¿Te imaginás que en lugar de enviar una postal escrita, enviés una postal sonora?
De eso se trata ‘Convite‘, el proyecto que apuesta y promueve el autocuido digital en diversas comunidades rurales del suroccidente colombiano.
Se trata de «una suma de voluntades y herramientas entre la comunidad de los derechos humanos en la era digital y las comunidades indígenas, afros y campesinas, que aporta a la defensa de su territorio físico y a la defensa de sus derechos en territorios digitales».
Autocuido Digital
‘Convite’ es el nombre que le da rostro a una serie de postales sonoras para personas defensoras del territorio, medio ambiente, líderes y lideresas sociales de comunidades indígenas, afros y campesinas (de la zona rural de Cali y el Cauca, Colombia).
Debido a su activismo social, estas personas se han visto en la necesidad de cuestionar su relación con la tecnología y qué tan seguras/os se encuentran mientras habitan espacios digitales.
Su coordinadora Nathaly Espitia Díaz, colombiana, ciberfeminista, comunicadora social y periodista de Radio Noís, nos cuenta:
Desde hace rato quería hacer un proyecto con comunidades indígenas y que tuviera que ver con todos los temas de seguridad digital, porque en Colombia estamos atravesando, hace más o menos cuatro años desde que se firmó el Acuerdo de Paz, un genocidio contra líderes sociales, defensoras/es de la tierra y del medio ambiente».
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Desde su cosmovisión
Estas postales sonoras hacen eso del storytelling y duran de dos a tres minutos.
En cada postal abordan preocupaciones de las comunidades en cuanto a la protección y seguridad de sus datos personales.
También se enfocan en la proteción de la información sensible que comparten, principalmente guardias indígenas, cimarronas (guardias afronegras), y campesinas quienes tienen bajo su responsabilidad el cuido de los territorios.
En las postales escuchan diferentes consejos y herramientas de autocuidado digital, desde aplicaciones de mensajería segura, gestor de contraseñas, hasta herramientas de VPN (túneles privados para navegar).
Cada postal lleva voces de diferentes especialistas en seguridad digital, con énfasis en los testimonios, décimas y las voces de kiwes thegnas -personas cuidadoras-.
Mientras escuchás las postales ellas/o están diciendo cuáles son esas herramientas, y esas cosas que ellos ya han tomado desde sus cosmovisiones desde guardias para estar protegidas/os», expresa Nathaly.
En cada audio las/os Kiwe thegnas le susurraron a la radio en español y en su lengua materna buenas prácticas de autocuido digital, con el objetivo de llegar a más personas de sus comunidades.
De igual manera, estas postales también llegan a personas de contexto rurales en Latinoamérica (desde un enfoque feminista y de derechos humanos) para que participen de discusiones como la privacidad, el autocuidado y la seguridad en internet.
Un encuentro entre lo físico y lo virtual
Nathaly ha trabajado durante años el tema de la seguridad digital de la mano de colectivas como Ciberseguras, y ha brindado acompañamiento a comunidades rurales, indígenas, afros y de la comunidad LGBTIQ+ sobre estos temas.
Es por eso que no deja de sorprenderle que la mayoría de las/os líderes el tema de la seguridad en el espacio virtual no es concebido como una amenaza:
«Muchas/os de estos líderes han sido víctimas de masacres, y sabemos que una de las formas en que ellas/os se vuelven un blanco más fácil es por su relación con los espacios digitales, principalmente a través del celular», comenta.
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Desde la experiencia de Nathaly, cuando las/os guardias se ven en situaciones donde les roban o decomisan sus celulares, es que experimentan la intercepción de ambos espacios, el físico y el virtual.
Eso les lleva a cuestionarse cómo pueden llevar a cabo esas prácticas de seguridad que ya tiene muy bien establecidas en sus espacios físicos, pero al espacio digital.
Es por eso que parte del corazón de este proyecto también ha sido sensibilizar sobre el tema, además de informar, acompañarles y proveer herramientas tanto digitales como psicosociales.
Desde un lenguaje y sonidos inspirados en los paisajes que se escuchan en los territorios que habitan las comunidades foco del proyecto.
Un proyecto creativo e interseccional
Estas postales sonoras presentan una forma de comunicación innovadora capaz de romper con las barreras del tiempo y el espacio, y cada detalle fue pensado para ser contenido de consumo sencillo y accesible para las comunidades rurales.
Por ejemplo, son audios de corta duración, eso da la oportunidad de que sean transmitidas por radio, por mensajería instantánea e incluso a través de audios de Whatsapp sin que requieran el uso de muchos datos de internet.
Por otra parte, la radio ha sido una de las bases fundamentales de este proyecto porque las comunidades están muy ligadas a las radios comunitarias oficiales o no oficiales.
Finalmente, la interseccionalidad es otro de los aspectos cruciales de Convite, y Nathaly expresa que este fue un elemento clave para la realización de las postales:
Este proyecto también es interseccional porque hay indígenas, personas afro, personas campesinas, pero también personas de la comunidad LGBTIQ+, es un grupo súper diverso, y vienen de diferentes aristas, pero todo tiene atravesado esa perspectiva feminista».
¿Por qué la interseccionalidad es importante? Porque es un enfoque que nos ayuda a comprender la multicausalidad de las desigualdades sociales, y cómo esto afecta en diferentes niveles la capacidad de agencia y los derechos de los diversos grupos vulnerables.
Convite es una iniciativa respaldada por Internews y recientemente por la Brooklyn Meeeting, es un proyecto independiente, sin afiliación institucional, pero que cuenta con el apoyo de aliados invaluables en el diseño, la comunicación, el acompañamiento de seguridad digital y la investigación.
Dale click en este enlace para escuchar y compartir las postales sonoras que defienden los derechos digitales de diversas comunidades rurales.