Les presentamos la iniciativa Buscando Andar, un equipo de jóvenes multiculturales que por medio de sus bicicletas esperan compartir con niñas y niños de países latinoamericanos, compartiendo información, educando y generando conciencia ambiental.
¿Hace cuánto iniciaron con la iniciativa de Buscando Andar? y ¿De dónde nace la idea?
Para nosotros Buscando Andar, no es una coincidencia, es más bien el resultado de una serie de experiencias que desde niños nos han venido relacionando más y más con el trabajo social, sumado a la actitud que como jóvenes queremos afrontar la realidad de una forma más crítica, constructiva y proactiva, no solamente desde la perspectiva de un proyecto, sino como formas de vida.
Buscado Andar surgió a finales del 2012, en diciembre para ser precisos. El concepto nace de vincular nuestro deseo de conocer Latinoamérica y el trabajo que habíamos venido desarrollando, ampliar lo que hacíamos en Estelí hacia las comunidades de América Latina. Una mañana nos sentamos a platicar lo que queríamos lograr, y de forma muy rápida ya estábamos trabajando en los objetivos y metas.
Hacerlo en bicicleta nunca fue una idea loca para nosotros. Siempre hemos estado pedaleando, de la casa a la escuela, al campo de futbol, a la universidad, a ver a la novia. La bicicleta sin duda ha sido nuestra aliada desde niños hasta ahora. Ahora con este proyecto la bicicleta tiene un significado más grande, vinculado a dejar una huella no tan contaminante y que todas y todos optemos por usar este medio que es más saludable y eco amigable.
¿Cómo lograron reunirse?
En el caso de Ariel y Ernesto, es una relación de amistad de casi 20 años. Cursaron juntos la escuela primaria y secundaria. Además que nacieron en la misma ciudad (Somoto, Madriz) y sus padres trabajaron en la misma organización, así que sus intereses siempre han sido muy similares.
En el caso de Samira, ella asistió a la primera presentación que se realizó en la biblioteca municipal de Estelí antes de realmente conocer a los muchachos. Le gustó la idea y no podía dejar de pensar en participar. Más que todo fue el proyecto que le animó e inspiró; el trabajo con la niñez de lugares diferentes a través de metodologías alternativas para incentivar la participación.
En el caso de Sasha, ella se dio cuenta de la iniciativa dado que trabajaba en la misma organización en la que trabajaba Ariel, y tuvo muchas ganas de participar en la ruta que se haría en Nicaragua puesto que ella Esteliana pero reside en Canadá.
Nos gustaría conocer más a profundidad a cada uno ¿Cuéntennos qué estudiaron, a qué se dedicaban antes de empezar este desafío?
Carlos Ariel Herrera: Antes de comenzar con toda esta idea creo siempre anduve de “metido” en varias iniciativas que me llamaron la atención. Estuve estudiando en Suramérica y al regresar en el 2010 a Nicaragua venia inyectado de ganas de hacer muchas cosas.
Lo primero que me tope fue con unos voluntarios (nacionales e internacionales) y comenzamos a hacer presentaciones ambientales en los barrios de Estelí bajo el nombre de Ecocine. Usábamos títeres y presentábamos videos, se lograba una energía muy bonita. Esta energía la trasladamos a un proyecto de Ecocine que nombramos “Nicaragua de Norte a Sur” y así nos fuimos en un recorrido en bicicleta por toda Nicaragua. Al final hicimos un video-documental bastante sencillo bajo el mismo nombre.
Luego de esto quede con picazón en las “patas” como decimos vulgarmente. Así que busque la forma de hacer algo nuevo y surgió otra iniciativa social “Chancleteando”, con esta iniciativa queríamos mostrar Nicaragua desde otro ángulo, a través de la fotografía, creación de artículos, compartir realidades y más. Esto siempre en bicicleta con ese enfoque social de querer estar con la gente y compartir con ellas.
De esta forma al estar con Ernesto los dos coincidimos en algunas ideas y pues Buscando Andar se vuelve nuestro presente y nuestro sueño, al cual posteriormente se nos sumarian Samira y Sasha.
La gente nos pregunta dónde van a dormir?, donde van a comer? y todo esto. Es difícil contestar todo en pocas palabras, pero creo esos detalles de viaje se pueden resumir en que vamos viviendo de lo básico, con poco, alejado de los placeres y cosas que más nos gustan haciendo lo que realmente nos gusta.
También nos han preguntado cómo hacemos con el dinero, y eso es lo que menos tenemos. Pero más que dinero, tenemos las ganas y una mente positiva a que en el camino siempre encontraremos buenas personas.
Para mi esta nueva iniciativa, este sueño -Buscando Andar-, representa todo aquello que me inspira y motiva. Son mis ganas de entregarme y sentirme más cerca de Latinoamérica. Soy feliz dando pedal hacia este sueño, hacia esta iniciativa en la que todas y todos somos parte.
¿Quién me inspiró? En gran parte mi deseo de conocer y compartir con la gente viene de mi abuelo por parte de mi papá. Él siempre quiso poder viajar, se compró cámara y todo. Planifico llegar hasta Venezuela pero por los contextos en aquellos tiempos no lo logró. Entonces después de escuchar sus ideas y sus historias creo fue una de las partes que más me inspiro.
Carlos Ernesto González: Hacer Buscando Andar implica cambios fuertes en mi vida, es cierto que no es fácil decidir tomar una bicicleta e irte a recorrer Suramérica con una convicción de aportar a la transformación de nuestras realidades, difícil también es decirle a tus padres que te vas por más de dos años en esas circunstancias. Quizás, hay una serie de aspectos que dan respuesta al por qué de tomar ese camino. Vengo de una familia migrante, que emigró en México por parte de mi padre, emigró en Honduras por parte de mi madre y migramos en Nicaragua. A mis 25 años he vivido en 12 casas diferentes entre Somoto, Estelí, México DF y Managua así que existe un sentimiento de desapego que ayuda a tomar la decisión de ausentarme de mi familia y amistades por largo tiempo (lo que no deja de hacerlo difícil). Estudié Economía Aplicada, en la Universidad Centroamericana y al salir trabajé en un proyecto de educación para las comunidades rurales de la Reserva Natural Miraflor.
Insertarme en el campo laboral tradicional o desarrollarme desde una perspectiva humana y laboral. Al salir de la universidad, reafirmé que las universidades solamente se encargan de convertirte en un buen profesional y que encajés perfectamente en el sistema laboral. Hoy veo a mis amigos de la carrera con buenos salarios y con sus carros, pero la verdad es que no los veo vivir, al menos no se viven a si mismos, sino que se viven como un agente económico. Con esto no quiero dar a entender que todos debemos tomar una bicicleta e irnos a jugar a que nos salimos del «sistema», me refiero a que todos debemos intentar desarrollar nuestros intereses y capacidades humanas, se puede.
La inspiración es constante, la realidad en que vivimos te la promueve diariamente y por eso también crea conflicto, entre tus ideales y tus acciones. Además pensás en el desgaste que tuvieron tus padres tratando de transformar algunas realidades y también, personas como Ernesto Guevara de la Serna, (El Ché) que en con sus diarios dió inicio hace muchos años a conocer y querer a América Latina.
Samira Lintzen: “En serio?” “No quieres hacer algo serio en tu vida?” “Estudiar?” “Estas loca!”
Eso es que me dice la gente- desde mi familia hasta desconocidos.
Tengo 20 años, soy joven, tengo tanta vida adelante! Y además para mí no solo es el viaje- es el proyecto que me tiene tan convencida tan emocionada y lo que me servirá mucho en el futuro- en mis estudios, en relaciones con gente, en mi vida- y pues así, para mi es algo “serio”.
Hasta agosto 2014 tengo que cumplir mi contrato que trabajé un año en un proyecto pre escolar en Estelí. En octubre me encontraré con Ariel en Ecuador, nos reunimos y seguiremos juntos… hasta Argentina.
Lo que me inspira es infinito. Cada día si veo a lxs niñxs, su alegría, la facilidad de hacerlos reír y fascinarlos, el cariño que tienen. También la preparación del viaje, pensar en la obras de los títeres, dejarnos inspirar de otras iniciativas, planificar la ruta. Además nos contactamos con tanta gente que ya viajó en bicicleta y me hace querer estar YA en el viaje viviendo todos los momentos mágicos.
Estoy curiosa de lo que voy a aprender y me veo muy feliz poder participar en este viaje.
Aun no puedo- no podemos imaginar lo que pasará: Las cosas bonitas igual que situaciones difíciles, tristes, miedosos.
Ya antes del viaje he vivido un proceso de aprendizaje importante e interesante. La experiencia de montar un proyecto desde el inicio, aprender haciendo obras teatrales con un mensaje educativo, organizar todo lo que implica de difundir el proyecto, conectarse y comunicarse con gente. Lo que estoy viviendo e aprendiendo en mi otro proyecto “Vínculos Estelí” me ayuda mucho en cuestión al trabajo con lxs niñxs, proponer actividades, entender la niñez.
El cambio en el mundo es tan obvio tanto del medio ambiente como de la gente. La globalización en todos lados, el consumo, los medios. Todo eso ni influye mucho, unos lo ven otros no. A mí me parece tan interesante vivir todo eso a través de la gente en persona- con los chigüines igual que con los adultos. Es autentico, es real, es más entendible. Son ellos que tienen voces y hay que escucharlas. Los adultos que han vivido mucho tiempo y tienen experiencia de la vida. Y lxs niñxs son el futuro de nuestro mundo y pueden cambiar cosas todavía. Creo que con nuestras metodologías es muy posible de sacar informaciones sobre la realidad de Latinoamérica y que se queda algo con las personas con quienes compartimos, compartiremos. Los títeres tienen magia y se pegan en las cabezas de lñx niñxs.
Aun no estudie y para algunos eso significa que aún no ha empezado la vida pero yo estoy segura que igual que estudiaré, psicología, educación, culturas, lo que sea- ese viaje e ese proyecto va a cambiar mi vida y será parte siempre.