La presencia materna en la literatura infantil es indudable y por mucho protagónica. Desde mi óptica, podemos verla representada de tres formas específicas: como madres (biológicas), hadas madrinas (quienes consienten y protegen ante la ausencia de las madres biológicas) y las madrastras (quienes torturan, están ‘imposibilitadas’ de crear un vínculo afectivo y también compiten por los afectos).
A partir de esta publicación quiero concentrarme en enumerar y comentar estos roles: cada uno valioso a su propia manera.
La presencia protectora
Las madres protectoras, como la de Pedrito Conejo, muestran el ideal al que está sujeta la figura materna: amorosas, pacientes, prudentes, firmes y severas cuando es necesario.
En ‘El cuento de Pedrito Conejo’ (The Tale of Peter Rabbit) de Beatrix Potter, la Señora Conejo le advierte a Pedrito no visitar el jardín del Señor McGregor: En ese lugar, el Señor Conejo encontró su última morada en una tarta.
Sus advertencias no son escuchadas. Al final la madre sabe de la travesura cometida por el hijo, sin embargo sólo le queda agradecer que regresara al hogar con vida.
Le procura todas las atenciones para que se recupere de la accidentada aventura y espera que la vida se encauce a la normalidad.
Desde una óptica muy diferente, Armin Greder a través de su obra ‘La Ciudad’ (Oceano Travesía), nos plantea la historia de una madre que después de la muerte de su esposo, huye de la ciudad y se adentra en el bosque buscando una vida modesta y libre de vicios.
Cuida de su hijo hasta su muerte. ‘La Ciudad’ plantea los matices oscuros de la sobreprotección, desapegándose de los juzgamientos con su agridulce final y cuestionando el ideal de la maternidad como la entrega absoluta y el olvido de una misma.
La presencia de las hadas
En cuanto a las hadas, la mayoría de veces aparecen cuando la madre biológica está ausente. Como su función radica en ofrecer esperanza, se les otorga el don de conceder deseos en momentos en los que se ha perdido todo.
A pesar de tener un objetivo bastante concreto, no podemos decir que todas las hadas madrinas son iguales.
En ‘Las aventuras de Pinocho’ de Collodi, vemos a un hada madrina, antes hermana (la niña de cabellos turquesa), y luego madre, quien al final concede la anhelada humanidad al muñeco de madera.
Sin embargo a lo largo de la historia, esta hada madrina también reprende (y de que formas). A partir de esta figura se admite la maternidad como un ejercicio que puede trascender lo biológico.
Las madrastras: el eterno desencuentro
Las madrastras son vistas con malos ojos. Nadie espera nada bueno de ellas y todo se debe a la premisa de que es imposible amar a un hijo que no sea el propio. Y es que luego de Cenicienta, no podemos pensar lo contrario.
Sin embargo quiero traer a la conversación el cuento de Keiko Kasza ‘Choco encuentra una mamá’ para que consideremos otros aspectos contrarios a esa premisa.
Kasza plantea la posibilidad de elegir ser madre pero a parte cuestiona el vínculo genético y da la posibilidad de elegir amar o no. Una jirafa, una pingüina y una morsa no desean ser madre de Choco, y eso no las convierte en malas madres, simplemente han elegido no serlo. Al final Choco encuentra una osa que está más que feliz de ser su mamá. Desde mi valoración el texto sugiere que una maternidad exitosa no puede ser obligatoria y para la figura de las madrastras, la presencia de una hijastra está siempre impuesta. Otro tema de reflexión es que comúnmente estos conflictos se agudizan cuando son entre mujeres: madrastra, hijastras y hermanastras.
A la figura materna se le exige mucho, y cuando no cumple con las expectativas se la tacha de mala o de desnaturalizada. Me parece importante valorar (aprovechando el marco de esta celebración) que no hay una manera correcta de ser madre y la literatura misma nos lo describe. En la literatura infantil las madres son generalmente referencia de estabilidad y seguridad, pero también, conforme los valores o ideales cambian, se nos está permitiendo reconocer las diversas formas de ser madre y abordar con mayor simpatía, temas antes considerados tabú.
*Los vínculos en este artículo, se incluyen con la intención de brindarte las aproximaciones más cercanas a las obras mencionadas.
Escrito por Lula Mayorga