Son muchas las personas que han olvidado estar en armonía con su cuerpo y cuando hablo de armonía no solo me refiero a estar feliz con nuestro peso, nuestros rasgos y color de piel, hablo de la armonía que debemos tener cuando ingerimos un alimento, hemos olvidado que todo lo que entra y sale de nuestra boca debe de ser sagrado.
Hoy decidí usar este espacio para enseñarles sobre cómo debemos elegir nuestros alimentos, como debemos cocinarlos y como debemos mezclar.
Todo en la vida tiene un orden y una gracia, y en la nutrición es primordial seguirla pues desde ahí parte como empezara nuestro día.
La alimentación es la columna vertebral de la salud. Porque cada alimento es una especie de remedio dotado de propiedades particulares que ayudan al ser humano a proteger su organismo de toxinas que llevan a la enfermedad.
Empecemos desde el inicio, vamos juntos a comprar nuestros alimentos, hagamos de esta una actividad familiar ya sea que compres los alimentos en un supermercado, en un mercado orgánico, en un mercado convencional o mucho mejor que cultives tus alimentos.
Llegamos al lugar donde proveen nuestra canasta básica, mi primer consejo es que nunca compres cuando tienes hambre, pues compraras golosinas y no alimentos saludables.
Siempre lleva una lista de las necesidades del hogar, pero haz una lista inteligente, es primordial que hagas un menú semanal así aseguras de tener todo lo necesario y no desperdiciaras, este menú que sea creado en base a la temporada de alimentos ya que aseguras que sean frescos, los alimentos de temporada tienen mejor apariencia y sabor, y han sido cortados a tiempo por ende se han desarrollado mejor y todas sus propiedades están disponibles, por ejemplo esta semana encuentras pitahaya, brócoli, espinaca, aguacates, tomate, mamones, zanahoria, remolacha, banano, mangos, entre otros.
Es importante que todas las especies que uses sean frescas, albahaca, perejil, tomillo, orégano, todas estas plantas verdes no solo aportan sabor y color, aportan importantes nutrientes como hierro, calcio y zinc
Cuando compres alimentos con tus hijos hazlos participes, muéstrales las diferentes texturas, olores y enséñales a escoger alimentos sanos, tu eres el responsable de crear hábitos saludables.
Cuando compres alimentos empaquetados (arroz, azúcar, salsas, galletas, etc), siempre revisa su contenido nutricional es mejor rico en fibra (granos enteros, semillas) y proteínas que rico en carbohidratos y grasa, además revisa la cantidad de grasa saturada entre menos grasa saturada mejor. Es importante la fecha de vencimiento y la de lote.
Si eres fan de los productos ligth si son reducidos en grasas trans pero muchos de ellos tienen mayor cantidad de azúcar y adictivos químicos que son mejor evitar.
A la hora de cocinar siempre es mejor cocido al vapor que frito en un galón de aceite.
El horno es tu mejor amigo además de preservar nutrientes las comidas quedan deliciosas.
Trata de que 3 a 4 días en tu menú familiar sea vegetariano, no consumas tanta carne además de ser más económico tu intestino y riñones lo agradecerán.
Una linda actividad familiar y una actividad de relajación y terapéutica es hacer galletas, así sabes que alimentos fueron utilizados y además son deliciosas. Usa avena y no harina, banano y vainilla en lugar de el azúcar, aceite vegetal en lugar de la mantequilla quedan igual de ricas pero mucho mas saludables.
Y cuando crees tu menú recuerda que:
Mezclar tus alimentos de manera inteligente hará que siempre estés activo, que se aprovechen más los nutrientes del alimento y notaras el cambio en tu cuerpo.
Recuerda siempre crear un espacio para preparar y comer tus alimentos, nunca cocines o comas delante de la Tv, agradece tus alimentos, cuando empieces a comer que sea con vibración de amor y siempre con cada mordida recuerda que ese alimento es para prevenir enfermedades, evalúa si previene o genera una enfermedad y así empiezas a desacerté de malos hábitos.
Ahora es hora de comer y disfrutar con amor