Este post es presentado por Posh Beauty Nicaragua
Conocer la diferencia entre humectar e hidratar la piel te será de gran utilidad para escoger los productos que se adapten mejor a tu tipo de piel y así sacarles el mayor provecho.
El elemento más vital para una piel sana es el agua. Por lo tanto para mantener una buena salud facial, debemos incluir dos pasos que son primordiales para obtener una piel saludable y radiante, nos referimos a hidratar y humectarla. Ambos términos están correlacionados y usualmente tienden a confundirse uno con el otro, sin embargo, ambos poseen una función muy distinta para la piel.
Los humectantes tienen como función principal la de ocluir, en otras palabras, la de crear una «barrera protectora» en la piel. Es por ello que los productos humectantes contienen ingredientes oclusivos, como mantecas o aceites, ya que éstos crean la barrera que la piel necesita para evitar la pérdida de agua transepidérmica o TEWL, por sus siglas en inglés. En concreto, los humectantes se encargan de prevenir que el agua que ya se encuentra en nuestra piel, se escape, se evapore.
Por otro lado, debido a que la capa exterior o lipídica de la piel contiene componentes hidrófilos, en palabras simples, componentes que se llevan bien con el agua, los hidrantes actúan como magnetos que atraen y absorben la humedad (agua) de la atmósfera y la adhieren a la piel para rehidratar los tejidos que se encuentran deshidratados.
Quizás lo que en ocasiones confunde es el hecho que muchos productos humectantes contienen en su fórmula elementos hidratantes en ingredientes como lo son la miel, el lactato de sodio o el que está tomando mucho auge hoy en día, ácido hialurónico. Estos productos no solo crean la barrera protectora, sino que humedecen profundamente las células debajo de la superficie de la piel.
Es necesario recordar que, los humectantes solamente contienen agua en la piel, pero no agregan agua a los tejidos deshidratados. Especialmente si el producto humectante no está formulado con agua, grasa natural de la piel, bálsamos o mantecas. Por lo tanto, siempre antes de aplicarte el humectante en el rostro (ya sea en crema o gel) intenta utilizar algún rociador que añada agua y luego colócate el humectante encima. Este efecto creará una capa hidratante que quedará sellada con la barrera humectante.
Independientemente que tu piel sea seca o mixta o grasa, todas pueden llegar a estar deshidratadas y tener esa sensación tirante, craqueada o reseca. Por ello es necesario ayudar a la piel a que se reponga, estimulando la producción de lípidos y evitando la deshidratación.
Una crema hidratante ideal, es aquella que contiene elementos oclusivos (capa protectora que retenga el agua) emolientes (suaviza, calma y mejora el aspecto de la piel) hidratante (emulsión en agua y aceite o agua y glicerina) y humectante (aceites y mantecas – karité, cacao, mango, etc)