Juan Solórzano es uno de los músicos recurrentes en el Festival Internacional de Teatro (FIT), sin embargo, asegura que le encanta participar en este tipo de festivales: «es un gran privilegio, porque ellos (el Teatro Justo Rufino Garay) han aportado mucho a la cultura de este país».
Empezó en un coro de la Iglesia Santísimo Redentor, lo invitaron y desde ese entonces no ha parado de hacer música. Tras 20 años de hacer música ademite que «ha sido satisfactorio porque es lo que me gusta». En medio de una clase, delante de sus alumnas, Juan nos habla de cómo algunos le comentan sorprendidos si «solamente» vive de la música, a lo que responde que la música es como cualquier otro trabajo, «requiere mucha disciplina, todo es difícil, pero ideay, te ven como que tu carrera no es en serio». «Ahora estoy en una etapa muy importante que consiste en entregar a estos muchachos lo que he aprendido en estos veinte años de música», agrega. Se describe como un servidor, para él es más importante dejar un legado en los jóvenes que andar en los grandes festivales.
Juan Solórzano se presentará este sábado 25 de julio en la Sala de Teatro Justo Rufino Garay a las 9:00 p.m. La entrada es gratuita.
Texto y foto de Francisco A. Soza