La Séptima Bienal de Tipografía Latinoamericana comienza este miércoles 19 de octubre con muchas exhibiciones, talleres y conferencias. ¡Enterate de más!
En 2013 Edwin Moreira, diseñador gráfico, se enteró de este colectivo internacional que nació en el 2004 y que ahora cuenta con redes paralelas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
«El interés de este gremio es agrupar otros países que desde sus propios contextos sumen a la proyección del talento tipográfico latinoamericano. Así que invité a colegas cercanos y el colectivo ha ido creciendo. La Bienal es solo una excusa para reunirse en torno a un mismo idioma y muchas vertientes visuales. Eventos como éste pretenden divulgar, celebrar y motivar a otros talentos», comenta Moreira.
Esta segunda edición nicaragüense comienza este miércoles a las 6:00 p.m. en el
CCNN con entrada libre y contará con la presencia de Diego Vainesman (Argentina), un reputado director de arte quien desde Nueva York viene más que preparado para impartir un taller y una conferencia. «Su trayectoria es impresionante y hasta la fecha es el único latinoamericano que ha presidido el Type Directors Club, una institución que en el gremio tipográfico goza de prestigio a nivel mundial», agrega.
No cabe duda que
Tipos Latinos Nicaragua está más consolidado y que desde la primera edición en el 2014 hasta ahora hay mayores expectativas. Aunque desde el inicio han notado que sí hay una reacción positiva por parte de la gente, se interesan, asisten, participan y se involucran, por lo que el colectivo se siente más motivado a seguir impulsando este tipo de iniciativas.
Por otro lado, un recuerdo agradable que tuvieron como colectivo fue el hallazgo de Walter Behrens, una especie de personaje que casi parecía un mito urbano en Costa Rica pues se ausentó por completo del gremio. «Es un docente que estudió en Suiza con Adrian Frutiger, uno de los dioses modernos de la tipografía, encontrarlo fue casi un trabajo de inteligencia; no teníamos una dirección, ni teléfono, apenas un correo que él revisaba con muy poca frecuencia», cuenta.
¿Y la participación nicaragüense?
Según Moreira, a diferencia de otros países del continente que se han consagrado como referentes del diseño tipográfico, la escena nicaragüense apenas está empezando a tomar forma; «somos consumidores, pero no productores de tipografía. Nos falta seguir construyendo cultura tipográfica y es en ese sentido que estamos trabajando», afirma.
Una de las metas por cumplir es lograr que por parte de Nicaragua haya participación en la convocatoria que realiza Tipos Latinos cada dos años para inscribir trabajos tipográficos. Es por eso que por parte del equipo la idea es seguir organizando actividades relacionadas a la cultura tipográfica e invitando a destacados exponentes de la región para crear redes, compartir ideas e inspirar.