Siguiendo el hilo del tema del blog anterior “Gustos Adquiridos” vengo a recomendarles un tipo de música que lleva años seduciéndome: la música brasileña.
Si alguna vez viste una telenovela brasileña en tu niñez podés decir que creciste escuchando este tipo de música.
Brasil es uno de los mayores productores mundiales de música, es una de las regiones en el mundo donde más música se produce y tiene la característica que el mayor consumidor de su música es su misma gente.
Al brasileño promedio le encanta la música de su país, y cómo no, ¡si es jodidamente genial!
Aparte la educación musical brasileña y naturalidad y espontaneidad musical que existe entre su gente está entre las más grandes del mundo.
Los brasileños tienen fama de hacer música con todo, con latas, con palos, pitos, cualquier cosa que pueda llevar el ritmo funciona.
Sú música es un espejo de la gran diversidad cultural, con influencias africanas, indígenas, lusas (portuguesas), del jazz norteamericano y otras influencias europeas.
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Esta desarrolló algunos estilos únicos y originales como forró, repente, coco de roda, axé, sertanejo, samba, bossa nova, música nativista, pagode, tropicália, choro, maracatu, embolada (coco de repente), funk carioca, frevo, brega, modinha y versiones brasileñas de estilos musicales extranjeros, como rock, soul, hip-hop, música disco, música country,
industrial y psicodélica, rap, música clásica, fado y gospel.
Alegría y armonía que contagia
Recuerdo que me acerqué a esta música de forma más consciente por un maestro de la universidad que me quemó un disco (por si tenés menos de 15 años, así se le decía en la década pasada grabar música en un CD en blanco) con pura música brasileña.
Quedé absorto. La melodía, la complejidad rítmica, su armonía tan sofisticada, su riqueza y alegría me contagiaron al instante.
La samba es su género más conocido en todo el mundo, especialmente debido al carnaval de Río, aunque el bossa nova, que tenía a Antônio Carlos Jobim como uno de sus compositores e intérpretes más aclamados, ha recibido mucha atención en el extranjero desde la década de 1950, cuando la canción «Desafinado», interpretado por João Gilberto, fue lanzado por primera vez.
De Brasil para el mundo
A finales de esa década, el Bossa Nova (cosa nueva) revoluciona la música popular brasileña al incorporar armonías complejas tomadas del jazz gringo e íntimamente ligadas a melodías matizadas y modulantes, cantadas de modo coloquial con un ritmo que radicaliza el carácter sincopado de la samba.
Fue tan popular que la famosa Garota de Ipanema (Chica de Ipanema) es considerada la canción más versionada de todos los tiempos después de Yesterday de The Beatles.
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Pero no solo hay música tradicional, hay rock, metal brasileño famoso en todo el mundo. La mundialmente influyente banda Sepultura es de Belo Horizonte. Recuerdo en la universidad escuchar mucho a la banda Angra que tiene mucha influencia de la música tradicional brasileña. El movimiento del metal es muy rico y variado en este enorme país.
A continuación les dejo una playlist para empezar a conocer y descubrir esta música tan maravillosa. Pero esto es solo un bocado, la música brasileña es un buffet completo y muy extenso que te invito a descubrir.
Donaldo Sevilla, conocido por su columna como El Melómano, es fundador del Centro de Estudios Musicales, para más información de los cursos que ofrecen seguilos en sus redes sociales.