Cuando Valeria Leiva era una estudiante de Diseño Gráfico en Quetzaltenango se enamoró de la fotografía, pero había un problema. Para poder especializarse en esta disciplina debía viajar a Ciudad de Guatemala, a 110 km de su ciudad. Para su buena suerte, ganó una beca para continuar su formación en la Fototeca de Guatemala.
“Fue difícil porque me tocaba viajar y pagar una cuota muy alta. Por eso, al terminar, me surgió la idea de traerlo (un centro de formación y conversación sobre fotografía) al entorno local, descentralizarlo y hacerlo más accesible en Quetzaltenango, porque para entonces (la fotografía) era inaccesible para mucha gente del interior”, cuenta Leiva.
Así, en 2018, nació Fotomaíz, una plataforma dedicada a impulsar la fotografía como medio artístico con sede en el interior de Guatemala.
“El nombre del proyecto responde al maíz, que es algo que vemos de forma cotidiana en los espacios locales. Y se relaciona con lo que queríamos en ese momento de visibilizar no sólo mi trabajo, sino también el de otrxs artistas que conocía y que estaban haciendo cosas interesantes, pero que no tenían una plataforma para poder visibilizar ese trabajo”, recuerda Leiva, fundadora y promotora de Fotomaíz.
Primeros pasos
Con esa idea en mente y un fondo de Q2,000 (US$255 dólares aproximadamente), organizaron una primera muestra de fotografía con artistas de Quetzaltenango, Ciudad de Guatemala y tres participantes extranjeros originarios de Honduras, México y Chile.
“Esa exposición fue digamos precaria, teníamos solo un patrocinador, pero nos permitió darnos cuenta que había buena apertura a la idea y que sí había una necesidad de un nuevo espacio para compartir, más descentralizado, menos elitista, y pensado más para entender la fotografía como arte. Por eso, decidimos seguir con el proyecto no solo como festival. Empezamos como como un proyecto anual y después se formó en algo más permanente, con muestras, exposiciones y talleres”, explica.
Apoyo a artistas
Desde 2018 a la fecha, alrededor de 50 artistas locales e internacionales han mostrado su obra en la sala de Fotomaíz o participado en las diferentes iniciativas de formación que ofrece la plataforma.
“No somos una universidad ni nada por el estilo, ni contamos con el respaldo de alguna institución, pero si contamos con el apoyo de compañeros y artistas que también estudiaron en la Fototeca o Costa Rica, y empezamos a lanzar los primeros talleres que promocionan la experiencia en creación de fotolibros, de iluminación, y todo lo relativo a fotografía”.
El taller más reciente, fue un el Proyecto Semilla, que promueve el desarrollo de proyectos fotográficos y que estuvo impartido y curado por el fotógrafo Antonio Rodríguez y que tuvo una duración de cinco meses hasta culminar en una muestra en la galería de Fotomaíz.
Nuevos planes
A cinco años del nacimiento de Fotomaíz, hoy, cuentan con una galería propia donde pueden mostrar sus obras de forma permanente, así como un espacio de estudio y equipos para rentar y programar sesiones fotográficas, que se ofrecen como una forma de gestar un fondo propio para la sostenibilidad del proyecto.
“Fotomaíz casi que es una una misión, una responsabilidad, porque poder estudiar y hacer fotografía e introducirme en el campo fue un privilegio. Siento que tengo también la responsabilidad de dar, de seguir generando que haya más por eso”, confiesa Valeria Leiva.