Los hombres no nacemos machistas, ni sexistas, mucho menos homófobos…
En el sistema patriarcal que nos han educado los hombres gozan de privilegios que a su vez ubican a la mujer en una situación estructural de subordinación. La violencia hacia las mujeres es un comportamiento aprendido que agrede, viola, lesiona y mata a mujeres todos los días alrededor del mundo. Sin embargo, este comportamiento también se puede desaprender. Hay un grupo de hombres, conformado en su mayoría por los más jóvenes que cuestiona el modelo tradicional de masculinidad.
La masculinidad bajo la que hemos sido educados nos obliga a pensar dentro de la caja y nos ciega ante las posibilidades que existen fuera. A continuación te compartiremos cinco consejos para hackear el sistema patriarcal. No son consejos fáciles de poner en práctica, pero empezar a reconocer que se puede ser hombres desde otro lugar es un buen comienzo.
1. Siente más, juzgate menos
Nos educaron y nos dijeron que los hombres no lloramos, que no nos debe gustar el rosado y que la danza es para las mujeres. También nos criaron para ser fuertes, tener cuerpos musculosos y no expresar nuestros sentimientos.
Es tiempo de dejar estas reglas y construir nuevas a partir de cómo nos sentimos y de lo que en realidad nos construye como hombres. Puede que no nos guste el rosado, o que la danza no sea nuestra pasión, sin embargo, en el caso que lo negado nos haga sentir realizados, hay que empezar a vivirlo.
2. Aceptemos las preferencias de los demás
Aprendimos que el débil, el diferente, el extrovertido es «cochón» y a ese hay que vulgarearlo. Y en el caso que lo fuera, ¿cuál es el problema? Nos criaron para ver la homosexualidad como extraño, raro, peyorativo y prohibido. En realidad, es una preferencia sexual más.
No todos los hombres nacimos para estar con mujeres, tampoco por nacer con sexo masculino somos heterosexuales. Para hackear al patriarcado, tenemos que aceptar nuestras diferencias y vivir nuestros cuerpos con mayor libertad que la permitida.
3. Crea nuevas alianzas
Si creciste en un entorno donde te educaron para ser un macho alfa, ¡olvidalo! Es momento de empezar a comprender que tanto mujeres como hombres tenemos los mismos derechos y valemos por igual.
Las mujeres y hombres con preferencias diferentes a las tuyas también tienen los mismos derechos y valen lo mismo que vos. Creá nuevas alianzas con mujeres y con personas de la comunidad LGBTI, no tengas miedo a lo diferente. Cuando entrés en un grupo nuevo, contá sobre vos y dejá clara tu preferencia sexual para no crear malos entendidos.
4. Cambia tu lenguaje
Es tiempo de ponerle más mente a tus chistes y comentarios despectivos. Muchas veces hacemos alusión al ser «gay» por actos que demuestran feminidad o debilidad.
Tus amigos probablemente te van a empezar a llamar marica por pensar diferente y por defender a los gays, lesbianas, transexuales y queers. No respondás con groserías, tomate tu tiempo y llenate de paciencia para enseñarles que es necesario respetar las preferencias de los demás. No es una tarea fácil, pero tampoco es imposible.
5. Conviértete en un aliado feminista
El feminismo es una filosofía y un movimiento cuyo objetivo es establecer la igualdad de género. Ser un aliado feminista significa apoyar la igualdad de derechos para la gente LGBTI mediante la lucha contra la heternormatividad (el privilegio de la heterosexualidad) y el cisexismo (manifiesta que el género está determinado únicamente por el sexo biológico y de que la gente trans es inferior a la no trans). Ambas formas de alianza van unidas porque el patriarcado desfavorece tanto a las mujeres como a la comunidad LGBTI.
Te invitamos a conocer más de la campaña Mitos Falsos, una iniciativa que cuestiona las prácticas machistas y promueve acciones de diálogo para transformar relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres adolescentes y jóvenes. Este artículo es apoyado por el Proyecto Promoción de una Cultura de Paz desde la Familia y la Comunidad.