Cuando decidí estudiar sociología, precedida de una práctica en el mundo del teatro en Nicaragua y en particular en el Teatro Justo Rufino Garay, lo hice con un objetivo oculto que no por ser de esta naturaleza, era menos importante: Quería poder tener los instrumentos académicos que me permitieran ver con más objetividad y distancia una experiencia que me había inundado la vida y con ella al grupo de personas que vivieron el proceso conmigo.
Esa inundación me permitió navegar con alegría, pero también me arrastró en el tiempo y a veces hasta me ahogó. Al decidir el tema de la investigación de tesis, no dudé que tuviera que ser sobre el Teatro Justo Rufino Garay. Era una manera de saldar cuentas pendientes con el tiempo para que a su vez me permitiera seguir nadando en ese torrente que me ha introducido en otros mundos subterráneos propios del mundo del arte como una práctica reflexiva conectada intrínsecamente con la sociedad.
El lector se encontrará con una investigación que gira alrededor de ver al teatro como producto político y estético y al mismo tiempo como creador de otra mirada de la realidad desde la perspectiva de los propios artistas que conforman el Teatro Justo Rufino Garay, del público y de expertos. Se hará un acercamiento al Justo Rufino Garay como objeto de estudio y a tres obras de teatro de tres décadas diferentes, que por sus características nos darán cuenta de cómo a través de ellas se pueden ver los diferentes y más relevantes contextos, económicos, políticos y sociales de la revolución y de Nicaragua durante treinta años (1979-2010)
Se reflexionará cómo ha influido la sociedad nicaragüense en ese período en la obra artística del Teatro Justo Rufino Garay y a su vez como el propio Teatro Justo Rufino Garay ha realizado una propuesta estética y política de esa misma realidad, proponiendo diferentes miradas, teniendo como eje transversal la relación entre teatro y sociedad.
Lucero Millán
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