Margarita, Loana y Fabiola han encontrado en las matemáticas, la computación y las ciencias un espacio para desarrollar sus habilidades, servir de ejemplo a otras jóvenes nicaragüenses y abrirse paso en una industria dominada por hombres.
Menos de un 30% de personas trabajando en las ciencias a nivel mundial son científicas, de acuerdo a datos del Instituto de Estadísticas de la Unesco.
Nicaragua no es la excepción, no solo porque en educación hay mucho que trabajar, pero también por la manera en que las niñas y adolescentes están creciendo con la idea de que las ciencias no son para ellas. Estas tres historias nos indican lo contrario.
Margarita Balladares
A sus 16 años Margarita ha encontrado en la programación su verdadera pasión y todo comenzó cuando era niña y le gustaba jugar con las consolas de videojuegos.
«Mi papá fue el primero en impulsarme al mundo de las consolas, el me compró mi primer Nintendo. Ya luego entré al curso CS50xni cuando mi profesor de matemáticas me vio interesada en los videojuegos y en cómo programar», recuerda Margarita.
Te puede interesar: Un espacio para las matemáticas y la programación
Este año Margarita piensa aplicar a la UNI para estudiar Ingeniería en Sistemas. También le gustaría continuar en el curso de programación CS50x.ni que ofrece Fundación Uno, pues además de desarrollar páginas web y aplicaciones, disfruta mucho trabajar con las matemáticas.
«Pienso que las matemáticas permiten que use la lógica en situaciones complejas y si vos le podés entender a eso, podés descifrar todo con ella. Todo se puede ver de forma matemática, podés calcular las cosas y tener una mejor percepción de lo que te rodea», explica Margarita.
Fabiola Cerón
Fabiola también es parte del curso de programación CS50x.ni en donde se ha sentido a gusto y motivada por aprender más y motivar a otras jóvenes de su edad, pues en su carrera solo hay 2 mujeres más estudiando en una clase de 30 estudiantes.
«La programacion no es solo para varones y tampoco es solo sobre hackear cuentas de Facebook. Podés desarrollar aplicaciones y proyectos inclusivos. Eso es lo que quisiera hacer, hace poco fui a una feria de proyectos y la mayoría que desarrollaba aplicaciones eran mujeres», explica Fabiola.
Una mujer que admira es la doctora Katie Bouman. Ella creó el algoritmo para integrar los más de 5 mil millones de gigabytes de información recopilados alrededor del mundo.
«Gracias a su trabajo tenemos lo que conocemos ahora como la primera imagen de un agujero negro y eso en programación fue un impacto. Ahora Putnam está nominada a un Premio Nobel. Yo la admiro mucho», expresa con entusiasmo.
Loana Vega
La mamá de Loana era profesora de matemáticas y le sembró a su hija la semilla de aprender a amar los números. Tanto así que a Loana le encantaba el álgebra y su empeño por aprender más la llevó a participar en Olimpíadas de Matemáticas a nivel nacional e internacional.
«Tuve la oportunidad de representar al país en dos ocasiones en Panamá y Venezuela (2006 y 2007) y esa experiencia me ayudó a conseguir una beca fuera del país para estudiar la carrera en Ingeniería Mecánica», cuenta.
Loana agrega que todo comenzó cuando su profesor de matemáticas de la secundaria le dijo que aplicara a la convocatoria de la Academia Jóvenes Talentos de Fundación Uno para recibir clases avanzadas de matemáticas y prepararse para representar al país.
«La Academia de Jóvenes Talentos me enseñó mucha disciplina, a parte del concepto como tal de las matemáticas y todo el estudio. Aprendí que si quiero tener un mejor futuro tengo que esforzarme», expresa.
¡Hola!
Le escribo a Margarita sólo para mencionar que si tiene la oportunidad de aplicar a la UCA para estudiar Ingeniería en Sistemas, que lo haga. La UNI no es un espacio seguro después de Abril.