«¿Es ésta la historia perdida, la historia olvidada?
¿Es ésta la historia ocultada de aquellos valientes
que nos dieron nombre?«
La gran riqueza cultural de los países latinoamericanos es algo que se ve evidenciado en todas las tradiciones, costumbres y concepciones del mundo que aún conservamos; cada uno de estos elementos son herencia viva de los pueblos indígenas que se asentaron en América. A pesar del paso del tiempo y de la creciente globalización, algunos de los vestigios que dan prueba de la importancia cultural de nuestrxs ancestrxs, se han logrado conservar. Y uno de estos vestigios es el Rabinal Achí o Baile del Tun.
El Rabinal Achí es un relato oral y escrito de origen maya que data del siglo XV, considerado como el único texto indígena que no recibió influencias europeas durante la conquista; por tanto, constituye uno de los pocos testimonios de la tradición prehispánica, en donde se rescata la cosmovisión del pueblo maya, así como sus costumbres y tradiciones. Es un tipo de drama que consta de cuatro actos y que tiene como tema central el conflicto entre dos guerreros de los pueblos Kiché y Rabinaleb. En su país de origen, Guatemala, se representa con danzas y música, por lo que también se le conoce como Baile del Tun (baile del tambor).
Luego de ser declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO en el año 2005, al igual que nuestro Güegüense, surgió la necesidad y el interés de dar a conocer esta obra, que por su contenido y narración puede resultar de difícil comprensión. Por ello, el Fondo Editorial Libros para Niños, junto a María López Vigil y Nivio López Vigil, se dieron a la tarea de trabajar en una versión infantil y de fácil lectura del Rabinal Achí, la cual fue presentada en el año 2014 en Guatemala y recientemente en nuestro país.
Según María López Vigil, quien trabajó en la adaptación del texto, la idea surgió por la necesidad y el interés de dar a conocer una obra de la literatura prehispánica perteneciente a un pueblo indígena que, si bien no llegó a territorio nicaragüense, es parte de las raíces centroamericanas: «a veces sabemos más de culturas lejanísimas, que de las que están más cercanas de nosotros».
La adaptación del texto requirió de tiempo y esfuerzo debido a su complejidad. Originalmente, la obra se cantaba en lengua rabinaleb; sin embargo, la traducción ya existente en español facilitó su interpretación. Aparte del texto original, María y Nivio López Vigil añadieron pequeños fragmentos en verso inspirados en la métrica del poema de Pablo Neruda titulado «Fulgor y muerte de Joaquín Murieta».
Tal como señaló Gloría Carrión, Directora de Libros para Niños, la adaptación del Rabinal Achí representa la suma de voluntades, esfuerzos y tenacidades de todos los involucrados, entre los que cabe mencionar a los miembros de Ediciones Maya Na’oj, la imprenta artesanal de Guatemala que trabajó, con gran dedicación y cuidado, en los mil ejemplares del libro.
Esta valiosa obra, cuya belleza literaria ha sido comparada a la de grandes clásicos universales, te permitirá apreciar la cultura, cosmogonía y tradición maya. Leelo, disfrutalo y valoralo como el legado de un pueblo ancestral que nos es tan cercano.
«Quise vencer, dominar
¡No consiguió nada mi cólera, mi fuerza!
Ahora, Águilas, Jaguares, hagan lo que deben hacer:
Conviertanme en plumas,
¡déjenme acompañar,
el camino del Sol!»