En los días más álgidos de la historia de cualquier sociedad, la música y el arte en general florecen para abrigar y acompañar los procesos sociales.
Así surgió el blues y el jazz en los Estados Unidos, la bossa nova y la samba en Brasil, el corrido y la ranchera en México y la cumbia y el ballenato en Colombia.
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En Nicaragua los procesos históricos han derramado un abanico de canciones que cuentan historias, inspiran y enaltecen a los protagonistas de estos cambios.
Es por eso que en este último mes hemos visto como muchos músicos han compuesto y arreglado canciones inspirados por los últimos acontecimientos.
Y es que el artista que permanece indiferente a todo lo que pasa tendría que autoanalizarse y meditar mucho las razones que lo llevan a mantenerse ajeno a la realidad que a todos nos golpea.
El artista es un reflejo del mundo en el que vive, así lo ha sido siempre desde que el ser humano empezó a pintar animales en las cuevas prehistóricas.
Es por eso que si tenés ganas de expresarte componiendo canciones acá hay 5 consejos que te pueden ayudar a sacar al compositor que llevás dentro.
- Definí qué género te gustaría que fuera tu rola
Eligir un género en específico puede ser de mucha ayuda a la hora de empezar una composición, ya sea un bolero, una balada rock o una cumbia. Podés ayudarte con una base rítmica del género de tu elección o analizando las melodías y progresiones de acordes para tomar ideas y así formar una base que te sirva de inicio para estructurar tu canción y desarrollarla. Muchas veces las mismas canciones son las que te piden el género en específico, sólo hay que escuchar muy bien y dejar que la música fluya por si misma.
- Anotá lluvia de ideas de letras
Si querés hablar sobre la libertad, la paz, la justicia, el amor o lo que sea, podés anotar las ideas que tengás: frases, versos o simplemente palabras que sirvan para estructurar un tema en específico. La letra puede ser antes, durante o después de la melodía; no hay fórmulas que te digan que tiene que ser de una manera u otra, pero tener versos, poemas o ideas anotadas a mí me ha servido de mucho para no quedarme bloqueado en el proceso de escribir letras. Esto a veces surge esporádicamente, o pueden pasar días, semanas o incluso meses para cuajar. No te casés con una frase en específico, las letras usualmente mutan a lo largo del tiempo hasta que finalmente las grabás en el estudio.
- Buscá progresiones de acordes
Las progresiones de acordes de las canciones en la música popular son casi las mismas de los últimos cincuenta años. Es de vital importancia que un compositor de canciones conozca las más comunes para utilizarlas o descartarlas según sea el caso. Ahora, aunque una progresión pueda ser extremadamente común, la forma de abordarla no necesariamente tenga que serlo, hay muchas formas de abordar acordes, progresiones, y base armónica en general. Sólo basta tener un poco de conocimiento de armonía y estudiar las progresiones de tus canciones favoritas para así poder tener referencias. Un pequeño consejo en este caso: si a vos te gusta una progresión de X o Y canción, es recomendable practicarlas en todas las tonalidades y no solo en la original, para así tener más opciones y dominio de dicha progresión.
- Improvisá melodías encima de las progresiones de acordes
Si ya tenés definida una progresión de acordes, podés improvisar aleatoriamente ideas melódicas encima de estas. Puede ser que ya tengan letras o simplemente balbuceos de nada en particular, sólo frases melódicas que te den una idea más aterrizada de la acentuación, la conducción melódica y hacia donde se puede dirigir la melodía. Es una de las formas más comunes de composición y la que a mí me ha funcionado un sinnúmero de veces. Obviamente no es la única, pero es una forma muy orgánica de generar melodías.
- Aprendé a jugar con la estructura de las canciones
Las canciones no necesariamente tienen que ser verso, coro, verso, coro, coro (A B A B B), pueden tener múltiples formas al igual que una película, una novela o una obra de teatro. Limitarse a las mismas formas de siempre puede a la larga ser un poco repetitivo, por lo cual te recomiendo jugar con la estructura. Usar puentes (instrumentales o cantados) para pasar de una sección a otra, hacer una parte que sea contrastante y que lleve la canción hacia otro lado (A B A B C) pueden ser opciones para desarrollar la estructura de la pieza. Al final del día el compositor es el que decide como estructurar su rola, solo hay que aprender a escuchar para hacer lo que la pieza pide y no lo que uno necesariamente tengás en tu cabeza.
Como todo en la vida la composición de canciones es un ejercicio que requiere de práctica. Entre más canciones compongamos, más nos vamos a entrenar en esta hermosa forma de arte reflejo de nuestras vivencias y de nuestras sociedades.
Donaldo Sevilla, conocido por su columna como El Melómano, es fundador del Centro de Estudios Musicales, para más información de los cursos que ofrecen seguilos en sus redes sociales.