La Videoconferencia Internacional sobre Violencia Generalizada: 43 desaparecidos Ayotzinapa tuvo lugar en la Universidad Centroamericana, UCA, de Managua y en la Universidad Veracruzana, UV, de Veracruz, México simultáneamente.
El intercambio con docentes y estudiantes mexicanos y el papá de uno de los 43 desaparecidos que solicitó no identificarse públicamente, fue gestionado por dos universitarias nicaragüenses, Leda Zamora y Fátima Villalta, para hablar sobre la violencia en México, el rol de los catedráticos, lo que significa ser un preso político en ese país y el proceso legal que enfrentas los padres de los desaparecidos el pasado 26 de septiembre en Iguala, estado de Guerrero, México.
“Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”, citó del guerrillero Emiliano Zapata el papá de uno de los 43 desaparecidos en Iguala, estado de Guerrero, México, en la conferencia que tuvo lugar mientras México convulsionaba ante las declaraciones de la Procuraduría General de la República, que acrecentó la suposición del asesinato de los 43 estudiantes de magisterio. El anónimo padre de familia se preguntó en reiteradas ocasiones «¿cómo es posible?» a lo largo de un discurso de una hora, que fue atendido con solemnidad por los nicaragüenses a quienes agradeció el apoyo y envió un abrazo.
«Nosotros queremos a nuestros hijos con vida, tenemos un espacio vacío, y ese vacío son nuestros hijos»
Padre de uno de los 43
Para abrir la conferencia, María José Oramas, investigadora y catedrática de la UV, pasó lista de los 43 estudiantes desaparecidos y los asistentes respondieron «presentación con vida» después de cada nombre. Entre las ponencias destacó la de Obed Palagot, un líder estudiantil mexicano que fue preso político a comienzos del año pasado, quien se dio la tarea de responder las preguntas que estudiantes nicaragüenses hicieron en un vídeo para convocar la videoconferencia hace un par de semanas. Además, Obed habló sobre las dificultades de los estudiantes ante la violencia y la opresión en México, donde «pueden asesinarte por ser estudiante». Asimismo destacó la intervención de Esther Hernández Palacios, docente de la Facultad de Letras Españolas de la UV, quien manifestó su empatía con la causa y abordó la violencia en Veracruz desde su dolorosa experiencia al perder a su hija Irene Méndez, asesinada en febrero del año pasado. Más tarde, durante el período de preguntas y respuestas (que duró casi una hora), Esther enfatizó que el principal problema en México es la impunidad.
Fátima Villalta, una de las organizadoras, agradeció a los ponentes y estudiantes mexicanos durante el diálogo generado por el espacio de preguntas y respuestas. «Nos es útil a nosotros porque nos recuerda lo fragmentados e inhabilitados que estamos los estudiantes en Nicaragua», les dijo. Al concluir el evento, Villalta se manifestó satisfecha con el resultado: «(la conferencia) puso el dedo en la llaga al hacernos ver y evidenciar la organización estudiantil nula y lo acostumbrados que estamos a la impunidad. Para mí era como si estuvieran hablando de nuestra situación», reflexionó. Leda Zamora, también organizadora, espera que tras la conferencia las/os estudiantes empiecen a involucrarse en las toma de decisiones de las universidades.
La conferencia estaba pensada para realizarse el 4 de noviembre, ya que el 5 era el día de acción global por los 43 desaparecidos. Sin embargo, por cuestiones de disponibilidad no fue posible en esa fecha. Leda Zamora y Fátima Villalta, las impulsoras, actuaron por primera vez el 22 de octubre al participar en un plantón de no más de 20 personas y de 20 minutos frente a la Embajada de México en Nicaragua. La lluvia no les permitió pegar los afiches que habían impreso con los rostros de los 43 estudiantes, de manera que se dispusieron a hacerlo en la Universidad Centroamericana (uno de ellos fue dañado por desconocidos).
Mientras hacían los murales muchas/os estudiantes se acercaron a preguntar y ellas les repartieron comunicados explicando la situación, el interés del estudiantado despertó en ellas la chispa. Fátima, ex-becaria del Gobierno de México, se comunicó con estudiantes de la Universidad Veracruzana para proponerles la realización de la videoconferencia. En México, Sally Montalvo, ex-compañera y amiga de Villalta, tomó la batuta y convocó a los participantes. Fue entonces cuando Leda y Fátima grabaron el vídeo de invitación y gestionaron un auditorio para el evento.
En ambos países hubo inconvenientes, en México intentaron boicotear la actividad divulgando su supuesta cancelación. En Nicaragua lo difícil fue conseguir el auditorio y obtener una plataforma para la videoconferencia. Renata Rodrigues, la vicerrectora de la UCA, y Harold Miranda, de soporte técnico, se pusieron a su disposición. Al final, Leda y Fátima obtuvieron el auditorio en un tiempo récord y resolvieron el problema de la plataforma con una laptop, un webcam, un proyector y un pequeño amplificador de sonido. Así, de una manera tan simple e improvisada, fui posible burlar más de dos mil kilómetros de distancia.
Fotografías y escrito por Francisco Soza