Las consecuencias en la salud mental de las/os nicaragüenses debido a la crisis sociopolítica, y ahora una crisis de salubridad por el Coronavirus son múltiples.
Entonces ¿qué pueden hacer las/os nicaragüenses ante esta situación, cuando ni en las casas ni en las escuelas se enseña a gestionar estos temas?
Hablamos con Mónica Wheelock, psicóloga, especialista en psicología clínica y esto fue lo que nos contó sobre el proceso de los traumas y la búsqueda de la estabilidad.
Sobre Mónica y su trabajo en la salud mental
La pasión de Mónica por la psicología comienza por su fuerte necesidad de comprenderse a ella misma, un camino de autoexploración, sanación y conexión que inició desde muy joven.
Ese fue su primer paso para reconocerse, entenderse y descubrir su verdadera esencia y luego poder ayudar a otras personas en su propio proceso.
Somos seres holísticos, las emociones son una parte muy importante de nosotros, pero también nuestro cuerpo físico, espíritu y mente. Yo he tratado en mi formación de abarcar todos esos espacios del ser humano».
Luego de su titulación como psicóloga, Mónica se ha especializado en otras ramas, como la crianza consciente, medicina ayurveda, educación emocional y en traumas y adicciones.
Todo con el propósito de tener un abanico más amplio para entender a las personas que le visitan en su clínica.
Salud mental de Nicaragua
Desde la perspectiva de Mónica en Nicaragua el tema de la salud mental está completamente olvidado.
«Es muy decepcionante el tema de la educación emocional en nuestro país no solo en términos institucionales y escolares, sino también en las familias, que es donde aprendemos las cosas más importantes de nuestra vida», expresa.
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Sin embargo, a pesar de la falta de atención al respecto Mónica nos da una luz esperanzadora:
La capacidad inherente de reinventarnos y reconstruirnos, solo si somos capaces de ver hacia adentro y enfrentar nuestros traumas y duelos, que algunos comienzan desde la niñez.
Consecuencias en la salud mental
Un hecho que no podemos obviar es el impacto que ha tenido la crisis sociopolítica en la salud mental de todas/os nicaragüenses.
Este ha sido un evento que vino a remover heridas y duelos del pasado y a recordarnos que, sí queremos avanzar, necesitamos hacer las pases con la historia.
Bajo la valoración de Mónica hay consecuencias psicológicas múltiples, que tienen que ver con un mayor estado de ansiedad, con dificultad para conciliar el sueño, con un sistema nervioso más alterado.
Este a su vez se encuentra más en modo de alerta, reactivando las reacciones de huida, lucha o congelamiento que tenemos los seres humanos cuando nos sentimos en amenaza.
«Entonces vemos más reactividad en la gente, está más irritable, tiene menos paciencia, y eso tiene que ver con lo que se ha vivido en el país», agrega Mónica.
Ella considera que el nivel de estrés general ha aumentado porque también hay efectos de estrés postraumático por traumas no solo individuales, sino también colectivos.
Muchas personas está viviendo nuevamente el exilio de hace 40 años, las pérdidas familiares, desapariciones y el trauma de la guerra ha sido reactivado.
Esto tendrá una gran implicación en las generaciones futuras, pues la sociedad como un colectivo es la que crea estas capas para ocultar las heridas.
«Si no nos hacemos cargo de lo que vivimos y no procesamos el dolor, los traumas que se están reactivando y los dolores que estamos sintiendo, también serán cargados por nuestros hijos».
Ella nos insta a buscar espacios para procesar y transformar el dolor en un propósito y en sabiduría, y así mitigar el impacto emocional en las futuras generaciones.
En la medida en que los nicaragüenses continuemos sosteniendo relaciones familiares basadas en dominio, autoritarismo y control, vamos a seguir repitiendo los mismos errores históricos».
Depresión, un tema de salud mental que no se prioriza
Uno de los datos más alarmantes en cuanto a la salud mental en los últimos años es que se ha visto un aumento en los índices de suicidio.
Mónica opina que la depresión más que una enfermedad es un síntoma y el suicidio se da porque las personas no saben qué hacer con su dolor.
«El suicidio es la salida que conocen, la gente no se suicida para acabar con sus vidas sino con su dolor, porque creen que de esa forma el dolor desaparecerá».
Ante esta situación, Mónica considera que las crisis son una oportunidad para permitirnos sentir y expresar el dolor, la tristeza, el miedo, el enojo.
Si yo no quiero sentir mi dolor, este va a resistir, y de ahí la frase ‘a lo que te resistes, persiste’; pero si yo me abro a mi dolor y profundizo en él, manteniendo claro que el dolor está en mi pero que yo no soy él, voy a poder transformarlo en experiencias que me permitan dar un servicio a otros, tener un propósito de vida, o generar cierta sabiduría y evolución en mi como persona».
Sanar y priorizar la salud mental
Entonces, ¿cómo sanar ante el temor de abrir nuestras heridas y la incertidumbre de no saber lo que podemos encontrar?
Para Mónica, partir de nosotras/os mismos, de nuestras las relaciones más cercanas e historia familiar, es el mejor lugar para comenzar a hacer cambios sustentables y sostenibles en el tiempo.
No será fácil, porque cambiar patrones de conducta, emocionales y de pensamiento que llevamos toda una vida prácticando no es sencillo, pero es una gran oportunidad para conectar con quienes somos auténticamente.
«Es importante entender que vos creés que sos lo que otros te han hecho creer, y que nuestra autoimagen es el producto de un condicionamiento familiar y cultural, actuamos y vivimos bajo un condicionamiento, bajo una programación y desconectados de nuestro ser auténtico; y en la medida en que yo solo vivo para que los otros estén felices me estoy desconectando más de mi misma/o».
Sin embargo, Mónica considera que podemos reconstruir ese yo, entendiendo que los momentos traumáticos que vivimos en nuestra infancia, en el 2018 o en cualquier momento de nuestra vida, deben ser tratados.
«Lo que hace el trauma en términos psicológicos es desconectarnos de quiénes somos; buscando mecanismos de afrontamiento al estrés que pueden ser: adicciones, obsesiones, depresión, etc», enfatiza Mónica.
Estabilidad emocional para mejorar la salud mental
Finalmente, para Mónica la base de una vida emocionalmente estable se constituye por tres pilares:
1 – Entender como la cultura y la familia te impone «el deber ser», que puede ser muy diferente a lo que realmente querés construir como tu ‘yo auténtico’.
2 – Comprender cuáles son las heridas de tu niña o niño interior, las heridas de tu infancia, para sanarlas y no cargar con ellas.
3 – Interiorizar cómo la figura del padre y la madre descalificador/a está presente en vos misma/o, en esa vocecita autocrítica que te genera culpa y vergüenza por ser como sos.
«Entendiendo cómo se relacionan esas tres cosas podés acceder a tu yo auténtico y tener estabilidad en general, no solo en las emociones, sino en tus pensamientos y en tu sistema de creencias. Si no se tiene conciencia de eso será muy difícil encontrar estabilidad en general».
Mónica realiza cada 15 días a las 6:00 p.m., en su página de Facebook lives para compartir temas de interés alrededor de la salud mental.
Asimismo, brinda atención psicológica de lunes a sábado en el centro de medicina alternativa ‘Equilibrium‘. ¡Seguila!