Carlos Mario Puentes, mejor conocido como Luigi Bridges, no solo se ha destacado en la producción sonora, sino en la visual a través de varios proyectos creados por él.
Oriundo de Colombia pero residente en Nicaragua desde hace más de 10 años, Luigi comenzó en la música a loas 7 años, pero confiesa que no fue amor a primera vista.
«Estaba estudiando piano y lo hacía por obligación, ya que mis padres me metieron en clases de música».
Con 10 años vino a vivir a Nicaragua con su familia y comenzó un proyecto musical en su escuela donde decidió sacar unos acordes de guitarra para una presentación escolar.
Así con 14 años volvió nuevamente a los brazos de la música y se interesó bastante por la guitarra acústica hasta tal punto que quiso tocar bajo y batería también.
«Me enamoré no solo de escuchar o tocar la música, sino de entender cómo se componía, cómo se grababa, un proceso donde me llevaba por 8 horas o más».
El nacimiento de Bridges
El salto se dio porque tenía la necesidad de grabar sus ideas y acompañarse en las presentaciones, entonces quería grabarse tocando otros instrumentos y usar eso de base en vivo.
«Me metí a la parte digital y encontré el mundo de la electrónica, me gustaba la gente que combinaba producción electrónica con acústica. En ese tiempo escuchaba Groovynol y Sala Bipolar», recuerda.
El nombre vino porque ocupaba ropa verde y le gustaban mucho los videojuegos, «cuando comencé con la música electrónica me gustaba remezclar la música de los videojuegos entonces se dio a conocer más».
Sus padres se devolvieron a Colombia y él se quedó. Aunque confiesa que no fue fácil escoger el camino de la música y vivir de ello.
«En Nicaragua me quedé por amor al país y porque quiero que mis proyectos aporten algo en el país donde estoy o nazca algo a partir de mis aportes. Hace falta apostar más al gremio creativo, pues es un país que tiene tanto para ser aprovechado a nivel artístico».
Es por eso que Luigi estudió para ser técnico de sonido, especializado en grabación en estudio y mezcla, sonido en vivo, en la Escuela de Sonido Ahzu, con Ricardo Wheelock y Rodrigo Castro.
«Eso me ayudó bastante a sacar todas mis dudas a nivel musical y sonoro, estaba tan apasionado con eso que cuando entré al curso me sentí cómodo».
Paralelo a eso, Luigi también estaba aprendiendo diseño gráfico por su cuenta porque le gustaba crear portadas para sus canciones o se miraba en un futuro haciendo videos musicales.
«Cuando entre al mundo de la imagen fue como otra adicción no quería parar, me costaba ubicar mis talentos en solo algo», expresa.
Y es que sus diversas facetas como DJ, diseñador, músico y productor sonoro son tan complementarias una con la otra, que tuvo la necesitad de crear un espacio para que todas hagan convergencia.
«Hace 4 años creé un estudio de servicios audiovisuales, que se llama Bear Cave Studio, para unir todos mis trabajos y administrarlos desde el estudio».
Así Luigi trabaja la imagen y el sonido sin límites, trabajando con bandas como Cultura Folk, Histeria, Garcín.
Como DJ, también sintió que había una necesidad de crear movimiento en la escena electrónica y en la escena de productores en general de Nicaragua. Entonces decidió abrir un área de educación dentro del estudio y ahí da clases de producción musical.
Varios proyectos, un solo Luigi
Con tantas ideas materializándose, Luigi ha encontrado un balance ideal entre tantas iniciativas que quiere llevar a cabo.
Lo que intenta es diversificarse, entonces por cada proyecto que tenga con un estilo definido, usa un nombre distinto para que la gente también no se pierda.
«Luigi Bridges lo ocupo cuando soy artista DJ de Techno o Deep House, pero cuando toco géneros como electrocumbia o música andina con electronica ocupo el pseudonimo de El Oso Cumbiero y el otro es Ojibwe, un dúo en el que trabajo géneros más étnicos con electrónica».
Asimismo, era parte de Le Funk Project, es el VJ de Milly Majuc y estuvo tocando teclados y guitarra con Raza Oculta tocando teclados y guitarra, «he andado en todo», afirma y sonríe.
«Al inicio mi mayor dificultad fue encontrar identidad con 3 nacionalidades encima, me gustaban tantos géneros que me costó, pero así como no tengo fronteras, eso mismo quiero compartirle a la gente para que se arriesguen a combinar y crear».