La letra de la canción y su importancia va más allá de una cuestión de gustos. La unión entre la música y la literatura es una de las relaciones más prolíficas de la historia del arte.
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Tenemos infinidad de ejemplos, desde el barroco donde germinó la ópera, donde el texto del teatro musicalizado era el eje principal de este género que ha sobrevivido el paso de los siglos; hasta la música contemporánea con el formato canción que ha llevado esta colaboración artística a las grandes masas de consumo moderno.
Sería impensable pensar en la sociedad contemporánea sin la canción, ella no es acompaña día a día durante toda nuestra vida como el género indiscutiblemente más popular de la historia. Y lo es en gran parte por esta colaboración con las letras.
Una capa adicional para comunicar
Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido relacionados con la letra de alguna canción. La que nos retratan nuestras relaciones emocionales, o nuestros sentimientos más ocultos. Desde historias de tradición oral hasta poesía muy profunda y sofisticada.
Escuchar música es una experiencia emocional por sí misma. La música tiene la capacidad de expresar emociones y conmovernos sin necesidad de articular ninguna palabra ya que es un lenguaje en sí misma.
Pero aunado a eso, las palabras y las melodías vocales introducen una capa adicional y muy poderosa en la obra. Su poder puede usarse para llegar allí donde la música sola no puede llegar, decir algo con el lenguaje de las palabras.
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Hay ciertos compositores que basan su éxito en sus letras, son considerados grandes letristas muy por encima de cualquier habilidad musical; como por ejemplo Bob Dylan o Kendrick Lamark, aunque la capacidad musical también está condicionada a la propia concepción del arte que tiene cada artista.
No obstante encontrás letras que son meramente funcionales, para llamar la atención y poder vender géneros más lights. Es el caso del reggaetón o el pop que la letra está plagada de clichés y frases extremadamente básicas que sentís que la has escuchado un millón de veces.
Usualmente esa es la intención, que el cerebro interprete que una “canción nueva” ya la ha escuchado antes y la entienda más fácilmente. Creo que si alguien la disfruta se consigue el propósito inicial y es funcional. De ahí que su calidad o propuesta sea interesante puede ser discutible.
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Tomemos por ejemplo una letra de la canción que es mundialmente aclamada como poesía musicalizada:
"¿Cómo se siente?, ah ¿cómo se siente?
Andar por tu cuenta, sin un hogar
Como una completa desconocida,
como una piedra que rueda (cuesta abajo)
Nunca te diste vuelta a observar los ceños fruncidos
De los malabaristas y payasos que hacían trucos para ti
Nunca entendiste que no es bueno
Dejar que otra gente reciba los golpes que son para ti".
Like a Rolling Stone (Como una piedra que rueda) 1965
Ahora comparemos con una letra musicalizada que tiene un propósito muy diferente:
“I gotta feeling
that tonight’s gonna be a good night
that tonight’s gonna be a good night
tonight’s gonna be a good night,
I got a feeling”.
“Tengo un presentimiento
Esta va a ser una buena noche
Esta va ser una buena noche
Esta va a ser una muy buena noche
Tengo un presentimiento”.
The Black Eyes Peas – I gotta feeling 2009
El primer caso podría ser considerada poesía al nivel de los mejores poetas, es por eso que Dylan se llevó el Nobel de literatura en 2016.
Evidentemente el segundo caso es una letra fofa que el único propósito es llevar el beat para que las personas bailen en un club y no tiene punto de comparación con la poesía de Dylan, pero el detalle está en que en estos casos extremos la letra también importa. Y mucho.
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Si dijera en vez “Tengo el presentimiento que esta noche será una mala noche…” estoy seguro que no tendría el mismo efecto en las personas.
A mi juicio la letra de la canción importa mucho siempre, aunque se diga algo tonto y superfluo.
Hay muchas personas que no le ponen atención a la letra, les da igual lo tonta o profunda que esta sea, pero estoy convencido de que la inmensa mayoría de las personas sí lo hace.
He ahí el éxito de las rancheras, de los corridos, de la salsa, de las baladas, donde las letras tienen una posición preponderante.
Una vez una niña de seis años me dijo que no le gustaban las canciones en inglés porque no entendía lo que cantaba la voz, y creo que ese sentimiento es general, las personas escuchan lo que la canción dice, y de ahí lo contextualiza a sus propias vidas y momentos.
Es por eso que al igual que el buen café, entre más consumimos cosas de calidad más nos enamoramos de ellas y dejamos la que no lo tienen; si sólo tomamos café instantáneo pues tal vez nunca descubriremos la diferencia.
Ejemplos de grandes letristas en español e inglés:
- Juan Luis Guerra
- Alejandro Sanz
- Silvio Rodríguez
- Joan Manuel Serrat
- Andrea Echeverri
- Nacho Cano
- Violeta Parra
- Paul McCartney
- Sufjan Stevens
- Joni Mitchell
- Carole King
- David Bowie
Donaldo Sevilla, conocido por su columna como El Melómano, es fundador del Centro de Estudios Musicales, para más información de los cursos que ofrecen seguilos en sus redes sociales.
Para escuchar más de este y otros temas relacionados con la música escucha su podcast “Matando el Chivo”.