Una de las intenciones primordiales en el marco del Día Mundial de la Niña, celebrado cada 11 de octubre, es fomentar el reconocimiento de ellas de ser prioridad en nuestras sociedades es evitar a toda costa la maternidad infantil, principalmente en países no desarrollados como Nicaragua.
Este día se promovió y celebró por primera vez en el 2009 gracias a la Organización Plan Internacional y propuesto ante la Organización de Naciones Unidas por el Gobierno de Canadá y en el marco de la 5ta. Comisión de la Condición Jurídica y social de la Mujer, efectuada ese mismo año.
Este octubre particularmente, se pretende crear consciencia de que las menores dejen de ser víctimas de toda índole de discriminación y violencia, así como reivindicar la lucha de derechos humanos fundamentales como educación y salud de calidad y los NO al matrimonio infantil, mutilación genital, violencia sexual, exclusión económica, esclavitud y trata de blancas y por supuesto, mortalidad materna por embarazos, entre los problemas más alarmantes de acuerdo a la ONU, que también busca “conseguir la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y la niñas”.
¿Qué pasa en nuestro país?
Nicaragua es el país en América Central con mayor número de niñas en casos de maternidad infantil y adolescente y el segundo en América Latina (después de República Dominicana), sobre todo en las zonas rurales del país, según ha reportado Plan Internacional y el informe de UNICEF “Acelerar el progreso hacia la reducción del embarazo adolescente en América Latina y el Caribe”.
Asimismo, de acuerdo a Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDESA), en Managua ocho de cada diez mujeres violadas son menores de 12 años.
Otro de los derechos no respetados de las niñas madres es salud de calidad, reflejado en la violencia obstétrica y ginecológica que pueden llegar a sufrir tanto por casos de negligencia en el sector de salud público o tratar el cuerpo de una menor como el de una mujer adulta, causándoles daños físicos y psicológicos temporales o permanentes.
No olvidemos también que Nicaragua es uno de los países en la región donde el aborto terapéutico a menores de edad en caso de violación o gravedad en la gestación es negado desde el 2006. Eso acontece también en Ecuador, Perú, Chile, República Dominicana, El Salvador y Guatemala, como parte de violencia institucional o de estado hacia las mujeres.
Falta de educación en colegios públicos y privados
Otro de los factores que inciden en la maternidad precoz es la falta de educación sexual en colegios públicos y privados. En la currícula escolar nicaragüense, no existe claramente datos que puedan informar o prevenir a estudiantes de los últimos años de primaria y de secundaria de cómo prevenir casos de abusos que terminen en embarazos no deseados. Hay un vacío académico que debe ser reflexionado por las autoridades competentes, como el Ministerio de Educación y donantes que trabajan con el sistema.
Una cifra alarmante siguiendo este tema, es la que indica que tan sólo en el 2016 de acuerdo a UNICEF Nicaragua, se presentaron 114 casos de embarazos materno infantiles en los cuales las niñas y adolescentes estaban infectadas con enfermedades de transmisión sexual, como VIH y sífilis entre las más comunes. Esto a causa de que sus abusadores no promueven el uso de ningún tipo de barrera protectora inmunológica (condones, por ejemplo), para no infectar a la niña.
Siguiendo esta idea, las “parejas” de las menores embarazadas son de 5 a 10 años mayores que ellas y la mitad de ellos no se hacen responsables ni económica ni emocionalmente de sus hijos; resalta FUNIDES en el estudio «Causas y consecuencias económicas y sociales del embarazo adolescente en Nicaragua», del año pasado.
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Esta investigación además relata que la mayoría de las niñas y adolescentes madres no terminan sus estudios secundarios y no llegan a la universidad. Su probabilidad de obtener ingresos suficientes para su manutención es 30% menos que una mujer mayor a los 18 años en estado de gestación y no poseen ningún beneficio de seguro social o son sometidas a trabajar sin cobertura del mismo.
De igual forma, tan sólo en el primer trimestre del año pasado, el Instituto de Medicina Legal (IML), reportó 1200 casos de violencia sexual y el 70% de ellos eran menores de 18 años. El IML también reflejó en esa pesquisa, su preocupación por los casos no reportados y las consecuencias del mismo, como un embarazo no deseado o si los abusadores son familiares de las víctimas o personas aleatorias a su entorno.
#NiñasNoMadres
Este año, dado el propósito siempre vigente de alertar sobre la urgencia de que los Estados Latinoamericanos garanticen los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual y maternidades forzadas principalmente; la campaña nombrada con la precisa etiqueta #NiñasNoMadres es un proyecto en donde vos podés colaborar desde tus redes sociales, compartiendo información y leyendo sobre casos, cifras y testimonios a profundidad sobre este tema tan sensible pero acertado del cual todos los países latinoamericanos estaremos hablando. Esta campaña, promovida por Planned Parenthood Global, GIRE, Amnistía Internacional y CLACAI busca “explicar la importancia del acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, la educación sexual integral (educación integral en sexualidad, donde aplique) y justicia efectiva” en las menores de edad de nuestros países, de acuerdo al comunicado de esta iniciativa.
Desde Managua Furiosa, estaremos compartiendo información sobre cómo la realidad de las niñas madres debería cambiar y de cómo ha afectado el desarrollo social de nuestra realidad nacional.
Buscá igual tanto en Twitter como en Facebook, el hashtag #NiñasNoMadres y unite a la campaña compartiendo contenido de la causa y posteando tu postura e inconformidad sobre el tema. ¡Usemos nuestras voces en este caso invisibilizado! También podés visitar el sitio web http://ninasnomadres.org, rico en detalles sobre esta misión que ya existe desde el 2016, donde vas a encontrar infografías, videos, documentos de trabajo, informes y más datos para reflexionar sobre nuestras menores.