Normalmente me levanto pensando en que el día será tuani; aunque vaya a caerme de la ruta en Plaza España frente a 50 personas y pico.
De hecho eso me pasó, mi cuerpo fue a una dirección al bajar el bus, y éste fue en otra dirección. ¡¡¡BAM!!! Estuve en la tierra cubierta en polvo. Creo que esta experiencia es una buena metáfora para describir mi experiencia estando aquí en Managua. Voy aprendiendo cómo manejar la vida nicaragüense, entiendo el español o las direcciones aquí. Es como montar una montaña rusa y hay muchos momentos inesperados. De vez en cuando entiendo todo lo que están diciendo, otros días estoy perdida en un bosque de jerga nicaragüense. Por ejemplo, estaba hablando con una mujer del Centro Cultural de Batahola Norte y me dijo algo. Yo dije: “¿fuiste al Mercado Israel?”. De repente todo el salón estaba riendo y yo con la cara confundida. “No, nooo chavala, estaba diciendo que me bañé en el mar en un hilo dental”. Ay Dios, ¡qué entendí yo! Desafortunadamente esto es muy normal cuando la gente está hablando muy rápido y con muchas palabras nicas. Por suerte, no estoy en esta aventura solita y siempre voy riendo de mis errores o los momentos pequeños de la vida.
Me llamo Natasha y llevo seis meses viviendo aquí en Managua. Vengo de una ciudad cerca de Chicago en la que he vivido toda de mi vida y después de graduarme de la universidad decidí mudarme a Nicaragua. Soy maestra de inglés en el Centro Cultural Batahola Norte. También trabajo en programas para niños, proyectos para el empoderamiento de mujeres y poco a poco estoy aprendiendo cómo cortar letras de foamy. Estoy aquí para acompañar a la gente de Nicaragua y aprender de ustedes. Con esta columna, Una Risa Rubia, quiero contarte sobre la experiencia de ser una rubia loca viviendo aquí en Managua; lo bonito, lo feo, lo difícil y, más importante, lo chistoso.
Cuando decidí mudarme a Managua, no tenía ninguna idea clara sobre la cultura nicaragüense. Aunque he viajado por Latinoamérica y estudié español en la universidad, mi concepto de cómo sería mi vida aquí era basado en sueños y concepciones. Pero ahora, he aprendido de la importancia de la historia nicaragüense, la magia de un plato de gallopinto con tortilla para la goma y del corazón abierto de los pinoleros. En el tiempo que llevo aquí, he visto mucha generosidad de personas desconocidas en la calle ofreciendo direcciones o la gente de mi barrio, de hecho en todos lados. Cada día, voy aprendiendo más sobre este país maravilloso de lagos y volcanes.
Mi meta de estar aquí es fácil: aprender el español y experimentar a la cultura nicaragüense. Entonces… no estoy aquí para criticar sus prácticas, cultura ni la vida aquí. Sólo quiero compartir mi perspectiva y experiencia de ser “chelita” en Nicaragua. Mi plan con esta columna es vivir la vida, trabajando, viajando o bailando, y compartir lo que sucede. Quizás eso parezca un poco aburrido, pero a mí no me gusta aburrirme; intento vivir siempre sonriendo de la vida (ya sea caminando en mi barrio hablando con los chavalos del centro, comiendo muchos mangos o bailando hasta a las 4 de la mañana en el Caramanchel). Y por suerte (o no) tengo una risa súper rara y contagiosa que puede parar a personas en la calle o interrumpir todo el restaurante de pupusas en Bolonia; entonces normalmente no estoy riendo solita.
A consecuencia de siempre sobresalir con mi pelo rubio y mis shorts en la calle, siento un sentimiento nuevo de la libertad. Siento que puedo estar libre y hacer lo que quiero. Si estoy caminando en la calle y de repente escucho una canción buena, ahorita será algo de Bomba Estéreo, empiezo de bailar. Vivo sin vergüenza porque la gente ya está mirándome diferente. Trato nueva cosas, como el Capoeira o escribir una columna porque tengo este libertad de ser quien quiero ser aquí. Nunca he sentido tanta libertad antes y es genial. Te invito a vos a dejar la pena y vivir como quieras. Baila libre en las calles llenas de gente, aprende nuevas habilidades o habla con la persona que siempre te llama la atención pero te da miedo hablarle. ¡Gracias por compartir tu cultura conmigo y vamos en esta aventura de la vida juntos y juntas!