Los días de Geneva Bermúdez giran alrededor de los colores, las tintas y el sonido relajante y adictivo de la máquina para tatuar.
Esta joven de Managua comenzó estudiando pintura textil a los 12 años, cuando salió de la secundaria con su primer salario se hizo su primer tatuaje a los 17, luego de eso fue cuestión de tiempo para que dejara la universidad y se dedicara por completo a tatuar.
Me hice un tatuaje de un árbol de manzanas, siendo amante desde siempre de la naturaleza, decidí que yo iba a ser un árbol y mis hermanas y hermano las manzanas del árbol. La verdad quedé satisfecha con eso», recuerda.
La flora y la fauna como inspiración
Geneva tuvo la oportunidad que su tatuador la ayudara a meterse en el mundo del tatuaje y fue allí donde ella entró en acción con tal determinación que parecía que no era su primera vez practicando la técnica.
A sus 22 años ya tiene vasta experiencia como aprendiz y desde hace más de un año está trabajando de manera independiente.
«Estoy como ‘solista’ experimentando, disfrutando mis conocimientos y sacando provecho a todas mis habilidades, entonces fue ahí donde supe que la botánica me encantaba, la textura, los colores, los animales», cuenta Geneva.
Es esta inclinación por la flora y la fauna la que hace que reciba por parte de sus clientes cada vez más peticiones de tatuajes alrededor de estos elementos.
«Yo preparo mis ideas con las de mis clientes, luego se unen con las mías y al final confían en mi resultado. Es bonito saber qué todo esto es de confianza, porque OJO: es para siempre».
Decorarse y amarse
Geneva ha disfrutado todo el proceso cómo artista y persona, desde el primer día que tatuó, hasta hoy.
«Es increíblemente bello saber que podés ayudar a alguien a sentirse mejor, recordar algo para siempre, hacerle algo que en realidad le gusta, decorarse, amarse y respetarse».
Para Geneva las experiencias con la sociedad machista al principio (2013) había sido bastante abrumante, el saber que desconfiaban de ella por ser joven y mujer, pero su capacidad y la práctica hizo que muchos artistas y clientes confiaran en su trabajo que al final, hablaba por sí solo.
«Es duro encabezar a las mujeres tatuadores de un país, porque tenes que ser fuerte por todas. En el gremio siempre han habido mujeres y afortunadamente éste es nuestro año, las chavalas estamos poniéndonos las pilas y luchando por lo que nos gusta, saliendo, gritando, que aquí estamos y aunque no quieran, hacemos el mismo trabajo».
Por otro lado, Geneva considera que hoy en día se dan mucha discriminación si sos mujer y andás tatuajes. «Se vive una cosa super fea por las calles, a veces hasta de las mismas mujeres, malas caras, comentarios feos en voz alta y señalizaciones bien directas», describe.
Sin embargo, se considera alguien bien tolerante ante comentarios sobre su cuerpo y su trabajo. «Solamente aceptándome, los demás iban a hacer lo mismo, y es algo que sigo haciendo a pesar de mi inseguridad», confiesa.
Planes y eventos
Geneva será parte del Lady Fest, donde por primera vez en Nicaragua estarán reunidas 5 tatuadoras el viernes 23 de marzo en el Centro Cultural de España (CCEN).
«Vamos a estar unidas, haciendo el mismo trabajo, tatuando y vendiendo mercadería de cada una, es totalmente gratis así que espero nos acompañen y conozcan más de cada una de nosotras».
También el 14 de abril estará en un evento que se llama «Noche de Garabatos Sonoros – Ilustración, música y danza» un pequeño evento que se realizará en «La Sanguchería» y gracias a Strawberry Blonde también se unirá el tatuaje ese día.
Y finalmente el viernes 20 de abril tendrá por primera vez un pequeño taller de flores, pintura y muchos colores: «In flowers we trust» para niños y adultos en «The Art Warehouse» en San Juan del Sur.
Podés seguir el trabajo de Geneva en su Facebook e Instagram.