Sentarte a tocar la guitarra o la batería no es solamente matar rigio, también implica entender el profundo y extenso mundo musical y la enorme carga intelectual, de rigor y de disciplina que este tiene.
Los instrumentos musicales (con la voz humana incluída) son la llave para poder ir descubriendo cosas que nunca imaginaste en la música. Es como un traje de buzo para ir a explorar el enorme océano.
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Una de las cosas más importantes a la hora de ir avanzando en un instrumento musical, cualquiera que este sea, es organizar nuestro tiempo de estudio. Es imposible dominar un instrumento sin estar dispuesto a invertir horas para desarrollarlo poco a poco.
La mejor forma de avanzar más rápido es saber qué estudiar y cómo hacerlo; organizar el tiempo y la forma cómo se estudia para así retener la mayor parte de información posible. Practicar nuestro instrumento es algo que todos debemos hacer, a veces el tiempo es complicado, por lo que ser ordenado con tu tiempo de práctica es muy importante.
Practicá lo que no sabés, no lo que ya sabés
Siempre será importante ir aprendiendo nuevas cosas, ya sea nuevas escalas, nuevos arpegios, nuevos patrones melódicos, nuevas rolas. Una de las mejores formas de empezar un día de práctica es estudiando técnica.
Chucho Valdéz, el enorme pianista cubano, empieza su día estudiando dos horas el Hanon, el famoso método para aprender técnica y agilidad con los dedos. Pero la técnica tiene muchos aspectos y varía de instrumento a instrumento, no es lo mismo pasar horas en el piano o la guitarra, que pasar la misma cantidad de tiempo practicando técnica de canto o saxofón.
Aprendé todas las escalas y arpegios posibles
Si tomamos como ejemplo un pianista que está empezando yo le recomendaría que se aprendiera de memoria todas las escalas mayores empezando por C mayor e ir avanzando por el círculo de quintas. Otra forma de estudiarlas es cromáticamente, o medio tono de distancia cada una.
De la misma forma los arpegios, los cuales podemos hacer con a diferente tempo y con distinta rítmica (cuartos, octavos, tresillos, dieciseisavos, etc) al igual que con las escalas. Una vez que se tengan bien dominadas ir pasando a escalas y arpegios menores (Menor Natural, Menor Armónica y Menor Melódica) y así ir integrando nuevo lenguaje. Recordemos que en el sentido más pragmático la música es un lenguaje, y entre más vocabulario tengamos, más recursos tendremos para podernos expresar mejor.
Obviamente esto es solamente un ejemplo, habrá variaciones con la técnica que podás estudiar dependiendo de tu nivel, tu interés en desarrollar el instrumento y tu tiempo disponible.
Usualmente es algo que yo le dedico entre 30 minutos y 1 hora de estudio diario. Esto te va a permitir mantenerte en forma con tu instrumento, tu agilidad y coordinación en el nivel que tienen que estar.
Repetición
Acá la clave: la repetición es la base para aprender. Una vez leí una entrevista con Chick Corea en la que decía que ”para que en la música las cosas tengan sentido y la puedas interiorizar tenés que repetirlas unas 100 veces”.
En lo personal si puedo repetir una frase unas 20 veces sin ningún error eso me dice que mi cerebro ya la ha asimilado. Para esto es importante estudiar compás por compás, frase por frase e ir uniendo poco a poco el rompecabezas hasta que podamos hacerlo todo sin equivocarnos.
Como cantante estoy claro que una canción no me la voy a aprender por ponerla en repetición y escucharla cien veces, eso me tomaría días, al contrario que si estudio frase melódica por separado y las repito cuantas veces sea necesario, voy a tardar una fracción de tiempo.
Esto nos va a dar mucha precisión cuando tengamos que ejecutar una pieza en vivo o grabar algo en el estudio. Pocos músicos pueden tocar sin equivocarse una pieza completa y usualmente son los que segmentan y repiten sus partes cuando las practican.
Montar nuevo repertorio
Acá básicamente están las piezas en las que estás trabajando, ya sean composiciones tuyas o de alguien más. Si sos un músico clásico y estás montando algo de Bach o una sonata para piano de Mozart, yo trabajaría en eso, y trataría de seccionarlo hasta interiorizar toda la obra.
Otra cosa que es muy importante a la hora de practicar repertorio es analizar las nuevas rolas que vas a montar, si hay alguna progresión de acordes en específico y como interactúa con el ritmo y la melodía son cosas que dependiendo de tu instrumento hay que tomar mucho en cuenta, incluso si sos cantante o baterista, así podrás entender mejor la pieza y tocarla o cantarla mucho mejor.
Entrená tu oído
Esta parte es muy importante, y frecuentemente muchos músicos no le dan tanta importancia. Es algo que deberíamos de hacer durante cada sesión de estudio aunque sea solo por algunos minutos.
Desde cantar diferentes tipos de intervalos, acordes y pequeños dictados, hasta transcribir una pieza. Esto último es tremendamente útil a la hora de aprender solos y entender mejor una pieza aparte de entrenar muchísimo tu oído musical.
Transcribir es de enorme ayuda para aprender a tocar lo que uno escucha y entender de una forma mucho más profunda lo que está pasando musicalmente, al tener una referencia visual de lo que suena. Recuerdo que cuando estaba estudiando en la universidad me daba mucha pereza hacer esto pero a lo largo de los años vi el enorme valor que tiene transcribir lo que uno escucha, no solo sacarlo con tu instrumento, sino poderlo escribir en el pentagrama.
Recordá que un músico profesional practica entre 15 y 20 horas a la semana. Si quieres dominar tu instrumento y avanzar pero no estudiás, nunca llegarás a sentirte cómodo y satisfecho con vos mismo ni con tus diferentes proyectos».
Es mejor y más provechoso estudiar 1 hora al día que 8 horas un solo día y pasar toda la semana sin tocar. Cuando estás aprendiendo un nuevo concepto, te tenés que enfocar en que estás tratando de crear memoria muscular y que tu cerebro necesita tiempo para procesar esa información y retenerla, por ende a la hora de practicar no necesariamente hay que pensar cómo va a sonar en vivo, ese ejercicio es aparte y es más en los ensayos y obviamente en conciertos.
Obviamente habrán muchas otras cosas que podemos tomar en cuenta también como composición diaria, entender el contexto histórico de la pieza que estoy montando si soy un músico clásico o jazzista o incluso si mi género es rock o pop, estudiar teoría musical, solfeo, escuchar música nueva y repasar cosas ya aprendidas y que tenés que volver a montar para un concierto o ensayo.
Todo esto va a depender de muchos factores como el tiempo disponible y el nivel musical de cada instrumentista, pero diversificar tus horas de estudio en no solo estudiar lo que me pide el maestro o lo que tengo que hacer para un concierto, es de enorme ayuda para eventualmente llegar a tener un mejor nivel en tu instrumento.
Donaldo Sevilla, conocido por su columna como El Melómano, es fundador del Centro de Estudios Musicales, para más información de los cursos que ofrecen seguilos en sus redes sociales.