Con este poema de Éluard comienza ‘Al sur de la alameda: diario de una toma’, una novela ilustrada, ambientada en la revolución pingüina en Chile, en el año 2006:
Qué íbamos a hacer, la puerta estaba bajo guardia
Qué íbamos a hacer, estábamos encerrados
Qué íbamos a hacer, la calle habían cercado
Qué íbamos a hacer, la ciudad estaba bajo custodia
Qué íbamos a hacer, ella estaba hambrienta
Qué íbamos a hacer, estábamos desarmados
Qué íbamos a hacer, al caer la noche desierta
Qué íbamos a hacer, teníamos que amarnos
‘Toque de queda’ – Paul Éluard
Entre las demandas durante la Revolución pingüina se incluían la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, el fin de la municipalización de la enseñanza (lo cual ponían en desventaja a los colegios de municipalidades con pocos recursos y eximía de responsabilidades al Ministerio de Educación), la gratuidad de la PSU (Prueba de Selección Universitaria), y la gratuidad de la tarifa en el transporte escolar para la Educación Media.
En esta novela juvenil se nos cuenta la historia de Nicolás (un apasionado del fútbol pero no de la política) durante los días de toma. Participa ¿por empatía? ¿le gusta una activista? ¿por la ideología política de su familia?… Al sumergirnos en la novela nos damos cuenta que el mundo personal es lo que verdaderamente mueve a las personas y es lo que otorga fuerzas para luchar por el cambio.
El libro logra dimensionar el papel de la juventud en las luchas y evolución de una nación pero también otorga relevancia al mundo privado e íntimo y lo ubica como un asunto político y de control de libertades.
Escrita por Lola Larra e ilustrada por Vicente Reinamontes, esta obra ha recibido la acogida de la crítica y entre los reconocimientos que se le otorgan, destacan:
White Ravens, 2014
Premio a la Edición de la Cámara Chilena del Libro, 2014
Mejor novela juvenil de 2014 por Babelia
Los Mejores del Banco del Libro, 2015
Premio Fundación Cuatrogatos, 2015
En lo personal me parece que la obra toca con respeto y dignidad la cosmovisión adolescente, sin caer en la caricatura. El libro me pareció conmovedor, en parte porque el 60% de la población en Nicaragua es menor de 15 años y es la que tiene mayor riesgo de exclusión. Además, no es sólo el tema de la calidad en la educación sino (también) el acceso, lo que sigue siendo la gran deuda con la niñez y la adolescencia en Nicaragua. En un país con tantas carencias en su sistema educativo ¿cuando empezarían las demandas de los y las jóvenes si siguen siendo excluidos de las tomas de decisión y de la educación?
Más sobre el libro en www.diariodeunatoma.cl