Dormitorios inundados de angustia, bancas de parques esperando las tristes noticias, miles de personas en el mundo hoy decidieron decir «adiós». Las razones pueden ser distintas, pero la decisión está tomada.
Superar un rompimiento no es fácil, como tampoco lo es terminar una relación de mucho tiempo. Por eso te compartimos un par de experiencias y algunas instrucciones para finalizar tu relación con decisión, respeto y seguridad.
Ana Mejía, recuerda que se enamoró de su chavalo en un call center, donde ambos estaban experimentando por primera vez el tener un salario fijo y prestaciones. Después de dos meses de coqueteo y encuentros furtivos donde tenían que terminar prestando el sillón de un broder para tener relaciones, ambos universitarios, decidieron alquilar un apartamento juntos y comenzar su nidito de amor, lo que les permitió dividir gastos y funciones en su nuevo hogar.
Después de dos años, Ana comenzó a sentirse incómoda, tanto así que ya no dormía bien. Aún lo quería pero en ese momento comenzó a sentirse frustrada porque todo lo hacía con él. Ya no salía a bacanalear con sus amistades y las pocas veces que lo hizo, él estaba ahí. Hace un mes decidió regalarse un monólogo que grabó en su cel y que le permitió sincerarse ante todo con ella.
Pablo Cano de 25 años de edad, tuvo su primer relación a distancia. A él y su pareja salvadoreña les funcionó esta dinámica por más de un año. Era ideal para ellos planear vacaciones de reencuentro en sus países y dedicar ese tiempo para presentar a sus familias, amigos y esos lugares cotidianos que al principio solían describir a través de cartas.
Ambos estaban experimentando su primera relación homosexual. Sin embargo, para la pareja de Pablo, aún no le era fácil “salir por completo del clóset”, y comenzó a dudar y tener más miedos acerca de su relación. Por su parte, Pablo prefería terminar la relación y quedar como amigos, en lugar de vivir en una relación que lo hacía sentir mal. Esta fue la razón por la cual ambos decidieron sincerarse y buscar país neutral para finalizar una relación que les dejó más aprendizajes que desdichas.
Las experiencias de estas parejas nos permiten ver más allá de los típicos cortes de novela que están llenos de intriga, violencia e irrespeto.
Estas experiencias nos han permitido plantear pequeñas instrucciones para decir adiós:
Preparate
Pensá con tiempo por qué estás decidiendo terminar. Dedicate una cita con vos, comprate un café y escribi en un mensaje para vos todas esas razones por las que sentís que ya no deseas seguir, agarra esa lista y traducila en una conversación que podrías antes practicarla con un amigo o simplemente delante de un espejo. Lo importante es que tus palabras tengan poder, sean respetuosas y seguras. Te servirá para darte cuenta de cuáles son tus verdaderos problemas, lo que te permitirá explicarle a tu pareja con claridad todo lo que te está pasando.
Elegí un lugar neutral
Evitá citar a la persona en tu casa o en ese lugar donde solían encontrarse. La idea es que sea un lugar neutral para ambos que les permita desahogarse desde la sinceridad y el respeto. Consultale a tu pareja y hablen en un lugar donde ambos se sientan cómodos. Si te preocupa la seguridad, un lugar público puede ser la mejor opción.
Decíselo en su cara:
Si te sentis segurx, habla con tu pareja cara a cara. Enviar un correo electrónico, mensajes de texto o hablar por teléfono puede parecer más fácil, pero no es la mejor opción, pues se suele malinterpretar las palabras y tu pareja necesita de tu valor para enfrentar la situación y darse cuenta que la relación ha terminado.
Hacelo de una vez.
Tomar la decisión es más fácil que hacerla saber. Los nervios nos comienzan a traicionar, no queremos quedar mal. Pero, si le das larga, nunca vas a pasar a la etapa de sanación, y vivirán engañados.
Mantenete firme en tu decisión.
Si sentís que estás haciendo lo correcto, no dejes que tu pareja te convenza para seguir juntos. En este tipo de escenas es normal que lloren o se alteren y puede ser muy difícil lidiar con eso. Pero sentirse mal o culpable no es razón para continuar con una relación.
Y definitivamente de las malas experiencias también se aprende. Por eso te compartimos qué NO hacer al terminar una relación:
Terminar por teléfono
- Aló …. esteee… “Ya no te quiero, no quiero nada…. ya no te extraño…”
A ver, romper por teléfono significa que no podrás sincerarte por completo, desde que vea cómo te sentís y que vos veas como esa persona se siente. Estamos acostumbrándonos a relacionarnos a través de una pantalla que nos cuesta vivir en cuerpo y alma nuestras emociones. La comunicación verbal y corporal es importante en estos momentos donde terminar con un abrazo es más liberador y sano que con un emojic tierno de whatsapp.
Dejar a tu pareja ignorandole
A coger el toro por los cuernos, de nada servirá que ignores sus llamadas o mensajes, más bien provocarás que tu pareja se preocupe y se martirice pensando mil cosas que quizás nada tengan que ver con tus razones.
Dejar a tu pareja en estado de ebriedad
Beberse unas bichas para conseguir reunir el suficiente valor para romper con alguien no es buena idea. Probablemente se vaya de las manos y existe el riesgo de decir cosas que no queríamos o de incluso olvidar lo que habíamos hablado. Lo mejor es que te las bebas unas después de terminar con tus amistades y comenzar una nueva etapa en tu vida.
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En Managua Furiosa queremos conocer tu experiencia. Contános y compartí tu experiencia con nosotrxs a través de una carta, un mensaje de texto o un audio.