Debido a la emergencia nacional sanitaria, por el COVID-19, la Dirección General de Migración y Extranjería en Costa Rica ha cerrado sus oficinas hasta nuevo aviso. Por lo que esto representa nuevos retos para las personas nicaragüenses solicitantes de refugio y es necesario entender cuáles son los cambios en el proceso de aplicación.
Las personas refugiadas son aquellas que se han visto forzadas a huir de su país porque su vida, libertad o seguridad están en peligro. Ellas y ellos han sido víctimas de graves violaciones de sus Derechos Humanos, situaciones de conflicto armado o violencia. – ACNUR
Para Gabriela Núñez, directora de HIAS Costa Rica, entender que solicitar refugio no es lo mismo que desplazarse del país de origen por un deseo personal, es clave para definir el proceso que se debe tomar.
“El perfil general de una persona refugiada es muy distinto al de una persona migrante. La persona migrante puede entrar o salir cuando quiera, la persona refugiada no puede volver a su país de origen porque sabe que en el momento que pise nuevamente el suelo de su país va a tener una persecución y a estar nuevamente en peligro”, enfatiza Núñez.
¿Cuál es la situación actual?
La Dirección General de Migración y Extranjería solo está recibiendo nuevas solicitudes de refugio en los puestos fronterizos.
Si se ingresó al país antes del 18 de marzo y se necesita solicitar la condición de persona refugiada, ahora se puede hacer escribiendo al correo electrónico: [email protected], donde se deberá adjuntar documentos que sirvan de evidencia para demostrar que se ingresó antes del 18 de marzo al país.
No obstante, si la persona está ingresando a través de un punto irregular de ingreso en las fronteras norte y sur luego del 18 de marzo, el proceso varía.
“Hay operativos fronterizos, la persona será detectada y trasladada al puesto migratorio fronterizo y si manifiesta su necesidad de solicitar refugio se hace un procedimiento que mezcla el tema sanitario (14 días de cuarentena) con el tema de protección internacional”, explica Núñez.
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Mucha gente no solicita el permiso laboral porque vive lejos, lamentablemente está todo muy centralizado en San José o la oficina en Upala, por lo que los espacios para estos trámites son muy reducidos”, afirma Maricela Hinkelammert, representante en San José del Centro de Derechos Sociales del Inmigrante (CENDEROS).
Personas perdidas en el proceso
Según Núñez, el momento en que se cerró la línea telefónica 1311 y las atenciones presenciales debido al COVID-19, significó un punto de inflección en el cual muchas personas quedaron perdidas en el proceso.
“Han cambiado los procedimientos y ese es uno de los principales obstáculos. En vez de ‘espere a que le avisen’, recomiendo estar pendiente de la información que se actualiza en el sitio web de Migración donde aparece el calendario de reprogramación”, explica Núñez.
Maricela Hinkelammert también enfatiza la importancia de revisar bien la información que se da desde las autoridades migratorias, pues antes de la pandemia ya ha notado que hay mucha desinformación.
“Hay personas que vinieron en el 2018 que eran candidatos para solicitar refugio, pero no lo hicieron porque no tenian la información y además piensan que el refugio es un lugar donde los van a ir a meter como un albergue”, explica Hinkelammert.
Para H.G., una persona solicitante de refugio que desea omitir su nombre, la razón por la que muchas personas nicaragüenses no llegan a solicitar refugio a tiempo es por temor a no tener las pruebas necesarias.
“Muchas personas tienen miedo de solicitar refugio porque piden un documento que asegure que estuviste aquí antes de cerrar las fronteras o de tu situación en Nicaragua, entonces es un riesgo si no tenés pruebas suficientes”, comenta H.G.
“No se puede hablar de refugio de manera lineal”
En respuesta a este temor, Braulio Abarca del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, enfatiza que si en un determinado caso se niega el refugio, se puede apelar con un recurso, siempre y cuando se haga durante 3 días hábiles luego que se notifica.
“En ese recurso es importante aportar nuevas pruebas como fotografías, mensajes, audios, videos, todo eso se tiene que llevar en físico a la unidad de refugio, o incluso poder poner enlaces de Facebook o de YouTube, donde se está generando algún tipo de asedio o de amenaza directa”.
Asimismo, Gabriela Núñez menciona que el pasaporte con sello previo al 18 de marzo, las facturas o recibos de alquiler pueden ser las pruebas que evidencian si una persona ya residía en Costa Rica antes del cierre de fronteras.
“También funciona la constancia de matrícula escolar de hijas/os, contratos de trabajo o cualquier tipo de evidencia que demuestre su estadía en el país antes del 18 de marzo”, agrega Maricela Hinkelammert.
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Por su parte, H.G. lleva dos años tramitando su solicitud de refugio y ahora con la situación del COVID-19 su cita se ha movido hasta mediados de septiembre.
“No te contactan directamente, sino que ponen la noticia en la página oficial y es una desventaja para muchas personas que no tienen acceso a internet, o a un celular o están fuera de la capital”, asevera H.G.
Para H.G. la pandemia vino a evidenciar una situación que ya de por sí está mal. La paciencia y tolerancia las considera de suma importancia.
“No tienen la paciencia, me imagino que por la mayoría de casos que hay, entonces no te guían y son otras organizaciones las que te dan ese acompañamiento. En las oficinas del gobierno hay de todo, no todos los costarricenses son malos, algunos son bien amables y otros se desquitan con vos”, puntualiza H.G.
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Los retos de la interseccionalidad
La interseccionalidad es un enfoque que subraya que el género, la etnia, la clase u orientación sexual, como otras categorías sociales, lejos de ser “naturales” o “biológicas”, son construidas y están interrelacionadas.
Cada elemento, entrelazado con otros, ayuda a comprender las desigualdades de una manera más profunda.
Es por eso que para Jacob Ellis, activista de Mesa de Articulación lgbtiq+ en el Exilio, Capitulo Costa Rica (MESART) y Bloque Costa Caribe, hay particularidades características de las poblaciones que solicitan refugio que demuestran discriminación gubernamental y deben evidenciarse.
Los cuerpos disidentes no se toman en cuenta cuando el Estado es patriarcal, hay que posicionar el tema de migración y la comunidad LGBTIQ+ porque las cuerpas pesan también y no se puede hablar de refugio de manera lineal”, enfatiza Ellis.
Ellis, persona de género fluido, nicaragüense de Bluefields, considera que las brechas estaban desde antes, por ejemplo a la hora de buscar empleo con el carné de solicitante de refugio.
“Aun la desigualdad es latente, las personas que emplean no reconocen el carné, entonces como nicas tenemos que fortalecer otras habilidades para vivir, como hacer belleza o tener una comidería”, afirma Ellis.
Por su parte, Maricela Hinkelammert de Cenderos, opina que si han pasado tres meses desde que la persona recibió el carné de solicitante se supone que ya pueden acceder al permiso laboral y ahora con las oficinas cerradas, deberían poder trabajar sin el permiso como tal.
“El Documento de Identidad Migratoria para Extranjeros (DIMEX) son los 12 dígitos que aparecen en toda la documentación de la solicitud de refugio, desde el carné de solicitante hasta el permiso laboral. Ese es el número que se necesita para que lo registren para trabajar”, agrega Hinkelammert.
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“Muchas veces solo venís de tu país con el pasaje”
Sin embargo, para Ellis las cosas se han puesto más complicadas, porque el desempleo aumentó en general con toda la situación de la pandemia.
Muchas personas estamos sobreviviendo, si acaso tenemos para recarga, pues gracias al universo, pero a veces tenemos que abstenernos de comer y pagar renta para tener internet. Entonces que todo sea tecnológico crea otra desigualdad que nos hace más vulnerables”, explica Ellis.
Por otro lado, Gabriela Núñez opina que las dificultades para cumplir con la presentacion de los requisitos también ha sido un reto desde antes que comenzaran las medidas por el COVID-19.
“Se les da una hoja con un listado de documentos y muchas veces no siempre logran adjuntar los documentos completos como la toma de las huellas dactilares, pasaporte con todas las hojas, etc.”, explica.
También, agrega que “al momento de la entrevista a veces no se presentan creyendo que con la solicitud ya son personas refugiadas. Ese es un error muy grave porque es el corazón del proceso”.
No obstante, Ellis opina que, desde antes de la pandemia, ya el gobierno pasaba por alto en estos procesos migratorios que no todas las personas son iguales en cuanto a privilegios y derechos.
Tenías que esperar meses con aquella incertidumbre y muchas veces solo venís de tu país con el pasaje, porque saliste huyendo. Y ahora con el COVID-19, peor, porque todo es tecnológico y la mayoria de la población campesina y del Caribe no manejan las tecnologías”, manifiesta Ellis.
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Recomendaciones para continuar el proceso de solicitud
Hay que tomar en cuenta estos 3 puntos clave a la hora de presentar una solicitud de refugio:
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La persona nicaragüense que entra en forma regular o irregular, documentado o indocumentado al país, tiene que solicitar refugio de primera instancia ante la autoridad migratoria más cercana.
“No se desaparezcan, no dejen las cosas abandonadas, hay gente que tiene la cita y se les ha olvidado la fecha. Tengamos claro la información, nos pueden contactar si se les perdió el papelito o si no tienen el correo para hacerlo por su cuenta, también para solicitar en la unidad de refugio que confirmen la fecha de la cita”, aconseja Maricela Hinkelammert.
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Es primordial tener la información a mano. Al llenar el documento agregá la información sistematizada y clara para que se brinde la mayor cantidad de detalles sobre la situación actual de esa persona en su país de origen y las razones por las que solicita el refugio.
“Tomale una foto al primer formulario para mantener un mismo testimonio coherente, leelo, interiorizalo y documentá todo. Por ejemplo, tener a mano los papeles importantes, si se puso la denuncia ante el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, el Centro Nicaragüense Derechos Humanos, la CPDH, la NPDH o ante organismos internacionales Amnistía o la Comisión Interamericana”, agrega Braulio Abarca.
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Si ya pasó bastante tiempo (de 6 a 8 meses) y han cambiado de número o no dieron correo electrónico, es mejor que escriban para ver cómo está el trámite y asegurarse si hay resolución o no.
“Hay personas que no tienen correo y que dieron un número de teléfono y puede ser que ahora cambiaron de número. Entonces Migración sigue trabajando en revisión de resoluciones y si no logra contactar a las personas lo hacen de manera automática, entonces puede ser que les haya salido la resolución, no se enteran y luego es el susto”, asevera Maricela Hinkelammert.
Contactos clave
Si necesitás más información, asesoría, ayuda para llenar tu formulario o envío de correos, te dejamos el contacto de Cenderos, HIAS y Nicaragua Nunca Más:
*Sugerimos que al contactarte a través de un mensaje o audio se explique el detalle de la consulta en ese primer mensaje (nombre completo, si sos solicitante de refugio, número de DIMEX y la consulta). Eso agiliza el proceso, sobre todo en tiempos de pandemia.
Cenderos tiene servicio a través de Whatsapp y Facebook: area central 8885 0196 y el Whatsapp en la zona norte, oficina de Upala es 8487 4487.
HIAS tiene servicio de lunes a viernes de 8 am a 5 pm a través de Facebook y Whatsapp 8576 7948 o correo: [email protected].
Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más recibe mensajes en Whatsapp al +506 86398759, Facebook y Twitter, también al correo [email protected].