La Organización Internacional del Trabajo celebra en abril el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. La última campaña estuvo enfocada en la prevención del estrés laboral, un mal cada vez más común en el mundo competitivo, globalizado e industrializado que nos ha tocado vivir, y en donde debemos responder a un mayor número de exigencias.
Kevin, Roberto y Katheryn son jóvenes trabajadores que se desempeñan en entornos cómodos, agradables y en donde se valora lo que hacen; ninguno de ellxs padece de estrés. Marling y María, por el contrario, son dos chavalas de 20 años que les ha tocado trabajar en ambientes tensos y en donde tienen que cargar con una gran cantidad de obligaciones; a María, esta situación ya le ha causado problemas estomacales, del corazón y la respiración.
Lo que Marling y María sufren se conoce como estrés laboral, un padecimiento que muchas personas han tenido en algún momento de su vida, pero que tiende a minimizarse y a no darsele la debida atención. Este tipo de patología está causada por el exceso de responsabilidades en el trabajo o por relaciones sociales tensas dentro del entorno laboral; situaciones que vemos que se salen de nuestras manos y no nos consideramos capaces de enfrentar, se convierten en la causa principal de nuestra ansiedad.
Cabe aclarar que llegar a sentirnos fatigados por nuestras obligaciones es, hasta cierto punto, normal, pero cuando esta fatiga se vuelve excesiva, puede resultar peligrosa.
El estrés acarrea un sinnúmero de enfermedades, como diabetes, depresión, trastornos alimenticios e hipertensión. Según la OIT, el estrés laboral es una enfermedad que afecta la salud física y mental de los trabajadores, y que, a su vez, puede terminar perjudicando las economías industrializadas y en vías de desarrollo. Trabajadores sumamente cansados y enfermos no serán capaces de rendir lo suficiente, y, a pesar de ello muchas empresas no muestran interés en el bienestar de sus empleadxs.
Cuidado con el Burnout
Cuando el estrés laboral se vuelve en algo constante y casi permanente, hablamos del síndrome de Burnout. Este consiste en un estrés crónico, acumulativo, en el cual la persona siente un gran agotamiento físico y mental que termina, incluso, por afectar sus relaciones interpersonales. Alguien con síndrome de Burnout se vuelve irritable, desmotivado y con una predisposición a caer en adicciones.
Las personas más propensas a padecer este síndrome son quienes trabajan en profesiones con un elevado nivel de responsabilidad, con largas y monótonas jornadas laborales y que están relacionados con la atención al público, como médicos, docentes y relacionistas públicos.
¿Cómo evitar el estrés laboral?
Aunque muchas de las causas del estrés están provocadas por el tenso ambiente laboral, existen actividades y técnicas individuales que pueden ayudarnos a disminuir la ansiedad y la fatiga.
Primeramente, es importante dedicar un momento del día a la meditación, la relajación y la realización de ejercicios físicos que ayuden a la liberación del estrés, como el yoga o la natación. Es necesario, además, encontrar espacios que nos permitan desconectar por un rato de las preocupaciones y llevar a cabo actividades recreativas.
Nunca olvidés darte un tiempo, respirar profundo y tomar las cosas con calma. Recordá que ningún trabajo puede ni debe estar por encima de tu salud y bienestar.
Escrito por Daisy Largaespada y Diana Espino