Esta es la historia de 400 elefantes, gestados con tinta en la imaginación de una niña que quiere verlos desfilar a la orilla de la mar.En el suroeste de Managua, más de 150 elefantes habitan una casa de madera cálida rodeada de frondosos arboles. En esa Managua semi rural conviven un Ernestofante Cardenal, los legendarios elefanBeatles, un elefante eskimero, el elefante vende periódico, el que les lustra los zapatofantes, y los elefantes bailarines que reciben este mes con su palo de mayo… y tantos más que descubrirás en esta publicación.
Valeria Zelaya es una artista nicaragüense amante de la ilustración. Estudió Periodismo en nuestro país y Diseño gráfico al otro lado del río, en Costa Rica.
Cuatrocientos elefantes no cabían en la imaginación de aquella niña a quien sus tíos le recitaban el poema cada domingo.“Siempre que traté de imaginarme el desfile de esos cuatrocientos elefantes, me resultó imposible. Empecé este proyecto motivada por la fantasía. Un día, revisando mis ilustraciones vi que había hecho alrededor de una docena de elefantes y esto me recordó el poema a Margarita Debayle, de Rubén Darío, que conocía desde niña. Yo creo que tenía el pretexto para hacerlo desde que era una niña y la cantidad de 400 elefantes en el poema de Darío me impresionaba. Pero nació un día en que revisé mis ilustraciones para compartirlas con mis contactos de facebook y vi que llevaba dibujados 12 elefantes. Entonces prometí que dibujaría 400. Un amigo me tomó la palabra, poeta casualmente, se llama Enrique Delgadillo, y cuando supe que Enrique me había tomado la palabra, lo inicié.
Fue así como Valeria Zelaya, fundó con los versos de Darío su majestuoso proyecto, que consiste en dibujar 400 ELEFANTES en homenaje al Principe de las letras. “El proyecto consiste en ilustrar 400 elefantes para Darío. Con personajes que él nunca conoció y también con personajes que él probablemente conocía. Este “desfile” es a la vez un boceto social, de una sociedad donde existe más bienestar, más igualdad, más colaboración y más comunicación que en la nuestra…y donde no se invisibiliza a los grandes trabajadores humildes, que han sido en todos los tiempos, la mayoría”.
A Valeria se le suele ver en distintos escenarios de Managua, lleva casi siempre como amuleto una bitácora donde anota los elefantes que quiere incluir en el proyecto, y los mares de ideas que se le van ocurriendo, y que la gente le aporta. «Llevo un documento donde escribo lo que se me va ocurriendo que puede servir al proyecto y que va dando lugar a su justificación. Ya luego, suelo buscar las referencias gráficas que puedo necesitar para dibujar, por ejemplo elegir cómo vestir a Hamlet, o buscar en los códices con los dibujos de los dioses mexicanas, o la vestimenta de los elefantes del siglo XIX. Luego de alistar las referencias que necesito, procedo a dibujar».
Para Valeria ilustrar es una actividad sumamente solitaria, al igual que escribir y otras actividades creativas.»Me he hecho de la disciplina de ilustrar todos los días y he aprendido a hacerlo sola, a lo largo de mis 41 años de vida».
Los elefantes y su parentela artística
“Este es un proyecto esperanzador, que invita a soñar y contentar el corazón. Darío mencionó un desfile de elefantes en un poema y yo lo estoy imaginando e ilustrando con la fantasía que alguna vez ese poema me produjo. También me gustaría que fuera un boceto social, de una sociedad donde nos podamos ver retratados, pero con mejor comunicación y más colaboración. Es una aspiración, no sé si lo estoy logrando, pero digamos que es una premisa para trabajar. Hay un par de elefantes que se manifiestan ante las injusticias, que defienden los derechos, que protestan,que se solidarizan, porque eso tiene que estar reflejado también en ese boceto social. Son los de Ayotzinapa.
Vivir para ilustrar
El año pasado Valeria inició el blog VIVIR PARA ILUSTRAR donde comparte su trabajo cotidiano. Ha hecho de este medio una bitácora donde publica material sensible para sus creaciones, ilustraciones y reflexiones.
“Debo la motivación para convertirme en bloguera a Mildred Largaespada. Yo estaba compartiendo mi trabajo en facebook, pero las publicaciones en esta red son muy efímeras y la gente no puede acceder fácilmente a publicaciones pasadas, entonces la mayoría de lo que publicaba se perdía. Un día Mildred y yo quedamos de vernos en mi casa para enseñarle el proyecto de los 400 ELEFANTES y hablamos de los blogs, ahí quedé interesada, lo pensé y me decidí al poco tiempo. El blog lo inicié en diciembre, he publicado más de 100 entradas ilustradas, sobre 21 categorías, incluyendo los elefantes”.
“Me inspira pensar que es posible contentar al niño que cada adulto lleva dentro. Y a la vez, hacer algo que ilusione a los niños. Cuando un elefante me hace reír mucho al momento de dibujarlo se que es un buen elefante”
Mientras termino de escribir esta publicación en esta Managua furiosa que recibe sus primeras lluvias de mayo, al otro lado de la ciudad, Valeria Zelaya, bajo la ventana de su cuarto comienza a gestar un nuevo elefante.
Fotografía by Lole García