera, siempre me ha impresionado como alguien al que no conocés te puede dar fuerza a través del arte. Por eso les voy a contar mi experiencia y quizás les ayude a esos chavalos que están pasando por esto de ser papá.
Desde que nació mi hija me he enfrentado a una de las pruebas más duras. Ser papá no es para cualquiera porque conlleva adaptar y dirigir todas tus actividades, mentales y físicas, a esta nueva persona, que además exige las cosas que fueron tuyas o creíste en un momento que te pertenecían, el amor y el tiempo. He sido de los incrédulos, sobre todo en los primeros meses, que criar a alguien es el proceso más maravilloso del mundo. En la primera etapa la paciencia es lo principal, algo que no he tenido en toda mi vida. Así que el disfrutar no fue lo que experimenté.
Conforme fue pasando los meses comprendí de los que muchos hablaban, que una risa de ella te va cambiar el día, que las locuras repentinas te van a crear espasmos de amor y que vas a terminar haciendo durante horas lo que menos te gusta hacer y, para rematar, lo vas a disfrutar, en mi caso, bailar.
Todavía hay un montón de cosas que me cuestan en esto de ser padre, pero justo como aprendí a ser más paciente, creo que voy a poder superar las siguiente etapas. Lo maravilloso de esto es que conforme crece tu hija o hijo te ayuda también a superar toda clase de ataduras. Su creatividad y ganas de vivir te contagian y eso es un motor en esta nueva experiencia.
De igual forma, ver a tu pareja, en mi caso a Nora Isabel Silva, como administra sus emociones para enseñarle a nuestra hija a valerse por ella misma, hace que mi admiración hacia ella crezca cada día y que piense casi inevitablemente en el amor de mi madre y de mis abuelas.
Además, este proceso te puede ayudar a renacer en tu vida gustos estacionados. Mi pasión por escribir canciones, por ejemplo. Un día mi amigo Bruno Cortina, guitarrista de Culturafolk, me mandó una idea que tenía. Desde que escuché el primer acorde supe que era mi oportunidad para escribirle una rola de amor a mi hija como agradecimiento. Me levanté y comencé a dar vueltas en mi cuarto, porque mi hermana Marja Siu dice que moverse oxigena el cerebro, y escribí lo que me imaginé fue su momento más difícil, NACER, pero que a como a su papa “Teto”, fue el comienzo de hermosos momentos.
Así que espero esta pequeña nota les sirva de algo. Les dejo Escapar, hasta el día de hoy la canción que más quiero. Jaime Gutierrez Mario Bridges Janet Sánchez Arlen Siu Luise Siu Ana Siu Chilo Valle Chela Silva Maria José Ocarina Manuel Silva.
Colaboración de Ernesto Siu