Desde su fundación en el año de 1979, el Teatro Justo Rufino ha sido una escuela de formación, «haciendo énfasis en la preparación de la actriz y el actor», expresa René Medina, integrante del grupo de teatro.
De hecho, muchos de sus egresados se encuentran colocados en diferentes medios de comunicación y en sus propios proyectos culturales.
Es por eso que en la actualidad la escuela de teatro sigue capacitando a niños, niñas, jóvenes y adultos, constituyéndose en uno de los centros de formación más destacados del país, enriqueciendo la actividad teatral en Nicaragua.
Uno de sus méritos es que crearon la primera sala de teatro independiente del país, con la única idea de construir públicos a corto, mediano y largo plazo, tarea que se continúa realizando hasta nuestros días.
Los frutos del esfuerzo
La fundadora y directora general Lucero Millán reacciona de manera positiva al ver los logros del pasado, “el camino recorrido, no ha sido fácil, pero ha valido la pena los sacrificios realizados, todas las etapas vividas, las dificultades superadas, los retos enfrentados y los desafíos a futuro, definitivamente no ha sido fácil, pero seguiría apostando por la educación de los jóvenes y la cultura como factor de cambio».
Hoy en día, hablar del Teatro Justo Rufino Garay es hablar de Miércoles de Cine, donde presentan lo mejor del cine internacional y no comercial desde hace 16 años; es hablar de una programación permanente de teatro tanto nacional e internacional con calidad artística; es hablar del FIT NICARAGUA, (Festival Internacional de teatro, monólogos, diálogos y más) con 19 ediciones cumplidas.
Asimismo han representado a Nicaragua en numerosos festivales internacionales de gran prestigio tanto en América como en Europa, compartiendo los temas que nos ha tocado vivir y «reflexionando de manera propositiva sobre nuestras principales dolencias y alegrías», agrega René.
El regreso de Sopa de Muñecas
En celebración al 38 aniversario vuelve a la sala de teatro la icónica obra de teatro Sopa de Muñecas estrenada en el 2007.
En su recorrido por diferentes escenarios lleva cerca de 400 funciones, lo cual sigue reafirmando el éxito de público por su abordaje de contenido que muestra la violencia intrafamiliar contra la mujer y por su planteamiento estético, propuesta cuidadosamente elaborada por Lucero Millán, directora artística de la obra.
Desde su estreno, el espectáculo ha tenido variantes con algunos miembros del elenco, sin
embargo el alto nivel artístico se mantiene a pesar de estar presentándose durante 10 años de
manera ininterrumpida.
Este año la obra de teatro nuevamente estrenará actriz, ella es Évora Barreiro, egresada de la Escuela de Teatro Justo Rufino Garay, interpretará el personaje de Ana (una mujer víctima de violencia y personaje protagónico de la obra).
Barreiro se ha preparado con mucha entrega para dar lo mejor de sí, al igual que lo han hecho las actrices anteriores. El proceso es muy interesante a nivel de transferencia de experiencias, ya que cada actriz que ha interpretado el papel de Ana, ha preparado a su sucesora, generando un clima de confianza, colaboración y complicidad entre ellas.
La obra estará nuevamente en cartelera dos fines de semana 17, 18, 24 y 25 de noviembre en
celebración del 38 aniversario del Teatro Justo Rufino Garay.