La sala de teatro del Grupo Justo Rufino Garay está lista para ser la protagonista de una celebración a lo grande y que simboliza el fruto de mucho esfuerzo: 40 años de hacer cultura a través del teatro.
Lucero Millán, fundadora del grupo, explica cómo este espacio les ha dado razones para seguir haciendo teatro a lo largo de los años.
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«Encontramos en el teatro un espacio en el que nos sentimos bien, con libertad, por eso nuestra manera de aportar a la cultura nicaragüense es hacer lo que nosotros sabemos hacer: teatro. Y no hemos parado de hacerlo, hemos tenido programación permanente en el proyecto miércoles de cine que es un proyecto que ya tenemos 15 años de tenerlo, todos los miércoles con cine de calidad y nuestra programación regular», expresa.
La nueva generación de actores y actrices se están formando con los valores del teatro JRG: siempre hemos dicho que si no salimos buenos artistas, vamos a salir buenos seres humanos, ese es nuestro slogan desde que iniciamos en 1979 y hasta la fecha después de 40 años», enfatiza Lucero Millán.
Un público fiel
En estos 40 años de trabajo duro en pro de la cultura. Millán considera que han sido afortunados por tener el apoyo del público y eso es algo muy valioso para el equipo.
«El público nos ha seguido y ha asistido de manera regular a todas nuestras actividades, no nos hemos quejado, la temporada que hemos hecho han estado muy llenas y cuando uno está en momentos muy duros, difíciles y después de haber gestionado alrededor de diez proyectos, finalmente conseguimos una ayuda para este año de Cosude y pudimos reactivar nuestra escuela», explica.
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Asimismo, para Lucero y el equipo es súper importante continuar con la formación de nuevas generaciones de actores y actrices, pues ese es el alma del grupo y de la institución.
«Empezamos desde octubre de 2018 de manera regular, nos llegaron alrededor de 300 jóvenes queriendo aspirar a nuestra escuela, hicimos audiciones y seleccionamos un grupo de 20 jóvenes que ya terminaron la primera etapa», agrega Millán.
Este grupo de jóvenes ahora se encuentran en la segunda etapa de la capacitación, es un grupo poderoso de estudiantes a nivel universitario.
«Cuando vienen aquí sienten que el teatro les ha cambiado la vida, siempre ha habido deserción, porque los chicos encuentran trabajo, una beca para salir el país, etc. Pero la mayoría ha continuado, ya que aquí se sienten bien, este es un espacio en el que tienen libertad, en el que pueden encontrarse con sus pares para desarrollarse y están aprendiendo mucho», afirma.
Por ahora el Justo Rufino Garay sigue arando el camino hacia la posteridad y con ello se prepara para la XX edición del Festival Internacional de Teatro, Monólogos, Diálogos y más.
¡Muy pronto más información!