Hans Christian Andersen (Dinamarca, 1805 – 1875) es uno de los grandes de la literatura infantil universal. Con su nombre también se denomina a uno de los premios más prestigiosos para escritores (desde 1956) e ilustradores (desde 1966) que se dedican al quehacer literario dirigido al público infantil.
Si su nombre no te parece familiar, seguro sí lo son algunas de sus obras más emblemáticas, como: ‘El patito feo’, ‘El traje nuevo del emperador’, ‘La niña de los cerillos’, ‘La reina de las nieves’ y ‘La Sirenita’. Estos títulos son actualmente clásicos universales (prolíficamente editados y reproducidos) que resultan de interés tanto para adultos como para niños.
Andersen creció en el núcleo de una familia de condiciones humildes. Su padre era zapatero. Quizás este hecho influye en algunos elementos recurrentes de su obra, como lo es el simbolismo que recae en los pies de sus personajes. Siempre sucede algo con los pies. En ‘La niña de los cerillos’, la protagonista camina descalza en un ambiente hostil, o en el caso de ‘La Sirenita’, la protagonista debe pagar con un dolor profundo: miles de agujas se entierran en sus pies, con cada paso que da. Estas vicisitudes otorgan a sus protagonistas un aire inmaculado y los convierten en el vivo ejemplo de lo mejor de la naturaleza humana. Muchos de los aspectos de la vida de Andersen se ven reflejados en su obra, como por ejemplo el hecho que, en algún momento de su vida, se desempeñó como sastre, oficio que no le resultó gratificante y lo reflejó en ‘El traje nuevo del emperador’.
La particularidad en la obra de Andersen, radica en la elaborada construcción de sus personajes. Si bien encontramos escenarios fantásticos, o suceden eventos paranormales o mágicos, no compiten con el trabajo de filigrana que el autor hace con la psiquis de sus protagonistas. En cada uno de los personajes encontramos reflejado lo mejor y lo peor de la naturaleza humana, quizás por eso sus cuentos pueden tener una estela pedagógica, en tanto nos muestran el camino del bien y del mal.
A pesar de la evidente enseñanza que dejan sus cuentos, no podemos reducirlos a eso. Es necesario leer las versiones originales para poder sumergirnos en la trascendencia de sus palabras y la diversidad de sus temáticas: Una sirenita que se suicida y a través de eso logra la redención, el patito (o el artista) que sobrevive a la crítica destructiva o el hambre sexual y de conocimiento de Adán y Eva representadas en ‘El ave fénix’. Por eso su obra nos sigue afectando y se mantiene vigente.
Actualmente hay muchas versiones resumidas, o peor todavía, domesticadas (principalmente) por industrias como Disney. Les escribo esperando que se animen a leer las versiones originales de la obra de Andersen, para acceder al verdadero trabajo de este autor universal y atemporal.
Escrito por Lula Mayorga