Son las 2 pm en Managua, el calor no deja pensar bien y la radio suena como alentando a seguir el camino. Es ahí cuando sale a presentarse ante nuestros oídos, muy cordialmente, La Charola. Una rola que 5 jóvenes músicos lograron grabar con empeño y buena vibra: ellos son Mosin Nagant.
Aunque comenzaron en enero del 2014, es en este año en el que han ido agarrando más solidez y se sienten con muchas ganas de hacer grandes cosas o a como dice Victor Sáenz, bajista, “queremos cambiar el paradigma del rock nacional, queremos esforzarnos para sobresalir y darnos a conocer internacionalmente”.
Todo comenzó por el baterista, Victor Ortiz, quien al regresar de los Estados Unidos vino con intenciones de crear una banda “empecé a buscar a mis broderes que tocaban conmigo desde antes, entonces hable con Camilo Membreño (guitarrista), llamamos a más gente y ahí comenzamos a trabajar”.
Casi de inmediato el nombre quedó establecido, cuando Rodrigo Miranda, vocalista, pensó que el nombre de un rifle ruso de la Segunda Guerra Mundial, sonaba ideal para lo que querían lograr. “Es algo que suena bastante bien, como una detonación de música y nosotros somos esa explosión”, expresa.
Luis Larios, guitarrista, es el integrante más reciente en la alineación de la banda y aunque está en otros proyectos como Contratiempo, para él formar parte de Mosin Nagant es una oportunidad de experimentar más, “tengo más libertad de jugar con efectos, podría decirse que dejo fluir más mis ideas y todo. A pesar de tener influencias diferentes, poseemos el mismo feeling”.
Estos chavalos ya tienen 6 canciones armadas, entre ellas 2 ya se escuchan en la radio (La Colina y La Charola) y ahora el próximo paso es lanzar un EP y más conciertos. Eso sí, todos comparten distintos gustos musicales y maneras de ser, pero cuando los 5 convergen, entre el trabajo y los estudios, logran que el rock alternativo sea eso justamente, con incorporación de funk, punk, ritmos latinos y grunge.
Escrito por Malva Izquierdo
Fotografía por Malva Izquierdo