Escrito por: Mia Alva
El Club de Lectura Literatureros comenzó a partir de publicaciones en redes sociales, en un tiempo en que compartía poesía y fragmentos de libros, algunos de ellos escritos por mí. Fue ahí cuando surgió la necesidad de formar Literatura GT una comunidad creada por Fernando Ramirez, utilizando plataformas como TikTok y Facebook.
Lo que inició como una simple interacción se transformó en un anhelo colectivo por un espacio donde la literatura pudiera florecer. La idea del club tomó forma al recibir una pregunta constante por parte de la comunidad: ¿existe un lugar donde podamos compartir nuestras lecturas y discutirlas en profundidad?
Es así como decidimos dar vida al Club de Lectura Literatureros, un espacio donde las personas encuentran compañía y un sentido de pertenencia que a veces falta en el día a día. La literatura nos une, nos libera y nos invita a explorar nuevos horizontes.
Uno de los pilares fundamentales del club es su naturaleza inclusiva. Literatureros es un espacio abierto donde no existe discriminación, y donde se fomenta una mente abierta hacia todos los temas y lecturas. Aquí, las personas pueden relajarse, compartir sus inquietudes y, sobre todo, disfrutar del placer de leer y escribir.
Escritores emergentes en Literatureros
Uno de nuestros mayores logros ha sido fomentar la escritura, dando la oportunidad a nuevos autores emergentes de canalizar sus emociones e imaginación.
“Me di cuenta de que, si bien el riguroso camino de la escritura es solitario y desgastante al principio, al concluir un manuscrito es beneficioso estar rodeado de personas con un pensamiento crítico desarrollado. Ellos, en muchas oportunidades, pueden ayudarte a alcanzar un objetivo, que en mi caso era publicar», expresa Samuel Calva, escritor emergente del club de lectura.
Samuel Calva también explica que tener esa retroalimentación es una experiencia enriquecedora que te ofrece herramientas tanto para disfrutar un libro de manera más efectiva como para crear historias propias.
Por ejemplo, Daniel Marroquín y Loren Mazariegos, lectores ávidos del club, le mostraron que «lo más importante en una historia no es el dinero que puedas generar con ella, sino la conexión que un lector puede llegar a tener con una obra, lo que desemboca en el disfrute de lo que todos los miembros del club tenemos en común: los libros”, agrega Calva.
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Gracias a este espacio, muchas personas han encontrado la confianza necesaria para explorar diversos géneros literarios. Colaboramos estrechamente con la Editorial Poe, que se ha convertido en nuestro aliado más valioso, pues nos brindan la seguridad y el apoyo para que nuestros escritos puedan ver la luz.
Entre los talentos que han surgido están Antonieta Arrecís con su libro Loreta, Jennifer Mira con Sin el disfraz de mamá, La Bestia de R. D. Abril y Amelia Mazariegos con Relatos insólitos de espantos y apariciones de mi barrio.
“Como muchos que encuentran un refugio en la lectura y gracias a los ánimos de los Literatureros y de mi editor, surgió mi libro ‘Sin el disfraz de mamá’, en el que relato mi experiencia con la depresión posparto, exteriorizando ese dolor en un diario en el que a manera de cartas voy mostrando como va cambiando mi ánimo en un viaje por ser una mamá de verdad y ya no tener puesto solo un disfraz», expresa Jennifer Mira, integrante del club.
Planes a futuro para Literatureros
Uno de los objetivos más ambiciosos del club de lectura es publicar una revista cuya primera edición incluirá los poemas de los participantes en el concurso Primer Poetry Slam Literatureros, realizado durante la Feria del Libro FILGUA. Este proyecto es un paso significativo hacia la consolidación de nuestra comunidad literaria.
Otra de nuestras alianzas importantes ha sido con la Alcaldía Auxiliar de la zona 1 de la Municipalidad de Guatemala, donde hemos realizado un voluntariado en el que leemos literatura guatemalteca a personas de la tercera edad.
Además, mantenemos una estrecha amistad con la Revista Asor, donde hemos creado espacios con micrófono abierto, permitiendo que las personas declamen o lean sus propios escritos. Estas experiencias no solo enriquecen nuestra vida comunitaria, sino que también crean lazos inquebrantables entre los participantes.
«Los micrófonos abiertos son vitales para la difusión del arte en Guatemala, generan espacios para que las personas se sientan seguras de compartir su arte con otros artistas. Muchas personas no encuentran oportunidades para promocionarse más allá de las redes sociales, y los micrófonos abiertos les brindan mayor imagen y promoción», expresa David Medina, subdirector y participante de micrófono abierto Revista Asor.
Un salvavidas literario
Por otro lado, a nivel personal es importante destacar el incalculable impacto que el Club de Lectura Literatureros ha tenido en mi vida. Me he convertido en mi propio salvavidas, capaz de redireccionar mi vida y enfocarme en mis objetivos.
A través de Literatureros, no solo he encontrado un propósito, sino también un hogar donde las palabras cobran vida y los sueños literarios se materializan.
La comunidad sigue creciendo, floreciendo y desafiando las barreras que a menudo nos separan y quisiera hacer una invitación a que las personas interesadas en la literatura se unan a esta aventura literaria, donde cada página es un nuevo comienzo y cada historia es un paso hacia la libertad.