Hace 6 años Ainara Calix, conocida como Ainajuana, entró de lleno en la música. Ahora sus planes de enaltecer la cultura hip hop en Centroamérica aterrizan en Nicaragua ¡Conocela!
Oriunda de Tegucigalpa y diseñadora gráfica de profesión, Ainara apenas comienza en la música, pero con paso contundente y con claras intenciones de hacer activismo y expresar puntos de vista sobre temas diversos a través de sus letras directas y melodiosas.
Sin embargo, desde niña ha estado involucrada en un campo artístico con una mamá pintora y con el piano como su pasión hasta que descubrió la cultura hip hop y decidió mezclar tod. «Me vi en un momento en que estaba haciendo música clásica, involucrada con bandas de jazz y haciendo blues, todo a la vez. Pero entonces pensé que había una manera más urbana de hacer música y que podía ser más clara, más directa. Así que por amigos me involucré en la escena hip hop mientras combinaba todos estos sonidos con el rap», cuenta.
Es por eso que se unió a un colectivo artístico llamado Girls at the Controls donde un grupo de mujeres artistas de diferentes ramas (djs, ilustradoras, raperas, graffiteras, etc.) crean eventos culturales para involucrar a mas chicas a la escena en Honduras. Asimismo Ainara, tiene un crew de rap, que a su vez son creadores de Trapecio Records, un estudio de grabación en Tegucigalpa.
Y como otro de sus proyectos en paralelo, formó parte del colectivo El Arte de las Calles, quienes apoyados por la Embajada Americana, hicieron eventos a gran escala, daban talleres e invitaban a artistas de toda Centroamérica con la finalidad de usar el hip hop como un elemento educacional que es a lo que se dedica principalmente.
De hecho hubo un tiempo que con sus propios recursos, ella y otras chicas, dieron un par de talleres no solo de música sino también de empoderamiento a mujeres de 12 a 22 años que vivían en barrios dominados por las maras. «Ellas tenían acceso a drogas o estaban propensas a pertenecer a una pandilla. Fue una experiencia bien intensa porque era peligroso, no teníamos protección de nadie, pero queríamos aportar a la causa, ayudarlas a reinsertarlas en la sociedad. Actualmente algunas chicas que participaron en los talleres están bailando break dance o han tomado cursos técnicos para montar sus propias microempresas y eso es genial».
Para Ainara la escena hip hop femenina en Nicaragua es muy similar a la de su país, con poco apoyo entre crews y que necesita mayor organización, más involucramiento y más espacios. «Tenemos que trabajar, ya hay personas que se están organizando y se están moviendo, todos buscamos lo mismo, solo hay que unirse. Lo que pasa que también es algo chocante la percepción que tiene la gente sobre el hip hop, creen que es una cultura de vagos, que solo hombres pueden, que una mujer se ve mal haciéndolo. Por eso yo me lancé y me sentí fuerte».
La experiencia la hace creer que también esa es su función, no solo como artista con ideales y metas, sino como activista al servicio de la comunidad y es lo que ha estado haciendo poco a poco, tratando de inspirar a más mujeres, animarlas a que pueden hacerlo igual o mejor ya sea en la música, en los deportes o cualquier otra actividad.
Planes a futuro
Los diversos proyectos en los que estaba trabajando en Honduras quisiera replicarlos acá, de hecho ya tiene un equipo de trabajo con quienes ha organizado eventos como el Cállate y Rapea cuyo éxito la motiva a repetirlo pronto. También está locutando los miércoles en el programa de rap llamado La Hora del Boom Bap, que promete trascender fuera del dial e introducir la comunidad hip hop y usar éste como un catalizador.
También junto a Kmilo Cienfue, un amigo cineasta, está trabajando en un documental de hip hop, dándole prioridad a la voz femenina, «la finalidad es poder presentarla y conseguir financiamiento no solo para eventos y talleres, sino para crear una casa de la cultura».
Por otro lado los demos que tiene en su Soundcloud, son parte de lo que será su primer disco, Vagamundos, el cual está en proceso. Cabe destacar que la canción que mas le entusiasma del disco es Revolución Hip Hop, pues habla sobre la realidad de una manera cruda y enfatiza en que con el hip hop se puede hacer una revolución, «lo estoy haciendo en el momento en que rapeo en un escenario, mientras la gente repite el estribillo y se siente fuerte».
La experiencia Next Level
La música no solo le ha dado momentos gratificantes, como cuando fue la primera mujer en ganar una batalla de rap en su país, sino que también le ha brindado oportunidades de viajar: Hace dos meses estuvo en un programa de hip hop global en Washington DC llamado Next Level, donde eligieron a 5 artistas de diferentes partes del mundo para que participaran durante 2 semanas y media en un programa de intercambio cultural con muchos talleres y retroalimentación.
Un recuerdo agradable fue justamente ahí, cuando en un ejercicio d improvisación, Ainara supo que el poder de la cultura hip hop no tiene barreras ni límites. «Era la única rapera en español, yo aunque hablo el inglés no puedo rapear en ese idioma, entonces yo comencé a rapear y nadie me entendía. Pero la última frase que dije fue bien fuerte (no recuerdo ahora qué fue) y escuché que ovacionaron. Luego se me acercaban diciéndome ‘oye no entendimos una palabra de lo que decías ¿podrías traducir? porque en realidad lo sentimos, pudimos sentir lo que dijiste’. Me di cuenta que esto traspasa idiomas, fronteras, es un mismo sentimiento. Y es increíble que 5 personas con culturas y costumbres totalmente diferentes puedan estar juntos en un mismo lugar y entenderse por medio del hip hop, en realidad une a la gente», puntualiza.