María Martínez es de Bucaramanga, Colombia, pero desde hace 8 años ha encontrado en Nicaragua no solo el amor y una familia, sino también la motivación para incidir positivamente en los hábitos alimenticios de la población.
Su papá tenía una fábrica de chocolate, pasta y cereales, por lo que los recuerdos asociados a comidas suculentas y sabrosas son bastante recurrentes. Sin embargo, cuando entró a la universidad a estudiar Nutrición supo que es una rama de la medicina que se especializa en prevenir enfermedades y se dio cuenta de la importancia de la nutrición en el ámbito comunitario. “Cuando vine a Nicaragua me alimento la idea de ayudarles a personas de bajo presupuesto a alimentarse bien y cómo la dieta vegetariana puede contribuir a ello, pues no hay carne ni pollo todos los días en las comunidades, más bien la vaca y la gallina es para sacarle provecho con la leche y el huevo”, comenta.
Es así como su visión se convirtió en buscar la mejor manera de ayudar a una buena alimentación, con la misión de dar a conocer la sana nutrición a través de recetas fáciles, llamativas y deliciosas a través de Nutrialma. “Es un proyecto que comencé luego de haber tenido a mi hija, sentía que además de ser madre no estaba haciendo más nada con mi vida. Entonces pensé en Nutrialma como un espacio para ser consejera nutricional y no solo desde un punto de vista externo, sino crear un vínculo también, entrar a sus cocinas y armar un menú familiar accesible y divertido”, expresa.
Aunque Nutrialma comenzó hace poco, las personas que han pasado por el proceso sí han visto los cambios. “En su mayoría son madres, pues están más conscientes de lo que quieren darle a sus hijos, o ya tienen enfermedades, que pueden ser congénitas y quieren evitar que algo les pase a sus hijos”.
De la misma vertiente hace 3 meses nació su columna en Managua Furiosa, llamada Nutrición en Armonía. El nombre para ella significó mucho, pues cree totalmente en que no solo se nutre el cuerpo y la mente, sino también el alma. “es como esos alimentos de tu niñez que pueden traerte recuerdos que nutren el alma y te hacen sentir bien. Eso sí, yo no soy escritora, la primera vez que lo intenté no me gustó mucho, pero después comencé a escribir desde el corazón, y ya he recibido comentarios positivos y hasta han compartido mis columnas”.
Para María lo más retador ha sido decirle a la gente que no coma tanta carne, romper con prejuicios como que los vegetarianos se alimentan precariamente o que las ensaladas son puro tomate y lechuga es lo más común que ha escuchado. “Yo les digo que están equivocados, que hay un montón de comidas increíbles. Esto va con el tema de la Flexibilidad Mental que yo siempre hablo. La capacidad de poder comer algo más que carne, dejás unas cosas, pero te encontrás con otras Entonces tu cuerpo cambia y comenzás a probar un montón de nuevos sabores que no hubieras conocido antes por estar cerrado”, afirma María, quien aún no es vegetariana del todo, pero está en el proceso de serlo, con varios meses de deintoxicación y dejando poco a poco los distintos tipos de carne.
Actualmente hay muchos planes por concretar y María tiene muchas expectativas. “Con la columna quiero seguir enfatizando en la nutrición consciente, me gustaría incursionar en videos de recetas. Estoy ahorrando para seguir capacitándome en otros aspectos de sanación y nutrición”. Asimismo, hay planes de alianza con Casa Luna, un espacio de salud, cultura y sanación en donde Nutrialma tendrá su propio consultorio y se unirá con Corazón de Melón, proyecto de Cristina Gómez, chef profesional. La idea es impartir clases de cocina, ofrecer platillos saludables y dar talleres de nutrición consciente.