Hace dos semanas fui diagnosticada con cáncer de mama, para ser más específica un cáncer multifocal invasivo reflejado en más de 15 tumores en forma de “popcorn” en mi chicha izquierda, con afectaciones en los ganglios y un tumor benigno en la chicha derecha.
“Ama y haz lo que quieras.
Si callas, callarás con amor;
si gritas, gritarás con amor;
si corriges, corregirás con amor;
si perdonas, perdonarás con amor.
Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos” (San Agustín)
Suena un poco alarmante, pero en realidad no lo es, físicamente estoy perfecta, todos mis exámenes están al 100: ni un solo parámetro fuera de su rango normal, ni un solo síntoma, ni un solo malestar. Esto nos tiene confundidos a todos: estoy rebosante de salud pero con cáncer, con bastante cáncer para ser honesta. Para mi, es una muestra de la generosidad de la Vida: no me siento enferma, el cáncer es solo una condición temporal que se debe atacar.
Este panorama cambió de forma sustantiva la celebración de mis 30s: no estoy en Buenos Aires junto a La Sele recorriendo San Telmo y bailando Tango, tampoco en la Isla Zapatera disfrutando de nuestro bello Lago Cocibolca antes de que Ortega lo desbarate con todo ese su cuento del canal.
En fin, el hecho es que ser diagnosticada con esta enfermedad me adelantó considerablemente una situación que creí me tocaría vivir más viejita:
El cáncer no es una sorpresa, ni algo inesperado. La verdad es que ninguna enfermedad debería de serlo… Cuando estaba pequeña pensaba que iba a morir sin un brazo o una pierna, al igual que vi a muchos tíos por mi rama paterna; hace ya algunos años la opción del cáncer se hizo latente con la muerte de mi Tía Patry de cáncer de estomago y ya para rematar, tenía la opción de llegar a la vejez con diabetes, cáncer y padeciendo Alzheimer. En realidad el Alzheimer es la que mas me preocupa: ese temor a olvidar los momentos y personas que nos hicieron felices.
En resumidas cuentas, se me adelantaron los pronósticos y se me reforzaron los principios de vida, esos que durante estos mis recién cumplidos 30 años han hecho que viva feliz:
- “Ama y haz lo que quieras”: creo fervientemente en el amor, en el amor a uno mismo y en el amor a los demás. Cada cosa que he hecho ha sido movida por ese sentimiento. Es lo más grande que he sentido: da plenitud, satisfacción, gozo y paz. Hacer las cosas con amor y por amor, debe ser la única razón de que estemos vivos. Uno ama en libertad y no hay lugar para los arrepentimientos. Soy feliz porque amo con todo, sin medias tintas ni temores. Amo de forma natural y espontánea, sin presiones ni deberes. Hay quienes juzgan esta forma de vida, yo compadezco a quienes no son capaces de hacer lo que aman por cumplir con cánones impuestos de esta sociedad o por el miedo al que dirán.
- “Hoy es siempre todavía” (Antonio Machado): vivimos en una sociedad aferrada a su pasado y con un temor inmenso al futuro. Yo vivo el hoy, y ese es todo mi futuro. Por qué todo sucede hoy, el concepto de siempre o nunca es relativo, pero el hoy es verdad y es real. Hoy quiero, hoy río, hoy bailo, hoy lloro, hoy soy feliz, hoy estoy triste. Ya mañana veremos que pasa. Por eso amo las pequeñas cosas de cada día. La felicidad no es relativa, ni hay que perseguirla, vivir es el regalo más grande, disfruto cada día, cada momento. (Lo más grande que planificaré en mi vida será el tratamiento contra el cáncer)
- “Serví y vi que el servicio era alegría” (R. Tagore): estoy convencida de que hay que dar y entregarlo todo. Entregar nuestros dones, nuestras creencias, nuestros conocimientos, nuestro pan, nuestra sonrisa. Todos tenemos algo para dar y esa es nuestra única riqueza, una riqueza que se multiplica cuando se comparte. Dar y darse es la única forma de honrar nuestra vida, retribuimos y aportamos en la construcción de un mejor país, de una mejor sociedad, de una mejor comunidad. Nicaragua tiene tantas necesidades, que el egoísmo y la indiferencia no son siquiera opciones de vida.
Estos tres principios se complementan a la perfección: amo, vivo, comparto.
Las enfermedades son parte de nuestra naturaleza humana. El cáncer es una enfermedad que he decidido amar, vivir y compartirla con Ustedes.
Con apenas dos semanas de haber sido diagnosticada, tengo mucho que compartirles:
- el cáncer no tiene edad y los doctores tienen que cambiar sus protocolos. En febrero fui al doctor porque me sentí una pelotita- por ser joven no me mandaron una mamografia-, 7 meses después tengo palomitas de maíz en las chichas.
- cada doctor tiene su especialidad, y los radiólogos son los únicos que deberían hacer ultrasonidos. NUNCA se hagan ultrasonidos en consultorios de sus médicos de cabecera, siempre, siempre vayan donde un radiólogo.
- el cuerpo es perfecto, y si amamos nuestro cuerpo es más fácil aceptar una enfermedad. Yo amo y estoy agradecida con mis dos chichas, que son perfectas y que disfrute por 30 años. Hoy nos toca un nuevo camino y una despedida.
- Dejarse amar es bueno, aunque no sepamos recibirlo. No hay necesidad de pedirlo, no hay dudas, no hay excusas. La gente que te ama/amó o te tiene/tuvo cariño está cerca. A mi me cuesta recibir, no estoy acostumbrada a toda esta melcocha que me anda rodeando, pero se siente lindo, se agradece, reconforta y da alegría.
- las enfermedades no son situaciones para sentir compasión, ningún enfermo necesita compasión.
- el cáncer no es una gripe, pero es una enfermedad y hay medicamentos para tratarlo. Asi lo veo yo, y por eso voy con todo.
A mis 30s puedo asegurarles que le tengo mas miedo a los dolores del corazón que al cáncer o cualquier otra enfermedad. Le tengo mas miedo a la gente que por años te daña, a la gente que no sabe amar. Le tengo mas miedo a aquel que es capaz de mentir durante 7 años. Le tengo más miedo a la gente que trata de ser perfecta y se olvida de ser humana. Eso duele más y no se puede controlar.
Y como dijo Santa Teresa de Jesús: “Quién a Dios tiene nada le falta… Solo Dios basta”
Gracias por leer tanto y celebrar conmigo los 30s y el cáncer.
QSLFFF
🙂
Abrazos,
Edna
Agradecemos a Edna por compartirnos su historia, para conocer más de su blog, clic aquí