«Las semillas controladas por Monsanto, el comercio de los agronegocios controlado por Cargil, los procedimientos controlados por Pepsi y Phillip Morris y las ventas al detalle controladas por Walmart constituyen una buena receta para una dictadura alimentaria».
Dra Vandana
Y sigo en vibración azul, la que nos ha invitado a tener flexibilidad mental, un llamado a nuestro tercer ojo. El conocimiento de nuestros maestros es mucho y necesitamos tiempo y disciplina (la intención para esta semana).
Hoy les hago la invitación a leer esto en luz dorada la vibración para sanar, todos aquellos que lean este post le enviarán esta hermosa luz al corazón de la tierra y a todos aquellos que se dedican a sembrar para que sientan nuestro llamado a la agroecología: nuestra revolución. ¡A vibrar en dorado para sanar a la madre!
Alimentación consciente: un llamado a la agroecología
El consumo local es el esfuerzo colaborativo para construir economías basadas en productos de nuestro entorno. La producción, distribución y consumo integrados mejoraran la economía, el medio ambiente, la salud y las relaciones sociales del municipio y es la piedra angular del movimiento por la sostenibilidad integral.
Como parte de los servicios de NUTRIALMA, hoy acompañaba a una de mis pacientes al Mercado Huembes para comprar el menú de su semana y las chicas a quienes les compro siempre tenían todo rico y súper fresco: unos zuquinis amarillos que me dejaron maravillada, habichuelas que tenía años de no ver en un mercado y unas fresitas baratas. Cuando les pregunté de dónde venía todo esto, me contestaron que de Guatemala y Costa Rica y me quedé sorprendida cuánto viajan mis alimentos.
Luego mi paciente me comentó que deseaba saber cómo conocer una manzana dulce, ¿cuál es el tip para esto?. Pues a diferencia de la piña o la sandía, que por su color y olor lo podes determinar, me entristeció decirle que era suerte y que las manzanas las cortan antes de madurar para que duren el tiempo de transporte y por ello casi nunca están tan dulces. Y a partir de ahí nació este post.
Si a mis chicas del Huembes les llega todo esto, ¿cómo será en los supermercados? Porque aunque Costa Rica y Guatemala sean de nuestra región, hay miles de productos que viajan muchos más kilómetros para que lleguen a los supermercados.
Se preguntarán por qué debo comprar productos locales y no productos traídos de países de primer mundo, pues le diré:
- Consumir productos locales es beneficioso para la economía local. Un córdoba gastado en productos cercanos genera el doble para la economía local.
- Los productos locales son más frescos, saben mejor y duran más. Los productos transportados largas distancias pueden llegar a estar semanas en congeladores. Sin embargo, al comprar localmente estamos obteniendo un alimento cosechado en el momento óptimo de maduración y poco antes de ser comprado, lo que significa que los alimentos tienen más nutrientes.
- Comer de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes. El transporte de los productos de lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático, haciéndolo insostenible.
- Comemos productos de temporada y conocemos de dónde vienen tus alimentos. Al consumir productos locales automáticamente comemos productos adaptados a cada temporada, además que éstos son más baratos. Es fácil olvidar que muchos productos no se pueden cultivar durante todo el año. Comprar directamente a los productores te pone en contacto con las estaciones del año, aprendiendo a diferenciar cuándo es el mejor momento para consumir cada producto.
- La comida local es variada. En muchas ocasiones son los pequeños agricultores los que mantienen vivas algunas variedades de frutas y hortalizas, y esto se debe también a la cultura del policultivo que conlleva la agroecología. Además llevar una dieta variada es muy beneficioso y nos ayuda a mantener una buena salud.
- Impedis oligopolios. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra la acumulación privada de la alimentación y ejercer nuestro derecho a una soberanía alimentaria.
Estas son algunas de las razones que les brindo, pero hay muchas más que les invito a conocer. Y claro, soy consciente que en Nicaragua no producimos de todo, como lentejas, garbanzos, quinoa, uvas, fresas, manzanas, kiwi, almendras entre miles de productos más, pero ¿por qué seguimos prefiriendo estos productos y desechando los nuestros?
Si para hacer un humus podemos usar frijoles blancos que poco a poco han ido saliendo de nuestro consumo a tal punto que hoy llegan a costar 23 córdobas la libra, o por qué no hacer un delicioso pesto con marañón. De paso, felicito a todos aquellos que están dejando la leche y consumiendo leche de almendras, pero ¿sabías que esta leche la podés hacer en casa y si usas marañón es más rica y dulce? Hoy en día se habla tanto de los súper alimentos, mientras que el pinolillo es hecho con cacao, un súper alimento que nosotros producimos.
No les estoy diciendo que no consumamos quinoa o lentejas pero podemos conseguir lentejas guatemaltecas y quinoa del salvador que son parte de nuestra región. ¿Por qué comprar lentejas de Estados Unidos que son semillas Monsanto? ¿Por qué comprar quinoa de Bolivia que ha viajado tanto? Algunas veces debemos aprender a conformarnos, basta de esta necesidad de tener lo que no nos corresponde, podemos comer saludable con nuestra producción de región y mejor aún si es de la nación.
Ahora bien, tenemos que aprender a consumir productos agroecológicos, enseñar a nuestros campesinos a producir como lo hacían nuestros antepasados, las plagas y las sequías son culpa de esta necesidad de posesión, del mal manejo de nuestra madre tierra. Es hora de empezar a preferir productos nacionales con manejo agroecológico, pues a mayor demanda mayor producción, pero ¿que tiene que ver todo esto con nutrición?
Los productos ecológicos encierran mucho más valor nutritivo que los de cultivo con fertilizantes y pesticidas. Hoy en día sabemos que una parte de las altísimas tasas de cáncer que se dan en nuestra sociedad tienen que ver con la utilización de herbicidas y pesticidas que llegan al consumidor a través de alimentos de todo tipo.
Es nuestra responsabilidad la forma cómo nos alimentamos y en nuestras manos la posibilidad de llevar una vida más sana y respetuosa con el medio ambiente. «Claro dirán» súper fácil de decir pero ¿dónde encontrar estos productos? Pues aquí les dejo estas propuestas:
- Canasta de Nutrialma, en Facebook.
- Eco Canasta Managua, también en Facebook.
- Canasta Amarilla, por correo electrónico a [email protected]
Y para finalizar, les comparto esta reflexión de la Dra. Vandana Shiva:
«La belleza de la semilla es que de una sacas un millón, la belleza del polinizador es que convierte una en ese millón. Y es una economía de la abundancia. Es una economía del compartir. Esa es para mí la primera y verdadera economía del crecimiento. Porque la vida está creciendo. La economía y la tecnología de hibridación y modificación genética es una deliberada creación de escasez».
Gracias a mis maestros y a ustedes por permitirme llevar hoy esta hermosa enseñanza y seguir encontrando mi misión en la vida.
¡Namaste!
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