En el mes de las niñas/os es necesario hablar sobre las limitaciones que enfrenta la niñez en Nicaragua para lograr su desarrollo, en especial en la Costa Caribe.
«De 1993 a 2014 la pobreza en Nicaragua se ha reducido casi en un 20 por ciento. La reducción de la tasa de fecundidad ha contribuido a esta reducción, al haber un menor número de personas dependientes por hogar permite distribuir mayores recursos entre sus miembros», comenta Lylliam Huelva, directora Área Social, FUNIDES.
Sin embargo, ya es sabido que por lo general las familias de consumo o ingreso más bajo, siguen siendo más numerosas. Esto conlleva a que la niñez y adolescencia todavía se vean más afectados por la pobreza.
Dentro de los objetivos de los programas escolares se encuentra apoyar la asistencia escolar y reducir la deserción. Sin embargo, un ejercicio realizado para ver la cobertura de los programas escolares -como merienda escolar, mochila y útiles escolar- refleja que la cobertura es más baja en la Costa Caribe que en el Pacífico, donde los niveles de pobreza son menores que a nivel nacional.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Medición de Nivel de Vida (EMNV) 2014, el porcentaje de menores de 18 años que vive en situación de pobreza es mayor al porcentaje de la población que vive en situación de pobreza a nivel nacional.
Según la misma encuesta, 5 de cada 10 niñas y niños de 3 a 6 años asisten a preescolar; en la Costa Caribe esto cambia, ya que solo 3 de cada 10 asiste a sus primeras clases.
Por otro lado, los resultados del estudio La calidad de la educación en Nicaragua: ¿goza la niñez de las mismas oportunidades? reflejan la importancia de la asistencia a preescolar en el logro académico futuro.
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Entre las razones de no asistencia a preescolar en la Costa Caribe, predomina la percepción entre los padres de que sus hijos no tienen la edad suficiente para asistir a clases, aunque también se observa un problema de oferta: 2 de cada 10 no asiste porque el centro escolar queda muy lejos de la casa.
No todos las niñas y niños que deberían haber terminado la primaria, lo han hecho: las y los adolescentes de 13 a 17 años, tienen en promedio 5.3 años de educación en la Costa Caribe.
Los factores que pueden estar detrás de esto, es una edad de inicio –en primer grado- mayor a la oficial, y problemas de repetición y deserción escolar. Dentro de los factores de inasistencia escolar en primaria identificados en la Costa Caribe a partir de la EMNV 2014, se encuentra la lejanía de la escuela, problemas familiares y falta de dinero.
En este aspecto, el estudio La eficiencia del gasto público en educación y salud en Nicaragua 2003-2013 identifica que la composición del hogar (aquellos liderados solo por hombres o solo por mujeres) y un menor nivel de estatus socioeconómico reduce la probabilidad de que niñas y niños asistan a primaria.
En lo relacionado a la salud, las niñas y niños también enfrentan retos. A pesar de los avances, la mortalidad infantil sigue alta en la Costa Caribe, Jinotega y Matagalpa. Por su parte, las Enfermedades Respiratorias Agudas (IRA) también tienen mayor prevalencia en la Costa Caribe.
Según datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDESA) se identifica mayor prevalencia de IRA para niñas y niños de madres con baja escolaridad.
«Los datos antes mencionados sugieren la importancia de que la política pública desarrolle iniciativas diferenciadas a nivel regional, así como de la necesidad de destinar mayores recursos a las zonas con más necesidades para ofrecer a toda la niñez las mismas oportunidades para alcanzar su desarrollo», finaliza Huelva.