Hoy vamos a darnos la oportunidad de sentirnos felices porque existimos, porque resistimos y celebramos. Hoy vamos a darnos permiso de salir a la calle no solamente por ser 28 de junio sino porque podemos, porque debemos, porque nadie puede ni debe ubicarnos más en la periferia, porque somos una ciudadanía que ha decidido hacer cenizas todos los clósets que tanto daño nos han hecho a nosotras, a nosotros, a nuestras familias.
Nos manifestamos y levantamos la bandera multicolor por todas esas veces que nuestros padres nos golpeaban la cabeza por ser niños afeminados, por todas las veces que les dijeron a nuestras compañeras lesbianas que eran así por no haber probado hombre, por las veces que las compañeras trans fueron expulsadas de sus centros escolares por no comportarse como lo que la sociedad cree que son, por las veces en que los cuerpos de las personas intersexuales han sido intervenidos por la medicina convencional y binaria para “normalizarlos”, porque sabemos que la bisexualidad no es antesala de la homosexualidad ni del lesbianismo, sino una opción más de las diversas manifestaciones de nuestros deseos eróticos.
Salimos y levantamos la bandera multicolor por los cuerpos queer, porque reiteramos que el binario nos hace mierda la vida, porque comprendemos que nuestros cuerpos son territorio donde conviven masculinidades y feminidades porque el género es una camisa de fuerza que destruye y sostiene las fobias hacia lesbianas, homosexuales, trans, bisexuales, intersexuales y cuerpos queer.
Este movimiento emancipatorio se levanta y marcha por todas esas veces que las iglesias fomentaron el desprecio y el odio hacia nosotros, hacia nosotras, porque sabemos y entendemos que Dios es amor y que donde hay amor, ahí está él. Porque nos enfrentamos a diario al hostigamiento, porque despreciamos que en los centros de empleo no puedan saber quiénes somos y quién nos gusta, porque hemos estado invisibilizados desde tiempos inmemoriales.
Reconocemos la heterosexualidad como un sistema de opresión que quiere controlar el cuerpo de las personas y el ejercicio de su sexualidad con fines de reproducción, reivindicamos que también debemos y podemos tener sexo por placer porque preferimos que las personas puedan tener la libertad de escoger el cuerpo que se adecúe a sus gustos siempre y cuando tenga mayoría de edad y esté consciente de lo que se va a experimentar.
En esta nueva etapa, este movimiento político y sexual, este movimiento de escarcha, de plataformas, compuesto de cuerpos con pene, testículos y un par de mamas, de cuerpos discapacitados, de lesbianas, homosexuales, bisexuales y trans de la tercera edad, un movimiento de alma travesti, de gustos retorcidos, un movimiento que desprecia el género, que no le parece suficiente ya definirse como él o como ella, este movimiento sabe que la niñez LGBTI es una realidad, pues de ahí venimos.
Esta comunidad compuesta por todos esas personas que han sido asesinados, asesinadas por ser simplemente quienes son, porque esas personas asesinas son el reflejo fiel del odio, promovido por instituciones que enmarcadas en lo binario, creen que no puede ni debe existir otra posibilidad de poder ser y estar en el mundo.En un mundo donde el odio hacia nuestras humanidades se quiere institucionalizar, nos levantamos con la frente en alto y decimos basta, queremos que nos dejen en paz.
Hoy salimos a las calles y demandamos respeto y justicia. Suscribimos el feminismo como movimiento que ha impulsado nuestras luchas y en una sociedad capitalista y opresiva en diversas formas nos plantamos y solicitamos al Estado y al gobierno se nos reconozca como lo que somos y no como ciudadanía heterosexual.
Marchamos porque sabemos que la homo, lesbo, bi y transfobia interna frena la liberación de nuestros cuerpos y coadyuva a que la discriminación hacia nosotras, hacia nosotros sea aprobada y fomentada por las personas en general. Algún día las lesbianas y homosexuales no visibles entenderán lo necesario que somos y seguiremos siendo las locas y las tractoras para construir un mundo verdaderamente respetuoso de la diversidad sexual.
Un día seremos tantas lesbianas, tantos homosexuales, bisexuales, transgéneras, transgéneros, travestis, transexuales, intersexuales y cuerpos queer que la heterosexualidad será solamente un apartado más de los libros de historia.
Escrito por Elvis G. Salvatierra
Me parece muy.. muy bueno. Me parece que está bastante inclusivo y sensitivo. Me dieron ganas de leerlo en voz alta, con micrófono 🙂
Muchas gracias por ponerle palabras a tanta lucha que estamos manteniendo
La binariedad puede también asumirse desde el encacillamiento de una unica, fija y permanente orientación sexual, como lo es la homosexualidad, bisexualidad ect. Invito a que esto ni siquiera sea un precepto, que uno pueda decidir tener sexo con una persona un dia y otro dia con otra sin importar el genero u orientación sexual, deshagamonos de cualquier estigma, canon, esteriotipo o complejo que nos impida realmente amar.
Muchas felicidades, la nota esta muy buena. ????
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