Probablemente no haya mejor legado cultural de parte de los Estados Unidos que su música. Entre los géneros más importantes y trascendentales de este país está el Jazz. Este género se originó al sur de Estados Unidos a finales del siglo XIX mediante la confrontación de la música de los negros esclavos con la música europea. Tuvieron que haber muchos factores para que la música se diera a como se dio. Los afrodescendientes traídos por la fuerza a Estados Unidos tenían una musicalidad propia originaria en su mayoría de África occidental y del Caribe; y aunque al principio se les prohibía incluso tocar algún instrumento, poco a poco a principios del siglo XIX fueron abriéndose camino en su musicalidad cultural desarrollando la base del Blues que eventualmente se convirtió en lo que conocemos como Jazz.
La base de este género es la improvisación. Se toca el tema melódico principal y luego encima de este, al final, o siendo parte de la misma melodía, viene el discurso del solista, que trata de expresar desde una perspectiva personal su visión de las cosas, de la vida, o de su lugar en el universo. O tal vez ser simplemente feliz a través de alternar notas unas con las otras. Así lo veo yo al menos; como cantante y músico educado formalmente desde esta perspectiva. A veces es parte de la tonalidad, a veces no tiene nada que ver.
Empecé a entenderlo a los 17 años cuando empecé estudiar armonía moderna en la universidad. Tomó algunos años para que pudiera digerir este género, que siendo honestos no es parte de mi cultura como nicaragüense, ni de esta parte del mundo, pero lo he aprendido a disfrutar como si lo fuera. En países como Nicaragua el género es muy limitado a ciertas clases sociales privilegiadas o “cultas”, y es algo irónico siendo un género directamente descendiente de esclavos. En México también sucede lo mismo, y es algo que siempre me ha llamado la atención.
El Jazz dista de ser un género clasista. Es extremadamente incluyente al haber sido mezclado con la mayoría de géneros populares de occidente. Algunas mezclas bajo mi perspectiva no están tan bien logradas, pero otros como su fusión con la música latina es algo que verdaderamente llega a dar escalofríos y pone a bailar y a gozar a cualquiera (recomiendo mucho Michel Camilo).
Considero que es una excelente forma de formarse académicamente como músico. Si logras entender y disfrutar como se desarrolla el jazz, entenderás muchas posibilidades musicales de composición y ejecución que puede llevar a cualquier género en que nos especialicemos (ya sea rock, pop, reggae, etc.), a desarrollarse de una forma muy interesante.
Para los que quieran iniciarse acá una lista de piezas que pueden encaminarte a agarrarle la onda a uno de los géneros más interesantes y completos que desarrolló la humanidad en el siglo XX.
¡Excelente selección! mis favoritos John Coltrane, Chet Baker, Nina Simone… Charlie Mingus que no lo vi en la lista ¡Viva el Jazz!