Cuando llega una mascota a nuestras vidas, no hay quien nos quite esa leve punzada de felicidad. Sin importar lo muy “feo” que lo vean los demás, ese animalito que acaba de entrar en nuestra casa se convertirá en un cúmulo de memorias que probablemente nunca vayamos a olvidar.
La novelista británica Mary Anne Evans, mejor conocida en el mundo de las letras como George Eliot dijo una vez:
Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.
Muchas personas han creado con sus mascotas un vínculo fuerte que transciende incluso la muerte. Son tantas las películas que llevan tras de sí historias reales de lazos casi imposibles de creer.
¿Quién no soltó una lágrima al ver la película “Siempre a tu lado” de aquel perro llamado Hachiko? Aquel acompañaba todos los días a la estación de tren al hombre que lo adoptó. Intuía la hora en que su dueño volvía del trabajo y lo esperaba muy pacientemente en el mismo sitio. Un día su amo fallece y Hachi se queda por horas esperando su regreso. Día tras día, la pobre criatura espera verlo de nuevo en la misma estación de tren. Así pasa hasta el día de su muerte. Esta cinta fue basada en una historia real.
Los dueños de mascotas han llegado a conocer una dimensión más amplia del amor. Son tantas las personas que en momentos difíciles lograron ver su debilidad reflejada en los ojos de un animalito callejero y le han ofrecido un hogar, no solo salvándole la vida, sino recibiendo una luz en su existencia.
Amor en cuatro patas
Ella es Katherine Gaitán y él es su perro Roco. Lo tuvo desde que era un cachorro y desde ese momento se despertó algo en ella. Narra que en su hogar se mostraban reacios a tener una mascota, debido a la responsabilidad que requieren. Gaitán y su hermano hablaron con sus padres y prometieron cuidar de él y asumir la responsabilidad.
A pesar del gran tamaño de Roco, es un can mimado y juguetón. Su dueña cuenta que desde que llegó a su casa ha ablandado los corazones de todos. Mirar su cola moviéndose cada vez que regresa de la universidad es motivo suficiente para alegrar su día, por muy difícil que este haya sido.
Raquel Tapia tomó a su mascota en un momento difícil de su vida. Ella recuerda cómo su perrita Sofi hacía el esfuerzo por quitarle las lágrimas con su lengua cuando lloraba. Solo puede tachar este vínculo como “increíble” y fuera de toda comprensión humana. Hay cosas que sencillamente no tienen explicación.
A raíz de la fuerte relación con su perrita, Raquel es miembro del albergue canino Rescatando Huellas, ubicado en El Rosario, Carazo. En él, ella realiza servicios voluntarios como bañar a los perritos, darles de comer y jugar con ellos. Dentro de ella se ha despertado respeto y compasión hacia los seres más pequeños.
Rescatando Huellas es una organización que alberga aproximadamente 40 perros. Todos ellos esperan llegar a un hogar que tengan los cuidados necesarios. Raquel cuenta que el proceso de adopción es muy cuidadoso debido a que se tiene que llenar ciertos formatos, como el tiempo que uno dispone para estar en casa e incluso el salario. Es una medida rigurosa pero necesaria, porque solo así se puede dejar constancia de que el animalito quedará en buenas manos.
Las mascotas y nuestro bienestar
Según Martha Violeta Trujillo, directora del Centro de Desarrollo Psicosocial de la Universidad Centroamericana, tener una mascota (cualquiera que esta sea) contribuye en desarrollar habilidades y cualidades en la vida del niño o la niña. “Las mascotas van creando responsabilidades y por otra parte desarrollan la zona afectiva de los menores”, afirma la especialista.
Las mascotas son capaces de crear un vínculo con los seres humanos, al igual que lazos “afectivos”.
Trujillo también cuenta sobre la importancia de combatir las tristezas leves o pasajeras gracias al cariño de una mascota, pues estas tienen la facultad de “sacarte del ensimismamiento” y darte razones para dejar las preocupaciones.
Ha habido casos en los cuelas algunos de sus colegas recomiendan a los padres la obtención de una mascota por diferentes razones. Una de ellas es porque pueden ayudar a canalizar o a “quemar” sus energías al igual que ayuda a desarrollar ciertos valores. Igualmente, la compañía de un cachorro para los adultos mayores puede generar buenos sentimientos en esa etapa de la vida.
La etapa del duelo
Al fallecer nuestros animalitos, uno se enfrente a una etapa de duelo. Muchas personas, según la especialista, llegan a tener las mismas etapas de cuando perdemos a un ser querido. Una de las más comunes es la negación o los “si hubiera”. Dicho duelo se puede combatir con la aceptación de la pérdida, asimismo ayuda el hecho de conversarlo y no tener miedo a llorar ni a vivir las etapas del duelo.
Para los niños también es posible combatir esta etapa mediante procesos especiales. Trujillo afirma que realizar un “servicio funerario” puede ser un método de combatir esta pérdida, que muchas veces llega a ser muy dura no solo para los pequeños.
En efecto, nuestras mascotas nos aportan muchos beneficios. Llenan nuestro hogar de bienestar con sus gracias y a nosotros nos marcan de muchas maneras. No debemos maltratarlos ni descuidar sus necesidades básicas. No cuentan con un proceso de comunicación como el de nosotros, pero eso no quiere decir que no sientan, recordá que también son seres vivos y necesitan tu amor.
Escrito por Franklin Villavicencio