Hace 5 años Mabia Espinoza creó Rescatando Huellas, un refugio de animales ubicado en Carazo que actualmente atiende a casi 100 animales rescatados.
Lo que más le apasiona a esta joven rescatista es ver la rehabilitación en los animales que recoge de la calle.
«Poder ser parte de ese cambio en la salud emocional y física de un ser que ha sufrido mucho, ver los resultados al final y entender que realmente con un poco de amor, alimento, medicamento, se logró transformar la vida de ese animalito», explica.
Con Rescatando Huellas la intención siempre ha sido mejorar las condiciones de vida de estos animales para poder buscarle un nuevo hogar después.
Sin embargo, que la gente adopte ha sido difícil y aunque la perspectiva ha cambiado, aun hay mucho por hacer.
«La sociedad en general está un poco más involucrada, pero aun hace falta. Antes muy poca gente adoptaba y los que lo hacían quizás no estaban conscientes de lo que implicaba. Ahora las adopciones han aumentado, ya a mucha gente le ha dejado de importar la raza», explica.
Otro tema que les ha costado enfatizar en la sociedad es que hay que esterilizar a las mascotas.
«A pesar que ahora ya tenemos más aceptación como refugio y hemos creado campañas para promover la esterilización, son pocas las personas conscientes de su importancia. Pero cada vez más gente lo hace y se han sumado a más grupos de rescate, ya sea donando, adoptando o buscando apoyo por otras partes», cuenta.
Hace dos años la Fundación Rescatando Huellas consiguió tener un refugio oficial, pues los primeros 3 años eran hogares temporales, pero porque no todo el mundo está dispuesto a ofrecer su casa se vieron en la necesidad de buscar un espacio propio en donde poder atender de 80 a 100 animales.
«Ha sido difícil empezar desde cero, con un terreno sin construcción y fue una gran lucha conseguir los recursos y una gran responsabilidad, tal vez incluso en el momento yo no estaba consciente de lo que requería crearlo», confiesa.
De igual manera, Mabia agradece el apoyo de todas las personas que están a cargo junto con ella de rehabilitar, atender a los saludables, garantizar adopciones, hacer visitas de seguimiento, realizar entrevistas y más.
«Esto es resultado de un esfuerzo en conjunto con el equipo que está detrás de Rescatando Huellas, pues proteger la naturaleza es responsabilidad de todos/as», expresa.
Mabia explica cómo ha rescatado a los animales de su refugio y cuenta que lo primero que hay que hacer cuando se ve un caso es capturar al animalito, asegurarlo y llevarlo a una clinica.
«Luego subimos información de los casos a nuestra pagina en Facebook para solicitar apoyo, lo llevamos al refugio donde va a un área de cuarentena y ahí se le provee una alimentación especial mientras se espera que el tratamiento empiece a hacer efecto», asevera.
Mabia estudio economía agrícola y actualmente atiende un programa de educación para niñas/os de Global Stray, donde los conscientiza acerca del amor, la protección y el cuidado de animales.
«En el futuro me veo dirigiendo otros programas de educación enfocado en jóvenes y adultos para que se involucren en el rescate, la adopción y la conscientización de la comunidad», enfatiza.