Recuerdo que poco antes de cumplir 14 años salir a las calles se convirtió en una tortura irremediable, las vulgaridades de un ciclista o la nalgada que me diera un taxista era un shock al que «me tenía» que acostumbrar.
A pesar de ello puedo decir que fui afortunada (por muy irónico que esto suene), pues nadie abusó sexualmente de mí hasta el punto de quedar embarazada.
Ahora con 26 años, sigo estando en riesgo en las calles, pero pienso en todas las niñas de 14 años que están pasando por la misma situación de vulnerabilidad o que ya están lidiando con un embarazo producto de una violación en una sociedad donde la interrupción del embarazo es ilegal.
¿Qué dicen las estadísticas al respecto?
De acuerdo a datos de UNICEF, América Latina es la segunda región con más maternidad infantil después de África.
Asimismo, «el riesgo de muerte materna es cuatro veces mayor entre las adolescentes menores de 16 años», advirtió la ONU recientemente.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las complicaciones en el embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las adolescentes en países en vías de desarrollo.
El Código Penal establece en la Ley 641 en el artículo 168 que «toda relación sexual con una menor de 14 años, se califica como violación, y se sanciona con pena de doce a quince años de prisión».
No obstante, las niñas nicaragüenses de 14 años se ven obligadas a tener un embarazo no deseado producto de una violación.
Un embarazo adquirido mediante una relación sexual sin consentimiento, ni voluntad de la mujer, mediante el uso de la fuerza, intimidación, privación de razón o sentido ya de por sí es grave, pero es incluso clasificado de alto riesgo obstétrico, y puede desencadenar cualquier patología médica en el área física y psicológica de la mujer, adolescente o niña.
De hecho con un alarmante 28.1%, Nicaragua es el país con el porcentaje más alto de mujeres entre 20 y 24 años que tuvieron hijos antes de los 18 años en Centroamérica. Le sigue Honduras con 26.1 por ciento, continúan Guatemala y El Salvador con 24.4 por ciento.
México
El aborto por violación es legal en todo México. Por otro lado, solo en Ciudad de México desde hace 10 años se aprobó la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) hasta las 12 semanas de gestación en otras circunstancias aparte de los casos donde hubo violación.
Actualmente hay 13 clínicas de salud sexual y reproductiva del gobierno capitalino que brindan el servicio de una ILE de manera segura, confidencial y gratuita, además de clínicas privadas que también lo ofrecen.
Sin embargo, la lucha continúa por establecer el mismo sistema en estados como Veracruz donde cada año cientos de mujeres mueren porque no tienen la posibilidad de acceder a un servicio de salud seguro.
Colombia
Desde el 2006, la Corte Constitucional en Colombia abrió la puerta a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), permitiendo realizar el procedimiento cuando se incurre en alguna de estas tres circunstancias:
- Cuando el embarazo pone en peligro la salud —física o mental— de la mujer, o su vida.
- Si el embarazo es resultado de una violación o de incesto.
- Cuando hay malformaciones del feto que son incompatibles con la vida por fuera del útero.
Chile
El voto del Tribunal Constitucional chileno fue el último paso para que el acceso a servicios legales de aborto sea una realidad para las mujeres y niñas de Chile. Ahora el proyecto de ley debe ser firmado por la presidenta Bachelet para su promulgación.
«La prohibición extrema del aborto les roba a las mujeres la capacidad de tomar sus propias decisiones, y obliga a muchas de ellas a recurrir a abortos inseguros cuando necesitan terminar un embarazo, enfrentándose al encarcelamiento, e incluso, arriesgando sus vidas”, menciona Nancy Northup, presidenta y directora general del Centro de Derechos Reproductivos.