En realidad la mascota perfecta tristemente se encuentra en las calles. La vemos a diario buscando comida o muriendo lentamente en la carretera. Y no está de más decir que la apatía de los temas sensibles de nuestra sociedad también se irradia a este aspecto, de manera alarmante. Es por eso que muchos voluntarios intentan hacer algo al respecto y desde refugios temporales pequeños, pero sólidos; protegen, rescatan y alimentan a un sinnúmero de animalitos callejeros que solo buscan una cosa: eso que llaman hogar.
Fundación Huellas de Esperanza
Fabiola Hernández es la fundadora de Huellas de Esperanza, que hace 3 años nació con la fuerte intención de rescatar perros y gatos abandonados en distintos lugares de Managua. Actualmente cuenta con 6 hogares temporales en la capital y 8 voluntarios que se encargan de 23 perros y 24 gatos.
“Nos juntamos un grupo amigos por el gran amor que le tenemos a los animales y decidimos empezar cuanto antes porque cada día veíamos que había más maltrato y sobre todo más indiferencia y eso era lo que nos dolía más. Así que sentíamos que esa era la manera de apoyar y dar nuestro granito de arena”, expresa Fabiola quien desde pequeña le han gustado los animales y siempre quiso crear un refugio.
Para ella el primer rescate fue el más emotivo por el estado grave en que se encontraba el perrito, “tenía más de dos hemoparásitos, todos los órganos afectados, llagas en todo el cuerpo y ya era un perro viejito. Los veterinarios no daban muchas esperanzas y mucha gente nos decía que había que dormirlo, costó conseguir ayuda sobre todo porque estábamos empezando. Fueron más de 6 meses con tratamiento para ver el cambio. Ahora parece un perro joven y enérgico. Se quedó en la casa y le pusimos Rufo, él es juguetón, se cree chavalo”, comenta con una sonrisa.
En Huellas de Esperanza se cree que la sobrepoblación es uno de los principales problemas, los hogares se llenan porque no dan abasto y se cree que lo que más urge es educar a la sociedad y explicarles los beneficios de esterilizar. “Aunque se cuide al animalito uno nunca sabe a dónde irán a parar los cachorros. No todo el mundo tiene paciencia o los ve como parte de la familia, no les dedican tiempo y hay maltrato o descuido”.
Luego la indiferencia se vuelve la peor enemiga, “uno dice no tengo espacio en mi casa no puedo hacer nada, pero sí se puede, con darle un bocadito de comida ya estás ayudando, ya aliviaste el sufrimiento un poco. Hay ue abrir el corazón todavía está bastante cerrado como sociedad”.
Ante tal situación es que se les ocurrió hacer un Huellatón y han logrado hacerlo 2 veces ya en Multicentro, con la intención de que sea anual. Con la iniciativa han logrado reunir exitosamente a muchos artistas y personas voluntarias para concientizar en espacios públicos, así motivan a la adopción y la donación, ya sea de medicamentos o comida. “Hemos visto que cada día se van sumando más personas, van tomando conciencia aportan y se interesan más”.
En busca de más adopciones
Para las personas interesadas en adoptar pueden contactarlos por Facebook. Los pasos son sencillos pero siempre van de la mano con el objetivo principal de la fundación que es evitar el maltrato animal. Por ende primero se llena el formulario de adopción se programa una cita para ir a conocer a la persona que directamente se hará responsable, conocer el ambiente, la familia y ya cuando garantizan que es un lugar seguro, se procede a la adopción en sí. Una vez que está adoptado, cada cierto tiempo se hacen visitas para ver como está todo. “Se han dado casos de que hemos tenido que retirar el animalito, pero muy pocas veces, un 90 por ciento ha sido exitoso. Eso sí, no hay muchas adopciones, se da cada 3 meses y eso es un gran obstáculo para que podamos rescatar a más animales. Lamentablemente somos racistas, la mayoría de perritos que tenemos son criollos y la gente busca perros de raza y eso no los diferencia en nada, todos necesitan el mismo cariño. Todavía tenemos ese estigma que queremos el perrito de raza porque es más ‘bonito’ o más ‘gracioso’, según lo que imponen las personas”.
Con los gatos es más difícil y en parte Fabiola opina que es por la mala fama que le han dado a estos excelentes compañeros del hogar, “la toxoplasmosis, que es lo primero que todo el mundo dice sin información fundamentada, y necesitamos una campaña intensiva para lograr informar y quitarle ese estigma, pues los gatos son de hecho más limpios que los perros. La sociedad los discrimina bastante y hay sobrepoblación porque es lo que más se encuentra uno, en bolsas, cajas y muchos no sobreviven porque son gatitos tiernos”.
Sin embargo, las energías y la entrega por el proyecto, están ahí intactas. Tener un refugio es el sueño ideal, establecerse como una organización sólida y lograr no solo ayudar a los que están en la calle sino también ayudar a las personas de bajos recursos que están rescatando aun sin tener como mantenerlos a todos los animales que resguardan. “En realidad nos gustaría que no fuesen necesarias las fundaciones, que cada diera su apoyo y así erradicáramos juntos el maltrato. Que cuidemos los que tenemos y rescatemos los que están en las calles, ese sueño sería lo ideal”, puntualiza.